Aires blancos y frescos para la entrada en el verano.

Nuestra última cata fue en el Restaurant El Vermut, de nuestro querido amigo y miembro de Grupdetast, Paco Santamaría, en la Pobla de Vallbona.

A diferencia de otras ocasiones en las que subo la cata en seguida, aún teniendo los vinos frescos en la mente, esta vez en parte por culpa del trabajo y demás cosas, no ha podido ser. Fue el pasado día 14 de julio con los vinos todavía en movimiento pues justo, había llegado de Euskadi.

Vinos blancos de Euskal Herria, se me había ocurrido esa temática y justo Alberto Pedrón me habló de los vinos blancos de la Rioja, le parecían interesantes y con contenido. Y le he de dar la razón pues en la búsqueda recabe con bastantes de ellos, así que pensé en posponer esa cata para otra ocasión, pues faltaban unos cuantos miembros del grupo, y de esa forma poder realizar otra más "sencilla" y que pudiera acompañar a los magníficos platos de Paco.

La cata como siempre a ciegas aunque algo ya se sabía, el primer vino fue:

Txakoli Arri de Rezabal 2018.

90% de Hondarrabi Zuri y un 10% de Hondarrabi Beltza.

Su comportamiento a diferencia de cuando lo caté en Euskadi, es tremendo. Allí se mostró muy vegetal, con una pirecina sana, a piparrak, casi de forma insolente.

En esta ocasión se muestra más maduro sin pérdida de frescor y de juventud.  Ese punto vegetal agradable de unas ricas piparras, tanto el fruto como la flor. Hay fruta blanca bien carnosa, algo leve la tropical, se agradece, lías y flores blancas. Es un vino que ahora mismo se deja más bien intuir, ha de pasar el tiempo para sacarle toda la chicha.

En boca está afilado, entra con una acidez viva pero que no hiere, es sana e integrada, aunque he de decir que me sorprendieron los comentarios de mis compañeros, poco habituados a este tipo de vinos y de acidez. La nariz se palpa en la boca en forma de lías, de la fruta y de las flores. Tiempo al tiempo.

 

Ostatu Blanco 2019

85% Viura y un 15% Malvasía. Viñedos de 30/80 años orientados al sur.

Es de una intensidad media, baja, lo cual es de agradecer pues define con claridad las notas a fruta blanca, marca la ciruela, algo de flores y de hierba. Sensación melosa, lías y cereal tostado.

En boca es un vino con sedosidad y frescura, joven y alegre, apunta maneras y pienso que evolucionara muy bien. Se palpa la fruta blanca, acidez justa (el txakoli ayudo) y agradable, punto de amargor que le dota de seriedad e identidad.

 

Txakoli Urkizahar 2018 Eco

100% Hondarrabi Zuri.

Aquí los descoloque un poco, aunque es la misma añada que el Arri, Urkizahar se mostraba más maduro y con una acidez menos afilada, más chula e interesante. Txakoli del interior de Gipuzkoa, de los viñedos más altos de la denominación.

En nariz es muy rico la evolución en botella lo ha llevado hacia unas notas muy originales. Hay pera y manzana, lías, hierba seca, flores frescas y marchitas, con profundidad y concentración medida.

En boca es tan rico como sabroso, resbala por la boca y se pega en el paladar gracias a un enorme punto seco, sin contradicciones, es puro placer. Además de lo percibido en la nariz se une un pomelo dulce que le da jugosidad y muestra muy a las claras, el futuro y la profundidad de esta variedad, la pone en relieve y en situación. Tiemblas...

 

Lore de Ostatu 2015

50% Viura y 50% Malvasía. Viñedos de unos 80 años. Fermentado en barrica de roble francés y sobre sus lías.

Nos atrapa con su intenso y claro flavor del roble, no manda, la fruta también impone, es rica, serena y bien madura. En forma de manzana y ciruela, algo de melocotón y mucho más suave, la piña. Floral, me recuerda a la mimosa, miel blanca y finos tostados, toques especiados y una profundidad sosegada que dará mucho más de sí.

En boca es elegante, reposado y vivo, sabroso, con carácter y alma, lo da todo. Acidez fina e integrada sabe vertebrar el volumen y dar tensión a la trama especiada y tostada. Fruta golosa y amable a cada sorbo una recompensa. Toda una sorpresa.

 

Mignaberry 2018 Irouleguy

70% Izkiriota 30% Izkiriota Tipia (Gros y Petit Marseng) 4 meses sobre sus lías en fudres de roble francés.

Curioso el efecto de este vino en la cata pues no se sala del contexto pero, marcaba un nuevo perfil, tan interesante como curioso.

Es de un aroma maduro nada cansino, sincero y profundo, con alcance. Casi puedes morder a un melocotón, me gusta la sensibilidad y como arropa la madera, pimientas y dulzor, caramelo y hierbas aromáticas. Es singular.

En boca tiene nervio y casi desmiente a lo percibido en la nariz, tiene nervio, está vivo en parte gracias a la acidez tan fina como electrizante en comparación al anterior vino. Es pura armonía pues tiene densidad, es untuoso y ese alma de madurez surge del fondo para dotarle de volumen y carácter. Pequeño pero matón.

 

Valserrano Blanco Fermentado en barrica 2019

100% Viura viñedo de unos 30 años situado en altura y terrenos muy pobres. Fermenta y se cría seis meses sobre sus lías en barricas de roble francés.

Es de un aroma intenso, que no descarado, es rico, sabroso, notas ahumadas, cítricas, florales y frutales. Resaltan el melocotón y la ciruela blanca.

En boca es tierno, rico y sabroso, equilibrado y alegre, se deja beber y no se le echa en falta el poco tiempo que lleva embotellado, pues sabe expresar de forma clara, todo lo que lleva dentro.

 

Doniene 2016 Gorrondona

100% Hondarrabi Zuri. Con sus levaduras autóctonas y posterior crianza sobre sus lías. Pasamos a Bizkaia y a uno de los vinos más "viejos" de la cata, quizás sintió un poco más que el resto de los vinos el camino, no obstante estamos ante un gran, gran vino.

Aroma maduro incluso de cierto toque viejuno. Se templa y se refresca mostrando una rica fruta blanca y melosa, en forma de manzana, pomelo y albaricoque. Notas florales, pétalos de rosa marchita, polvos de talco, lías, terruño, salinidad.

En boca la entrada es "dulce" rompe con cualquier estereotipo del txakoli, no es que los despiste, los lleva donde quiere. Es agradable, sereno y fluido, con una acidez que habla de lo que fue pero que ahora se muestra tersa, rica y sabrosa pero a la par tenue y agradable, civilizada. Lo lanza y le da personalidad, retumba la nariz con la fruta aún más marcada al igual que las notas de salitre, de mineralidad, de complejidad y de que bien ha sabido llevar el paso del tiempo, dando de nuevo un  perfil de longevidad a la Hondarrabi Zuri, el Txakoli, no es fugaz, sabe madurar y crecer, aquí tenemos un maravilloso ejemplo.

 

Orchidea Cuvee 2016 Inurrieta

100% Sauvignon Blanc. Criado 8 meses en roble francés sobre sus lías.

Magnifica la evolución y definición de este vino, nadie supo decir que era una Sauvignon, lo digo por todo lo bueno que eso comporta.

Elegante, marca desde el inicio y no se va ni al final. Rica y profunda crianza tan especiada, pimienta rosa, clavo, canela, vainilla, como ahumada, café, toffee y grafito. Sabrosa fruta madura, melocotón de viña, piña en almíbar, concuart, algo de botrytis, orejones y hierba seca.

En boca es armonioso, con un regusto entre dulce y maduro, frutal y otro toque seco, herbal y serio, junto a una acidez que aún "pica" y le da un punto sabroso y de estimulo que no quieres que se acabe nunca...

 

Urtaran 2015 Bat Gara

95% Hondarrabi Zuri y 5% Riesling. 8 meses sobre sus lías en barricas de castaño y roble francés.

Me fui de forma deliberada a Araba y con este gran Txakoli, distinto en concepto y en concepción. De nuevo los sorprendí y creo que se reconciliaron con la variedad y pudimos decir al unisonó, larga vida al txako...

Es de un aroma denso y concentrado, sin intimidación, elegante y con contenido. Es un recital de aromas y un estimulo para los sentidos. Hay notas florales, miel, cera, frutal blanco, membrillo, meloso, lías, fino aspecto tostado y especiado. Salinidad y frescura con una personalidad imponente.

En boca la entrada es suave, pasa sin herir, luego se queda clavado en el paladar, sale el alcohol y le da un aire profundo y balsámico. Mascas la fruta, sientes una ciruela, una manzana reineta, una delicada piña. Saboreas su rica acidez salina, casi pétrea. Se insinúan los ahumados y las delicadas especias, pimienta rosa y nuez. Buen toque amargo y seco (quizás sea la madera de castaño) que redunda en su longitud y en el eco que deja retumbando en forma de recuerdos. Un vino soberbio.

Fuera de la cata (los veréis en la foto de familia) catamos el vino Lluvia Rosado de nuestro amigo y miembro de Grupdetast, Alberto Pedrón.

Lluvia 2017

70% Royal y 30% Garnacha.

Es de un aroma meloso, algo maduro, se aprecia el paso del tiempo en el buen sentido de la palabra, dotándole de cierta complejidad y profundidad. Corte frutal en el que se aprecian las cerezas desde el corte maduro, mermelada y el licoroso, fresitas, notas a campo, calabaza asada, lilas y granada, casi nada...

En boca entra con suavidad sin herir hasta que el alcohol da un golpe elevando e intensificando todo el corte frutal y jugoso que alberga el vino, le da un aire profundo, engaña en las formas no en el contenido. Disfrutable.

 

Arzuaga Reserva 2011  

Uno se "cansa" de escribir, de poder conjugar la cata con los sentidos y con la conversación y que tal vez, esta ha sido de las catas más irreverente de todas y cuesta estar a todo. Como ya sabemos todas quien es nuestro amigo, dejo solo unas pocas palabras que hablan de él...

Nos muestra un rico aroma de fruta compotada, tan firme y sereno como concreto, me gusta, te regodeas en él. Es algo profundo y con alma joven, pues se siente frescura dentro del marco clásico dotado por la crianza y la madurez. Atrapas las moras y los arándanos entre pimientas, clavo y finos tostados.

En boca es un guerrero, el tanino es tan vivo como armado, con presencia al igual que la fruta y la crianza. Conjunto rico y con marcado carácter y personalidad, la acidez le da un plus y lo sabe calibrar. Está en un punto un tanto difícil, entre duro y rudo, cuestión de esperar...

Los platos de Paco Santamaría en el Vermut fueron los siguientes:

Todo un deleite de sabor, melosidad y concentración marina, conjuntados con los vinos, tal para cual.

Una sabrosa Corvina a la brasa...

Los diferentes cortes del Atún...

 

Y esto es todo.

Arrutzi Nájera.