Masdevinos

Albamar: albariños con Alma de Mar

El vino fluye con presión del depósito, burbujea en la copa casi llena y Xurxo lo va repartiendo en nuestras copas. Unos segundos de silencio. Se acerca la copa a la nariz y en seguida se arranca y desgrana el origen del albariño que estamos a punto de catar mientras le arranca reflejos irisados girando la copa. Pero su mirada está clavada en la última vendimia, nítida en el recuerdo. Un depósito. Otro. Disfrutamos de las sutiles diferencias, del verdor herbáceo de uno, del toque málico de otro. Diferentes versiones de lo que será en unos meses Albamar 2012. El vino básico, aunque no debería llamarlo así, de esta joven bodega de Rias Baixas.

Pero antes de esto nos acercamos hasta donde todo empieza, donde la rueda empezó a girar hace muchos años. A la viña. Me encanta visitar una bodega y que sea el propio bodeguero el que diga ¿Queréis ver la viña?. Buena señal sin duda.

Finca o PereiroNos acercamos primero a la finca O Pereiro. Una viña dispuesta en parra sobre suelo arcilloso de más de 25 años. Nos sorprendió la distancia entre cepas y la cercanía del mar. De aquí sale uva para el vino “Alma de Mar”, como no podía ser de otra manera.

Esta fue la primera finca que plantó la familia Alba Padin. De aquí salió vino dedicado al autoconsumo los primeros años, más tarde a la venta a granel y a partir del 2006, fecha en la que se integran dentro de la Denominación de Origen Rías Baixas, a la bodega Albamar.

El nombre de la bodega viene del apellido familiar, de la uva albariño, sin duda la reina de la DO, y de la cercana presencia del mar, a escasos 200 metros de la Finca o Pereiro, que sin duda le confiere a sus vinos gran personalidad. La bodega y la mayor parte de la viña está ubicada en Cambados, uno de los nueve municipios que componen la subzona O Salnés, en plena ría de Arouxa.

Viña en espaldera en Cambados

 

Justo al lado de esta finca, encontramos una viña joven plantada en espaldera sobre suelo más arenoso, también con bastante separación entre filas. Resulta curiosa la anécdota que cuenta Xurxo en relación a esto. Cuando se plantó, le recomendaron hacerlo con esa separación “porque como no te va a ir bien, así colocas unos postes y la pones en parra”. Pues de momento va bien y el tiempo dirá lo que hay que hacer con ella, pero ahora mismo se expresa en un nuevo vino que se llevará en exclusiva una conocida vinoteca de Pontevedra.

La historia de la bodega como tal es reciente, pero hunde sus raíces en los primeros años de la década de los noventa. Xurxo, que junto a sus hermanos Jose Luis y Rafael ha crecido entre viñas, tenía claro hacia donde debía dirigir sus pasos profesionales y después de estudiar enología, acabó Ingeniería Técnica en Industrias Agrarias y Alimentarias. De ahí a la casi necesidad de expresar su idea de vino iba un paso, y ya han pasado siete añadas por su bodega.

 

Poseen 1,8 hectáreas de viña propia, lo cual quizá en otras DO no parezca mucho, pero en una región dominada por el minifundio es una superficie considerable. Además compran  uva a otros vecinos de Cambados que tienen viñas pequeñas y están en trámites de colaborar con otros y adquirir su uva.

Xurxo Alba PadinMientras nos cuenta todo esto montamos de nuevo en la furgoneta y seguimos el recorrido entre viñas por la localidad, viendo diferentes fincas, propias y ajenas. Hasta llegar a una que amablemente nos enseñó su dueña y donde pudimos sorprendernos con espectaculares cepas a las que se le calculan más de 200 años. Esta pequeña bodega familiar está abandonada desde el 2003 y más parece un museo, pero nos fuimos encantados de haber podido visitarla, de la amabilidad de la dueña y con un par de botellas de albariño muy viejo debajo del brazo. Posiblemente sea el albariño más antiguo que he bebido nunca, con un color dorado bastante evolucionado, algo turbio, pero muy rico y vivo todavía. Nos sorprendió a todos.

Ya de vuelta en la bodega probamos  diferentes depósitos de lo que será el Albamar 2012. Cada depósito es un mundo y aunque puedes buscar similitudes entre unos y otros, cada uno busca su forma de expresión en un albariño diferente. Unos más herbáceos, otros más cítricos, pero todos con esa acidez afilada de los albariños de antes. El coupage final será sin duda interesante.

Desde la cosecha 2006 hasta la 2011 todas las añadas habían salido al mercado con la fermentación maloláctica hecha, al menos una proporción considerable del coupage final. Esta última tuvo como novedad que no la hizo y el vino gustó mucho. Para mí, personalmente, gana en viveza. La añada 2012 tampoco hará la maloláctica para buscar esa línea de vino.

Tuvimos la oportunidad de probar vinos de anteriores añadas, en concreto la 2006 (la primera como Albamar) y la 2008. Ya a casi nadie sorprende la evolución en botella y la longevidad de los albariños, pero aún así siempre es un auténtico placer beber estos vinos. Vivos, alegres, directos, francos… se me acaban los calificativos para estos vinos.

De los que, como decía, no me gusta llamar “básicos", pasamos a probar el vino procedente de la viña en espaldera y apreciar los diferentes matices que ofrece la disposición de la viña, la edad de ésta y el cambio de suelo. Interesante sin duda.

El siguiente vino que probamos, sin terminar, presentando aún un aspecto turbio, fue el Alma de Mar 2012. Como hemos comentado antes, la uva procede de la Finca O Pereiro, la más antigua de las que trabajan hoy en día. Este vino parte de una cuidada selección de frutos y se elabora en depósito de inoxidable con sus lías finas, con battonage  durante 6 meses. Se aprecia ya la golosidad y la amplitud del vino, aunque aún le queda mucho recorrido.

Albamar, Alma de mar y Pepe LuisY para terminar, muestra de dos barricas diferentes de roble francés donde se elabora el Pepe Luis, un vino especial dedicado al hermano mayor de la familia. Realiza la fermentación alcohólica en depósito de inoxidable para pasar a barrica de roble francés de 500 litos. Se busca un tostado medio-bajo para no empañar la tipicidad de la albariño, y barricas de varios usos. Pasa 9 meses en barrica con battonage durante 3 meses. El resultado es un vino vivo, con recuerdos de fruta madura, cítricos, flores blancas, notas especiadas. Un albariño complejo que se puede beber ya pero que sin duda guardando alguna botella unos años, nos deparará muchas alegrías.

Una bodega muy interesante. Una familia trabajadora y cercana. Un proyecto presente con mucho fututo. Para mí fue un auténtico placer conocerles más de cerca y desde aquí os invito a todos a hacerlo, a acercaros a sus vinos con la seguridad de que los disfrutaréis, seguro,  tanto como yo.

 

NOTA:

Xurxo Alba Padin, además de los albariños que elabora en la bodega familiar, tiene un proyecto muy interesante en Ribeira Sacra, donde elabora un mencía llamado Fusco. Viñedos viejos en laderas pronunciadas de suelos graníticos. Un vino interesantes, varietal, con una marcada mineralidad.

Raúl Bello Rodríguez.

 

  1. #1

    Pacog

    Muy interesante este elaborador, me falta por probar ese Pepe Luis que pronto caerá.

    Ya se echaba de menos este blog ;-)

  2. #2

    Kintiman

    Que gusto da leerte, da ganas de coger el coche y salir pitando para allá ;-)

  3. #3

    Alberto.Freire

    Tengo que ir a ver esa parcela con las cepas centenarias que os enseñó Xurxo. Qué buenos vinos y mejores personas!

  4. #4

    Smiorgan

    Buen artículo sobre alguien que se está haciendo un gran nombre en el panorama de las Rías Baixas.
    Estuve visitándole de forma más "enológica" el pasado diciembre, pero llevo comprando su vino desde incluso de que lo embotellara como Albamar.
    Si te apetece echar un vistazo a mi experiencia: http://cort.as/43Qg

    Saludos.

  5. #5

    Javierbb

    El lunes por fin coincidí con Xurxo en Barcelona y pudimos conocernos, más que interesantes vinos los que elabora (de lo mejor que probé en el salón de la D.O Rías Baixas) y mejor persona si cabe…. Sin duda vinos que darán que hablar con el tiempo…. Felicidades por el relato Raúl….

  6. #6

    Riaul

    en respuesta a Javierbb
    Ver mensaje de Javierbb

    100% de acuerdo. Es una gran persona. De nuevo se cumple esa máxima que los vinos se parecen a quien los hace. Sincero, auténtico. Alguien a quien merece la pena conocer y mantener cerca.

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