Grupdetast

Grupdetast cata en el Vermut, vuelta al pasado.

Los protagonistas, de la mano en está ocasión, de Paco Santamaria.

Nos reunimos en el restaurant El Vermut, Paco en la cocina y en la dirección de la cata. Se le apareció la virgen o como se dice de forma un tanto vulgar pero muy clara, -tuvo una flor en el culo-.

Los vinos se mostraron más que correctos, algunos incluso sorprendentes, la cata a ciegas jugó con nosotros todo lo que quiso y más. No me cabe duda que los vinos, una vez adquieren la mayoría de edad, tienen personalidad propia, son algo más de lo que en su día la enóloga o enólogo, hicieron o perfilaron y navegan solos y por su camino, crean su propia verdad, diferente a la inicial. 

El primer vino de la noche y para abrir boca fue:

Color pájizo con reflejos dorados. Añada 2017.

Precisa algo de tiempo para poder expresar todo lo que lleva dentro. Hay una rica y más que sincera fruta blanca en forma de manzana, además de piña y fruta de hueso. Notas que recuerdan al anís, el maíz, el heno, un puntito de queroseno, y algo parecido a la mineralidad.   

En boca la entrada es fresca, jugosa y sabrosa, con una rica acidez, lo paladeas. Parece corto por lo fluido pero presagia vida y contenidos. Punto glicerico, con cuerpo, frutal tierno, piparra, liviano pero con carga en germinación. 

Segundo vino y gran sorpresa.

Catado a ciegas, añada 2013, siete añitos después descubrimos...

Color piel de cebolla.

Aroma fino que recuerda a la cereza la guinda y al marrasquino. Fondo vegetal fresco y un rico a la par de fragante alcohol, tramado con finas especias (pimienta rosa) y un finísimo punto tostado. Notas a caramelo, delicado, es como un recuerdo...

En boca sigue la senda del frescor, es sabroso, frutal, con una rica y sana (por ponderada) acidez, es puro equilibrio entre la evolución y la frescura, no muestra cansancio. Final con un toque amarguito y con algo de grasa. 

El tercero vino fue Castillo de Mendoza 2015, de nuevo otro cambio, preámbulo del futuro de la cata:

Color rojo picota con el ribete amoratado.

Es un recital, un muestrario de duelas de barricas, buenas, las mejores. Hay tostados, cremas, especias dulces y picantes, algo de grafito, regaliz y resina. También hay fruta de alma negra y corazón algo rojo, en forma de arándanos, moras, cerezas y grosellas. Fondo balsámico, mentolado y curativo. 

En boca tiene garra y frescor, peso frutal, un tanino sedoso y noble, con nervio y tensión, en parte también, por la rica acidez. Un vino con carácter y amabilidad, ternura y futuro.

Cuarto vino y una sorpresa barbara, tremenda, casi nunca vivida. 

Añada 2003.

Color granate cubierto ribete teja y cierta turbidez.

Es de un rico aroma, fino y especiado, con ese puntito viejuno, bouquet, buen peso frutal son las que dirigen y comandan, mascas la cereza, la ciruela y la mora de barranco, más una confitura de grosellas tramadas todas ellas, con hoja de tabaco y pimientas.

En boca tiene nervio y una rica acidez (en parte es quien nos despista). Lo paladeas, tiene chispa, ensalivas, saboreas la fruta bien madura pero no sobremadurada. Se trama con notas a algarroba, monte bajo y oliva negra, más mentol. Es un vino sensitivo, te estremeces, con peso y personalidad, traspasa al lugar y a su creador. 

Le mande un mensaje al bueno de Pepe (lo digo por la hora) y se alegró sobremanera, pues fue una añada cálida, algo complicada. Enhorabuena campeón. 

Quinto vino, cambio de tercio.

Es de un aroma concentrado, denso, pero nada esquivo o cerrado. Se sienten las frutas negras en forma de moras y arándanos envueltas en notas finas de cueros y terrosidad, carbón y un frescor que deslumbra y sorprende, diría que despista.

En boca entra redondo, goloso, armado y fresco, pesa pero no cansa, sin duda el tiempo lo ha templado sin pérdida de identidad ganando complejidad y nuevos registros.  Final especiado, resinoso y vegetal de flor azul. Nos dejó algo parados al descubrirlo, poco sentido varietal y poco estilo de nuevo mundo, lo dicho, los vinos caminan solos...

El sexto vino y un nuevo despiste.

Vamos año a año. 

Fragante, denso, concentrado, con una buena e intensa fruta negra. Recuerda a la confitura de moras, arándanos y endrina. Sensación dulce de especias como la canela y la vainilla, refrescadas por unas notas mentoladas y vegetales.

En boca entra redondo, sinuoso, con peso frutal, seriedad, es fino, elegante, con una rica acidez que redunda en la frescura y en la fluidez. Buen equilibrio de fuerzas amable y contundente. Disfrutable. 

Séptimo vino de la noche ¿qué pasará?

Paco "juega" con los años y damos un pasito atrás, solo en teoría.

Es de un aroma denso, es como entrar en un bosque de hayas y robles, notas a carbón y de una fruta con corazón negro, arándanos y grosellas. Todo lleno de mentol, es fragante y cambiante, ahora sientes la garriga, el regaliz, finos cueros, tabaco y pimientas que confieren un bouquet tramado y elegante, que no lo hace viejo, sino elegante e interesante. 

En boca es tan tierno y suave como corpóreo. El tanino se muestra tan noble y pulido como firme y terrenal, cargado de nervio y de genio. Rica acidez lo vertebra sabe limar y dar espacio a la fruta con sabor a confitura. Un vino completo con tensión y contenidos. 

Cambio o descanso, final de un buen camino.

Un cava singular, para mí un ejemplo de por dónde hay que ir, buscando la personalidad y el carácter sensorial. 

Buen equilibrio de la frescura y de las notas de la crianza, con una fruta blanca carnosa, envuelta en pastelería y finas notas a lías. En boca tiene carga y amabilidad, frescura, es un bálsamo que se bebe y se disfruta sin medida. Carbónico tramado y fino, real y competente. Sabroso.  

Fuera de cata de nuevo Paco juega al despiste:

Sorpresa, en su delicadeza y "pocas" pretensiones radica su verdad y su valor. Se siente la fruta, las notas de la crianza, tramadas y sinceras, que en la boca se agarra y juega con la burbuja, fresco y amplio, frutal maduro, lías y mantequilla, un guiño un juego.

Y una vez metidos en harina y tras las pinceladas del vino anterior, buscábamos algo con más sentido. 

No está mal pero pasando ahora mis notas de cata, podrían ser perfectamente las del Mim. 

Es de un rico aroma tan profundo como fresco. Hay manzana madura, notas de pastelería, mantequilla fresca, levaduras y pulpa de cítricos secos.

En boca es fresco, libre, jugoso, ligero casi etéreo, se deja beber, solo al final surge un trazo seco que se agarra. Rica acidez, carbónico y burbuja de lujo, como ha de ser. 

Bueno y todo ello con una magnífica cena que Paco Santamaria bordo, una -Torrá valenciana- tomate rallado, alioli, chuletas de la huerta y más...

Las chuletas y el embutido en marcha...

Todo preparado...

El grupo feliz tras la gran cata y la estupenda cena.

  1. #1

    diego_nv60

    Que bien lo pasamos, que bien salieron todos los vinos que han crecido en botella, al cuidado de Paco. En algunos casos retando el paso del tiempo. Han vivido, y muy vivos, creo que más allá del límite que sus creadores estimaron como periodo de óptimo consumo (incluso). Mi enhorabuena a Paco Santamaría por haber tenido la paciencia de retener estos vinos, por su mano en la cocina (verlo currar y comer lo que hace es una delicia) y por tener esa estrella que hizo de esta noche un momento especial.

  2. #2

    Miryam777

    Enhorabuena por el disfrute, también me ha sorprendido el rosado por su aguante, un vino que cate no me digas cuando, y no hubiera apostado que aguantaría más de dos años.... saludos

  3. #3

    Arrutzi_Najera

    en respuesta a diego_nv60
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    Caray! Diego no podría decirlo mejor, si acaso sumarme al agradecimiento a Paco y al Grupdetast por la cata. Ahora a organizar la próxima. Un abrazo.

  4. #4

    Arrutzi_Najera

    en respuesta a Miryam777
    Ver mensaje de Miryam777

    Hola Miryan, respecto al rosado no apostamos nadie. Es realmente un buen rosado (algo irregular según añadas) muy goloso, con fruta y golosinas. La transformación fue tremenda, recordaba, salvando las diferencias y la cata ciegas es lo que tiene, a una Pinot Noir, por la delicadeza y la integración del tanino y de la acidez. Una sorpresa. Al igual que el Estrecho, soberbio, con raza y estilo, grande entre los grandes. Un abrazo.

  5. #5

    Josep_Gallego

    Ecléctica y variada selección desde luego, si además salieron bien los vinos pues enhorabuena por el disfrute y a Paco por los vinos y la cena.

  6. #6

    Arrutzi_Najera

    en respuesta a Josep_Gallego
    Ver mensaje de Josep_Gallego

    Como sé que conoces a Paco, fue más suerte que otra cosa, aunque también he de reconocer, su merito de guarda. Salvo el rosado, que es más difícil, el resto debían estar al día. Saludos.

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