Atando cabos
Quien haya tenido oportunidad de participar en una cata vertical, estará de acuerdo que es uno de los ejercicios más interesantes dentro del mundo del vino. En este tipo de catas puedo darme cuenta de la hechura de un vino de una misma marca a través del tiempo. Esto es aún más interesante cuando se trata de uno de los vinos consentidos de la peña “Vino por Placer”. Gracias a Jorge Escalante originario de Chile, miembro del grupo, pudimos disfrutar de esta vertical. Sus frecuentes viajes a ese país le permitieron hacerse de estos tesoros. Empezamos con el 94 seguido de otros siete hasta el 2000.
Viña San Pedro vinifica desde el modesto y comercial Gato Negro y Gato Blanco hasta el majestuoso Cabo de Hornos. Esta bodega ya cumplió 140 años que se dice pronto pero encierra mucho esfuerza y perseverancia.
Viña San pedro es el segundo importador de vinos en Chile, presente en los cinco continentes. Los viñedos están situados en Molina, en la Vll región del sur de Chile con 1200 Ha. Que sumadas al resto por los valles de:Maipo, Casa Blanca, Rapel, Curicó y Maule suman 2500 Ha. Los orígenes se remontan a 1865 cuando los hermanos Bonifacio y José Gregorio Correa Albano, quinta generación, adquirieron los terrenos que habían cultivado sus antepasados, y comenzaron la elaboración de los primeros vinos.
Cabo de Hornos es 100% Cabernet Sauvignon del Valle de Lontué, se vendimia a mano en cajas de 15Kg. Y tiene una crianza de 18 meses en roble francés. Cabe destacar que el nivel de alcohol ha subido paulatinamente de 13,5 de la añada 97 hasta 14.2 de la añada 2000. Detalle que me hace reflexionar sobre el cambio climatológico.
1994
Esta fue la primera añada de Cabo de Hornos. Su nombre hace honor a la zona más austral de Chile. Obra del enólogo francés Jacques Lurton. Cien por ciento Cabernet Sauvignon, fermentación en cubas de roble francés, entre 26 y 28°C, con una maceración que dura entre 8 y 10 días. Este vino presenta un color algo evolucionado: rojo ocre, brillante. Aromas de fruta roja madura, maderas muy finas y tabaco rubio. En boca es amplio, elegante de taninos presentes y con una excelente acidez para evolucionar todavía a favor unos cuantos años.
Calificación grupal: 8.7
1995
Color granate, de nariz cerrada al principio, abriendo con el aire a caja de puros, piel de rusia, ciruela roja y cerezas. Después de media hora surgen aromas mentolados y de romero. De paladar robusto, ataque amplio con la fruta y la madera muy integradas.
Calificación grupal: 8.5
1996
Este vino presenta una nariz especiada con pimienta negra con un fondo de fruta negra en sazón, menos complejo que los anteriores. Al igual que en boca es más directo y monolítico con un final un poco amargo.
Calificación grupal: 8.9
1997
Año de clima cálido y producciones con bajos rendimientos. Notas vegetales, tierra mojada, cuero fino y fruta negra en sazón. En boca de buen peso, de tanino áspero y final largo.
Calificación grupal: 8.7
1998
Año de clima fresco y vendimias más tardías, haciendo que la uva madurará más lentamente. Al igual que el 97 es un vino con tendencias a la modernidad, con una capa alta, asperezas en el paladar y menos expresivo en nariz que sus tres anteriores hermanos.
Calificación grupal: 8.7
1999
En este año se presentaron temperaturas por arriba que las del 97, con producciones muy limitadas. Gran vino, de nariz muy compleja: chocolate amargo, fruta roja en sazón y notas térreas de champiñón con un fondo de ahumados. En boca es áspero, abigarrado con mucho extracto sin perder elegancia, final largo y un poco amargo. Un bebé que tiene mucho que dar en los próximos diez años.
Calificación grupal: 9.5
2000
Año frío y lluvioso. Un vino para guardar, parecido al anterior (99) pleno de juventud y corpulencia, de corte entre clásico y moderno, buena nariz, compleja y profunda, en boca falta que se lime con el paso del tiempo.
Calificación grupal: 9.3