Que mejor expresión que la que nos titula éste blog para definir lo sentido en la cata de estos tres "monstruos" del Loira, Blanc Fumé de Pouilly, Pur Sang y Silex, todos 100% Sauvingon Blanc y de la añada 2007. Desgraciadamente "el creador" de esots vinos, Didier Dagueneau, falleció hace casi dos años en un fatídico accidente de avioneta a sus 52 años, por lo que ésta es la última añada en la que trabajó. Afortunadamente, su hijo, Louis Benjamin será el responsable de continuar con el trabajo.
Para empezar la cata, una sorpresa, Óscar nos sirvió un licor de frambuesa (100% frambuesas) hecho en Bulgaria, Malinella 2007, intenso aroma a frambuesa y fresas, un conjunto muy goloso para acompañar perfectamente un aperitivo o un postre.
Enseguida nos vamos al lio con el primer Sauvignon, Blanc Fumé de Pouilly, color amarillo pálido, denso, brillante. En nariz presenta un caracter marcadamente mineral, fruta madura (piña, mango), tierra mojada, fondos cítricos. En boca tiene una acidez que abruma, mineral, sabroso, envolvente y de trago longevo, perfecta presentación de lo que nos vamos a encontrar con los siguientes vinos.
Pur Sang, quizá el vino más personal y "salvaje" de Dider. Color muy parecido al anterior, amarillo pálido, brillante y limpio. Al atacar la copa por primera vez notamos ligeros aromas a madera nueva que con la aireación se van disipando, fruta madura, toques herbáceos, sorprenden las notas de hidrocarburos, marcada mineralidad. Una acidez en boca soberbia, "se me pone la gallina de piel" sólo de recordarlo, fresco, equilibrado, complejo, quizá algo desbocado amén de su juventud, de nuevo esa mineralidad tan marcada, que digo marcada, se puede "masticar", un vino que quita el sentido, aunque aún está en su más tierna infancia, es capaz de provocar el delirio entre los asistentes, Mon Dieu!
Después de rehacernos un poco de éste Pur Sang, nos enfrentamos al último, Silex, otra vino cargado de caracter y personalidad. Quizá de un amarillo más intenso que los otros, identica brillantez y limpidez. Nariz compleja, intensa, fruta blanca, herbáceo, marcadas notas minerales, cierta salinidad. En boca es termendamente sabroso y envolvente, más redondo que los anteriores, mineral, aunque no tanto como el Pur Sang, equilibrado, de nuevo una acidez sobresaliente y con un final largo y ligeramente amargoso.
Sin duda, estos "vinos de terroir" me han dejado alucinado y casi sin adjetivos para describir todo lo sentido en cada trago. Son vinos, en mi opinión, que valen lo que cuestan, son otra historia, hay que probarlos como mínimo una vez en la vida...Yo por poco que pueda y mi bolsillo lo permita, volveré a repetir de nuevo.
Para terminar, un Riesling (Vendemmia Tardiva) traído de Italia, de La Valle del Riesling dell' Oltrepo Pavese. En nariz apuntaba maneras, fruta madura, ligeras notas a hidrocarburos, amielados...Pero en boca nada que ver con la nariz, secante y con final amargo (té), nos dejó un poco desconcertados.
Finalizada la fase de cata, y aún quedando mucho vino por terminar, desenfundamos los cuchillos para abrir los ahumados (salmón, bacalao y anguila) y quesos variados escogidos expresamente para la ocasión, un disfrute por todo lo alto.
Óscar, muchas gracias por la cesión de las fotos, ya viste que mi cámara no se adaptaba muy bien a la luz de tu enogaraje ;-)Carles, Óscar i Jordi, un plaer haver compartit aquests vins amb vosaltres, espero i desitjo tornar a repetir l'experiencia ben aviat.
Salut.