Aventuras Vinícolas, Camino de Santiago

El Camino de Santiago, que todos conocemos,  transcurre entre algunas de las mejores zonas productoras de vinos de la Península.  Quizás el apóstol tomo sus fuerzas del mágico brebaje y gracias a este, pudo recorrer tan extensos territorios. Estos pensamientos nos hacen emprender este reportaje, con la imagen de la concha que nos sigue y protege; tanto como nos señala el trayecto.

Este año 2014, la afluencia de peregrinos ha sido muy considerable. En los caminos habilitados para el senderismo y las bicicletas, no paran de pasar caminantes; la mayoría a pié. Se adivinan muchas nacionalidades; el aspecto nórdico de muchos participantes los delata.  Pero para recorrer el camino, no hace falta ser de ninguna nacionalidad concreta, ni siquiera tener fe en un credo apostólico; solo hace falta tener un motivo y las fuerzas necesarias para continuar.  La belleza de los parajes que hay que cruzar, alimenta la perseverancia del peregrino con paso firme.

Solo disponemos de cuatro días, para visitar un tramo del camino; que nos llevará desde el Penedés, a Haro en la Rioja, para cruzar tierras Castellanas y llegar hasta León. Desde León, nos desplazaremos durante un día entero hasta el Bierzo, visitando las principales ciudades productoras, incluyendo Villafranca.

Es un largo trayecto, cruzar toda España, o casi toda, en nuestro vehículo. Esto se hizo patente en el viaje de regreso, que hicimos de una tirada, parando solamente para los necesarios descansos.

Primer destino. Haro, La Rioja.

Cuando llegamos a Haro, la capital del vino de Rioja, lo primero que hacemos es ir a tomar una copa de vino, como no, a la plaza de la Paz. Este es el centro neurálgico de Haro; desde donde salen todas las calles importantes para los amantes del vino y la gastronomía.

Nos sentamos en la terraza del Pub de Rodriguez Alonso.  Pedimos un tinto crianza y un blanco, no pedimos marcas, porque queremos ver lo que se consume actualmente. Nos sirven directamente con una botella magnum de Señorío de Villarica Crianza. Descubrimos un vino de gran tipicidad con su denominación de Origen. El señor Alonso no dejará de darle conversación en cuanto usted le requiera. Pero tenga cuidado, en realidad son dos hermanos y de gran parecido ambos. Si reanuda una conversación anterior, cerciórese de que es el mismo, o le pondrá cara de sorpresa.

Las calles adyacentes a la plaza de la paz, conforman un espléndido conjunto, emplazado en el casco antiguo, están llenas de tascas y vinotecas. El paraiso del aficionado. Aquí se encuentran buenas ofertas, esencialmente de vinos de Rioja, claro. Podemos encontrar casi todas las referencias de la denominación; pero además por añadas, botellas antiguas y descatalogadas. No podemos resistirnos a adquirir un lote del Viña Pomal Crianza, de Bodegas Bilbainas, que encontramos a muy buen precio.

Los citados hermanos Alonso tienen una vinoteca en la calle Conde de Haro, 7, pero hay unas cuantas más. Junto al citado pub, encontramos una de las que tienen mayor surtido, en la misma plaza. Se trata de mirar, preguntar y comparar precios. Cune, Dinastía Vivanco, Muga, Azpilicueta, Viña Tondonia, Luis Cañas,… Las tiendas son verdaderas exposiciones, donde el aficionado pierde conciencia del tiempo y el lugar; recuerda sabores y sensaciones  y, se sumerge en un mundo de etiquetas, estantes y contenidos.

Entramos en la vinoteca Casa Quintín, La Catedral del Vino. Vayan ustedes con tiempo, porque iniciar una conversación con su propietario puede necesitar de horas o incluso días. Acabamos hablando de la cata. Se muestra muy escéptico con los catadores, cosa muy extraña dado su oficio. Incluso exclamó que un catador famoso, dijo que un vino olía a ropa interior de mujer; pero el mismo, nos cuenta que el vino puede tener aroma a ropa limpia. Ya saben! Tengan en cuenta la colada para nuevas clases de cata.

Para cenar, disponemos de un gran número de establecimientos, que conviven puerta con puerta. El casco antiguo de Haro, nos recuerda mucho a la famosa calle del Laurel en Logroño. Gran animación y concurrencia, que optan por los vinos y tapas, o por un menú en toda regla, o a la carta. Pese a la rusticidad en la decoración de la mayoría de los establecimientos, la gastronomía es de buena calidad y moderna. El género es de categoría. Cada establecimiento tiene su especialidad.

No olvidemos la riqueza gastronómica de la Rioja y su diversificación. Cuenta con productos hortícolas de todo tipo, entre los que cobran relevancia los pimientos y el champiñón. También las pochas y los caparrones. Es famoso el queso camerano, el chorizo, el cabrito y su vaca serrana. Entre sus dulces hay que probar los fardalejos de Arnedo (otra bella localidad) o los mazapanes de Soto.

Para la cena, optamos por un viejo conocido, el restaurante Chamonix, en la calle Sto. Tomás, 16. Un ambiente desenfadado.  Para comer aquí, hay que saber como funciona, que no es a la manera normal. El comensal es el que apunta su comanda en unas listas que nos facilitan. El camarero recogerá nuestro pedido, y a cambio nos dará un tiquet con un número. Si la afluencia de clientela al local aumenta, cantarán nuestro número por los altavoces y podremos recoger nuestros platos en la barra. Hay que estar atento. La comida es estupenda. Las raciones, de todo tipo, son la mejor opción.

Fiestas riojanas

Muchos las conocen, pero otros no. Para los segundos, haremos una breve relación, por su importancia cultural y relación con el mundo del vino.

• La Batalla del Vino. Haro, 29 de junio.
• San Bernabé. Logroño, 11 de junio.
• La Danza de los Zancos, Anguiano, 22 de julio.
• San Mateo. Fiestas de la Vendimia, Logroño, 21 de septiembre.
• El Robo de los Santos, Arnedo,  27 de septiembre.
• Otras: ferias agrícolas y concursos anuales en Logroño. En los que tiene especial relevancia el vino, que se cata y valora. También están las religiosas, como Sta Ana; o la Procesión del Humo, en Arnedillo, el 30 de noviembre.

La Cooperativa Virgen de la Vega

La visita a sus instalaciones, para un primer contacto, era uno de nuestros objetivos en Haro. Por tanto al día siguiente de nuestra llegada, nos acercamos a la Avenida de Santo Domingo, 42, donde está ubicada. Pasamos a la sala de cata, donde podemos degustar algunas de las nuevas añadas.

El tinto joven del 2013, tuvo una calidad excepcionalmente buena. Pero este año viene mucho más suave en aromas que el anterior. Se embotella bajo la marca Barón de Terón y se confecciona exclusivamente con tempranillo. El mejor este año, sin entrar en el resto de la gama que todavía nos falta catar, es el blanco; que se elabora 100% con la variedad viura, fermentado en barrica de roble y se comercia con la marca Dominio de Arus. Su viticultura se remite a la Rioja Alta, con un rendimiento de 7500 Kg. Por Ha. De color amarillo pálido, destacan sus aromas a fruta madura, toques de heno, notas alimonadas y frutos secos. Presenta mucha tipicidad varietal y una madera bien integrada.

La Cooperativa posee una marca más, Beturia, que recibe los tempranillos jóvenes, tintos, blancos y rosados. Los crianzas se embotellan como Dominio de Arus y saben a fruta madura, vainilla y chocolate. Tienen 14 meses en barrica de roble americano.

El producto estrella es Unvega, de vendimia seleccionada. Proviene de viñas de más de 50 años de antigüedad, con unos rendimientos de unos escasos 4000 Kg por Ha. Fermentado en cubas de acero inoxidable; se trasiega a barricas nuevas de roble francés, donde realiza la fermentación maloláctica y  permanece 12 meses más. De aromas y maderas perfectamente integrados, le encontraremos frutos rojos de bosque maduros, toques de vainilla y tostados. Muy sabroso, elegante, de paso suave pero con nervio. Se le prevé una larga vida en botella.

Y tras descubrir esta gran casa, tan antigua en Haro, podemos reemprender nuestro viaje.

Castilla y León

Dicen que para ser peregrino hay que llevar buen calzado y conocer las reglas oficiales. Una vez iniciado el camino, dependemos de la fortuna. Soledad, agua, frio y viento, estos serán nuestros compañeros en el Camino. Dice Juan Ignacio Cuesta en su Guía Pagana del Camino de Santiago.
Yo creo que el Camino es una búsqueda en tu interior. Una reconciliación con el mundo. El nuestro también.

Cuando nuestro vehículo llega a la ciudad de Burgos; el destino parece ya muy cercano. Combinamos los tramos de autopista con los de nacional, para hacer pequeñas paradas. Allí volvemos a encontrarnos con los peregrinos; los de verdad. El mundo se ha vuelto dorado, de inabarcables extensiones de cereal maduro. Los pueblos son más pequeños y se come de manera suculenta y honesta, entre alegres conversaciones.

A las tres horas aproximadas de dejar la Rioja, divisamos por fin la ciudad de León. Como he visitado esta ciudad en varias ocasiones, conozco a sus gentes y su gastronomía; y se que necesitaría un capítulo a parte para describirla. Gran ciudad, llena de historia, de fiestas y de vida.

El Bierzo

Objetivo descubrir el mencía. Queremos familiarizarnos con las variedades de viña que se cultivan en las tierras de León. Vamos a visitar todas las poblaciones que sean representativas de la zona Bierzo en un solo día. También las blancas, Godello y Doña Blanca.

En tan poco tiempo, solo podremos visitar un par de bodegas, disfrutar algo de la gastronomía y de los bellos paisajes; y hacer alguna cata. Así que empezamos por Villafranca del Bierzo, que sería la capital del vino de esta zona.

Atrás dejamos las catas del Pétalos, de Bodegas Palacios, de esta localidad, que teníamos como referente.

Bodegas y Viñedos Ledo

Cerca del centro de Villafranca, se encuentran estas bodegas, sitas en la calle Estación, 6.  Cuando llegamos, el propietario, Alberto Ledo, se encuentra haciendo obras, para mejorar sus instalaciones. Me recuerda mi caso. Deja su trabajo para atendernos. Nos muestra la sala de fermentación, con sus cubas de acero inoxidable y nos explica su historia. Su bodega era antes una fábrica de almíbares y conservas, fundada en el año 1818. Continúa haciendo mermeladas y los famosos pimientos rojos del Bierzo, en este caso dulces. Pero optó plenamente por el vino y,  por el enoturismo.

Sus vinos están premiados. Consigue los 92 puntos de la Guía Peñín, las tres estrellas Decanter, un Zarcillo de Oro y buenas críticas de periódicos y de especialistas.
Trabaja exclusivamente con la variedad mencía para los tintos y con la godello para los blancos, de viñas propias. Al crítico de vino Juan Fernández Cuesta, le gusto; lo puso muy alto.

Alberto nos propone una cata. Los blancos son muy varietales, con la manzana muy presente y toques herbáceos. A mi me recuerda otras frutas amarillas, pero todos no están deacuerdo.

Los tintos son potentes, con diversidad de aromas primarios.  La crianza les enmascara la fruta, pero los hace suaves y de paso amplio en boca, pero cálidos, con mucho componente mineral.

Son muy buenos, así que me llevo su vino exclusivo, de producción limitada, que titula Club de Barricas junto con un tarro de sus pimientos asados dulces. Un reserva de viñas viejas con 37 meses en barrica de roble y 12 en botella. Solo se hacen 1.200 botellas. No puedo aportar una nota de cata; habrá que esperar a su descorche, que espero cercano; pero que presiento será, uno de aquellos momentos por los que habrá merecido la pena hacer tan largo viaje.

Nos despedimos de Alberto, que nos comenta a petición nuestra, que sus vinos los exporta a Alemania, Suiza y hasta el frío estado de Michigan en EE.UU, pero no os preocuéis, en España también se encuentran por toda la provincia de León, la Comunidad Valenciana, Madrid, Barcelona...

De vuelta a casa habrá que saborear lentamente los que nos hemos traído; por lo menos, hasta que podamos volver a Villafranca.

Más Bierzo

Villafranca-Cacabelos-Ponferrada-Astorga.

Cuando llegas a Cacabelos, te dedicas a disfrutar. Disfrutas del paisaje, de la arquitectura, de todo lo que te ofrecen las gentes de esta pequeña localidad. La vida de Cacabelos, parece concentrarse en una sola calle de gran longitud, la calle Santa Maria. Va de punta a punta del pueblo. Los peregrinos abundan. Llegan con sus pies muy doloridos y se quitan las botas, y reposan en los bancos de la calle. Pero aquí tienen albergue y buenas mesas que despachar. No tendrán prisa por continuar el camino. Cacabelos es una parada y un descanso; y como así lo entendemos, buscamos mesón donde recuperar fuerzas. Comemos muy buena ensalada, pimientos y carnes; con pan muy sabroso. Pago e invito a mi grupo, con los consiguiente regañadientes de todos.

Muy cerca tenemos una bodega que sorprende por muchas cosas. Martín Codax, desembarcó en el Bierzo en el año 2003. No es la primera iniciativa gallega que acomete tales proyectos. Ya conocemos sus albariños, y su buena RCP, vamos a ver que hace en el Bierzo.

Cuatro Pasos está en la calle Santa Maria, 43, en Cacabelos. Sus instalaciones son muy diferentes a las de Bodegas Ledo, que visitamos anteriormente. Hay mucho diseño y mucho marketing, dentro de este edificio histórico totalmente restaurado. Hacen visitas, enoturismo y catas. Vale la pena realizar esta visita por muchos motivos; por descubrir lo que un grupo de viticultores que se establecieron en Cambados, serían capaces de hacer en una casona del Bierzo.

Hacen un vino 100% mencía; pero ojo, con viñas viejas estabilizadas, de más de 80 años de antigüedad. Eso da mucho carácter a los vinos, porque además las viñas viven sobre pizarras. A su vino Cuatro Pasos,  le llaman el vino del oso. Parece que la gran altitud de los viñedos inspiró este nombre. En la etiqueta, el oso dejó la marca de su pisada. El vino es de color rojo guinda y reflejos violáceos. Se optó por una corta crianza, tan solo dos meses de roble. En nariz presenta fuerte intensidad. En boca muy frutal, tanto como su retrogusto. Frutas rojas maduras. Potente pero con equilibrio, persistente, elegante.

Martin Codax

No responde al nombre de un productor. ¿Sabeis quién era?  Es el nombre del más famoso trovador gallego de la antigüedad; del que todavía se conservan sus cántigas en idioma galaico-portugués, en las que canta al amor y al mar que baña sus costas.

Esta asociación de productores gallegos se cotiza al alza. No solo por ocupar portada actualmente en Verema y por tener un reportaje completo en la revista Vinos y Restaurantes (julio), de Enrique Curt. Es un puesto ganado a pulso, por mantener una gran RCP, en unos vinos que se distinguen. Su calidad es estable en el tiempo, no se trata de algo nuevo. Tienen 450 Ha de albariño, y compran a 550 familias gallegas; además de su nueva inversión berciana. Siempre apostando por las variedades autóctonas y por los viñedos ancestrales.

Tras nuestra vinícola visita, nos acercamos hasta Ponferrada, donde se está celebrando la Fiesta de los Templarios. Tiene el escenario del magnífico castillo. Toda la población va vestida con ropas similares a las que usaron estos monjes guerreros. Visitamos el mercado de oficios medievales, el castillo y alguna taberna; porque todo son cuestas; y de tanto subir y bajar, hay que coger fuerzas.

Creo que esta vez no llegaremos a Santiago. Pero ya recorrimos bastante Camino. Creo que no somos malos peregrinos después de todo.

Agradecimientos: gracias a Alberto Ledo por atendernos teniendo tanto trabajo como tenía cuando llegamos. Me disculpo por interrumpirle y por dejarme explicar al grupo el método de crianza sobre lías. Gracias a Andrés de León por regalarme el libro Vinos Divinos, Bierzo y Tierras de León, de Rafael Blanco y José Peñín. Gracias a todos los bercianos y leoneses por tan buen acogimiento.

Gracias a los peregrinos por su perseverancia en el Camino.

Joan Camps.
Serra d’Ordal, Barcelona.
Mes de Julio del año 2014.