Que bien lo pasamos, que bien salieron todos los vinos que han crecido en botella, al cuidado de Paco. En algunos casos retando el paso del tiempo. Han vivido, y muy vivos, creo que más allá del límite que sus creadores estimaron como periodo de óptimo consumo (incluso). Mi enhorabuena a Paco Santamaría por haber tenido la paciencia de retener estos vinos, por su mano en la cocina (verlo currar y comer lo que hace es una delicia) y por tener esa estrella que hizo de esta noche un momento especial.