Al principio parece que tiene una nariz notablemente más corta que la boca, la cual es larga, con frutos secos, un nosequé de whisky, ligeramente salino... Con el paso de los días (y han sido diez días lo que ha durado) el vino no ha hecho más que crecer en todos los sentidos. La última copa no ha sido menos que excelente. ¡¡ Más !!

En vista del éxito optenido con la botella anterior, he descorchado otra para confirmar las excelentes cualidades.

Las sensaciones son bastantes parecidas, aunque en esta ocasión el paso hacia el amontillado parece que esta más pausado.

Grande, enorme, me gusta tanto en este estado como en el indicado más abajo. VINAZO de cualquiera de las maneras.

Color amarillo dorado-claro con toques brillantes, bastante atractivo.

Aromas de muy buena intensidad donde destacan los frutos secos y las maderas usadas, especias blancas, toques de frutos blancos, herbáceos y leves punzantes.

En boca es una maravilla, es sabroso y fresco, el paso de boca con gran expresividad y al mismo tiempo voluminoso, grande la estructura y la viveza, es muy rico y ademas tiene gran complejidad, resultando muy serio en el paladar, largo y muy persistente el final, con recuerdos frutosos y conatos de amontillado.

Maravilloso FINO, que va para amontillado pero a ritmo de "sprinter".

Dorado intenso limpio y brillante.
En nariz es intenso y sutil, fresco y definido por una parte y complejo y profundo por la otra. Notas de frutos secos sobre un fondo herbáceo y mineral, además de trazas de maderas finas y un ligero recuerdo infusionado.
En boca es donde muestra su tremendo nivel siendo uno de los mejores finos montillanos que hay disponibles en el mercado, muy bien balanceado entre fuerza y frescura, de paso envolvente y con mucho carácter y un final de gran longitud que deja recuerdos de frutos secos amargos y trazas minerales. Gran persistencia.
Nueva edición de este soberbio fino amontillado que por razones burocráticas no puede llamarse así y lo cierto es que resulta sumamente descriptivo, pues es un fino que ya ha terminado el camino biológico y se inicia en el oxidativo. Es puro oro montillano. Un grande.

"Un fino que va para amontillado" reza la etiqueta y no por casualidad...
Proviene de Pérez Barquero.

Amarillo dorado con destellos ocres y oro viejo.

Nariz de notable intensidad, muy fina e interesante, notas de barnices de inicio que van abriendo a infusión, frutos secos, maderas viejas, con un deje ahumado de fondo y un toque ligeramente dulce que denota su origen montillano.

En boca es potente y envolvente pero sin notas discordantes, muy equilibrado, denota bien a las claras esos toques oxidativos de fino amontillado, manzana y frutos secos sobre un fondo ahumado, conformando un conjunto de gran frescura y notable mineralidad. Persistente final de gran calidad.
Final de larga duración que deja recuerdos a almendra y tabaco.

Comparado con finos muy viejos catados recientemente, en concreto con ese Alvear Carlos VII, va en una línea de mayor equilibrio y frescura frente a la tremenda potencia sápida y la enorme complejidad adquirida por el primero.

Pero de lo que no cabe duda cuando abres una botella del Equipo Navazos es que vas a beber un pedacito de la historia de Jerez y un vino de altísima calidad.

chapeau maestros!

Dorado con destellos anaranjados. Limpio y con brillo.
La nariz no es salvaje ni voluptuosa, pero posee un nivel considerable de equilibrio, limpieza y elegancia. Leves notas a manzana reineta y guinda, frutos secos, plum cake, una pizca de agua de azahar, canela, ahumados, desván y un profundo toque pedregoso y balsámico.
Las sensaciones en boca son muy similares: cada sorbo desprende armonía sin vaivenes. Es fresco y presume de una acidez y una mineralidad a partes iguales. Alcohol perfectamente integrado, 15º que parecen menos de 12.
Final de larga duración que deja recuerdos a almendra y tabaco.
Creo que esta nueva saca está más que lista y que aunque aguantará mucho tiempo en botella, ya se puede disfrutar enormemente. Como he mencionado antes, no es un fino con mucha pegada pero por contra es uno de los más distinguidos que encontraremos actualmente.

"Un fino que va para amontillado". Dorado con destellos oro viejo. Nariz intensa, seductora, tremendamente expresiva si bien no muy voluminosa, muy marcados toques de crianza biológica, recuerdos a buhardilla cerrada, suaves matices punzantes, toques de frutos secos, recuerdos a especias exóticas (cardamomo, cúrcuma,...). En boca destaca porque frente a sus parientes jerezanos la sensación glicérica es casi inexistente... resulta muy fluido, fresco, pero con enorme profundidad. Largo y evocador.