El vino en Letras, La exprexión en la Historia
EL VINO EN LETRAS, LA EXPRESIÓN EN LA HISTORIA |
Si descendemos por la historia de nuestros antepasados, miles de años A.C. podemos descubrir miles de historias mágicas, misteriosas y curiosas. El mundo del vino siempre ha estado muy vinculado al arte, a las celebraciones, al culto de una creencia que muchos siguen transmitiendo día a día con el esfuezo y las ganas de recuperar una tradición.
Admiro enormemente a todos los que transmiten sus vivencias, describiendo sus viñas, sus vinos, el esfuerzo, la pasión, los momentos vividos en esas historias tan interesantes y abrumadoras.
Observar la mirada, la cara de la persona en ese mismo momento, tiene un valor incalculable. Gracias a todos los que aportais, esas vivencias día a día, por transmitirlas y hacer sentir las emociones en los demás.
Mar Galván
Escritora, Enóloga, Analista de Productos Agro-alimentarios y Poeta.
www.esenciadehafida.com
www.verema.com/blog/vitisvinifera/
UN POCO DE HISTORIA.....
Correspondiente al Griego Dionisio, Baco representa al Dios romano del Vino, protector de los viñedos e hijo del Dios Júpiter.
y alimentaron mientras Sileno lo educaba en el cultivo de la viña y las Musas lo instituían en el canto y la danza.
Se cuentan muchas historias de este dios, como cuando los gigantes escalaron el cielo y tomando forma de león, Baco luchó contra ellos,
encaminado a la victoria.
Generalmente se lo describe de carácter benévolo y afable, protector de los cultivos de viña y de quienes trabajan las tierras; pero cada tanto, Baco deja salir su furia, como cuando castigó a todos aquellos que se negaban a reconocerlo como un Dios. Dos personajes que padecieron su iria sin reparos fueron las Mineidas y Licurgo.
Por aquel tiempo llegaba la época de celebrar los Bacanales, así se denominaban las fiestas en honor a Baco donde era representado por los habitantes de Ocrómenes bajo la figura de un joven coronado de hiedra y llevando en la mano un racimo de huvas, pero las Mineidas (que por cierto, eran tres: Iris, Climena y Aclitoé) se negaron a abandonar sus lanzaderas, quitándole tiempo a la festividad de Baco. En castigo, el dios del vino las convirtió en Murciélagos.
En cuanto a Licurgo, quien fuera rey de los edones de Tracia, Baco lo castigó por cortar cepas de su reino sin autorización, por lo que lo condenó a un oscuro bosque, sólo y abandonado a las alimañas.