Blog Tanino

Vinos de Alfredo Maestro

Los vinos de Alfredo Maestro son los protagonistas de éste nuevo post de Taninotanino, después de haberlos probado por primera vez en la 3ª edición del Salón de Vinos Naturales, quise disfrutar de nuevo de ellos en una cata con más calma y dedicándoles el tiempo que se merecen. Empezamos la cata con dos vinos jóvenes, el primero 46 Cepas 2010, 100% Merlot, viñedos situados en Bocos de Duero (Valladolid) a orillas del rio Duero a una altitud de 755 metros, su suelo es franco y arenoso con cantos rodados. Un vino que emana franqueza por los cuatro costados, marcadamente varietal, fruta madura, goloso, fresco y ligero posgusto amargo, perfecto para su consumo a lo largo de éste y próximo año. El segundo, una Garnacha centenaria, viñas plantadas en 1910 en Peñafiel a unos 700 metros de altitud. Igual que su antecesor es un vino de marcado carácter varietal, de nuevo ese aporte goloso en nariz, grosella, notas a pera tipo conferencia, en boca nos deja una ligera sensación de astringencia, final secante y con dejes cítricos. Sendos vinos han sido embotellados muy recientemente, aún así, expresan perfectamente toda la franqueza y riqueza de la variedad, excelente carta de presentación.
 
Proseguimos con el primer vino con crianza (6 meses en roble francés azuelado sin tostado), Viña Almate 2009, 100% Tempranillo, viñedos ubicados en Peñafiel a orillas del rio Duratón su suelo es franco arenoso con cantos rodados, a una altitud de 755 metros. Esta parcela desde su nacimiento se ha estado llevando una viticultura totalmente biodinámica, nunca se ha tratado con productos químicos como herbicidas, pesticidas... Notas maduras en nariz, fruta roja y negra, lácticos, agradables toques a cacao bajo un fondo especiado, clavo diria yo, matices salinos. En boca se muestra fresco, frutal y equilibrado, un vino fácil de beber, interesante propuesta para el "vino de diario", ¡tomar nota!
 
Seguimos con un magnum de La Guindalera 2009, 100% Tinto Fino, de viñedos de unos 25 años situados en Bocos de Duero, a una altitud de 756 metros, desde 2009 se está llevando una viticultura natural. Envejecido durante 12 meses en barrica de roble francés no tostado. Nariz expresiva, compleja, fruta negra, notas balsamicas, aparecen de fondo ligeros matices terciarios en forma de especias, toffe y regaliz. Paso en boca amplio y agradable, ligeramente astringente y final largo. Buen potencial el de éste vino, unos años de guarda le sentaran muy bien, buena evolución durante los próximos 2-5 años.
 
Pasamos a otro magnum, La Olmera 2009, viñedos ubicados a tan sólo 500 metros de distancia de La Guindalera, elaborado también en su totalidad con Tinto fino y envejecido durante 12 meses en barrica de roble francés azuelado y no tostado. En nariz ya empezamos a encontrar algunas diferencias, notas lácticas de inicio, fruta roja, floral, café molido y fondo mineral (en la Guindalera no hemos encontrado estos dejes minerales que sí han salido en La Olmera, incluso han aparecido ligeras notas salinas). En boca es todo elegancia, tanino bien integrado, sabroso, fresco y estructurado, una delicia. Puede seguir evolucionando durante los próximos 2-5 años, aunque yo no creo que pueda dejarlo tanto tiempo, ahora mismo está espectacular, toda una tentación...
 
El siguiente vino es toda una primicia, tan sólo 100 botellas en formato 750 ml. y 50 magnum, se trata de La Viñuela 2009, 50% Tinto Fino y 50% Garnacha y una crianza de 12 meses en barrica de roble francés de segundo año y azuelado. Viñedos de más de 70 años ubicados en Titulcia-Chinchón (Madrid) a una altitud de 830 metros. En nariz ya sorprende, fruta roja algo madura, las notas especiadas de pimienta negra confunden a más de uno (no informé de las variedades, y alguno se tiró a la piscina con la Pinot Noir ;P), aromas a olivada, y ciertos matices lácticos (alguno dijo queso de cabra)...Paso en boca elegante, buena acidez, algo especiado y postgusto largo. Sin duda, una de las sensaciones de la tarde.
 
Llegamos al último, un blanco sin crianza 100% Albillo de cepas centenarias ubicadas en Peñafiel en suelo arcilloso-calcáreo, Lovamor 2010. Éste fue uno de los primeros vinos que probé en el Salón de Vinos Naturales, y os aseguró que me sorprendió, y mucho. Su color ya nos muestra que no estamos delante de un blanco convencional, sus dos días de maceración con sus propios hollejos le aportan cierta tonalidad rosada al vino. Los ojos se nos ponen como platos a medida que vamos acercando el hocico a la copa, aromas a hierbas aromaticas, pera, manzana al horno, melocotón, infusión (manzanilla) y madroño, qué expresividad la de éste blanco. En boca no decepciona, paso sedoso, fresco, sensaciones a fruta blanca (pera y manzana) en el retro y una excelente acidez que ayuda a "limpiar" el rastro dejado por los tintos. Como único pero, su limitadísima producción, tan sólo 300 botellas!!
 
Grandes vinos los de Alfredo Maestro, hechos con gran pasión y un gran respeto a la viña y su entorno, vinos que expresan franqueza, vinos sinceros, vinos que no esconden nada, vinos naturales: ¡enhorabuena Alfredo!
 
Nota: En breve podremos encontrar estos vinos en el Celler de Coll Favá de Sant Cugat del Vallés.
  1. #1

    ramico

    Si señor, con humildad, teson y amor por lo que se hace. Sin alardear de puntos ni aburrirnos con lo bien que lo hace todo.

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