Se presenta con un color rojo picota de capa media-alta y ribete granate, de lágrima densa y tintada.
En nariz se muestra mineral desde el principio, con fruta roja en licor y final balsámico. En boca presenta una entrada potente, vuelve esa fruta roja, esa mineralidad, con toques de café de fondo, donde vuelve a tener ese toque balsámico.
Buen cuerpo, buena acidez, de trago largo y persistente en el que se queda en boca un ligero mentolado.

A la vista se muestra con un color picota, con ribetes y destellos de color violáceos y algo de rubí, con una capa de tipo media alta y lágrima de densidad densa, ancha y lenta.
En la nariz se presenta con una intensidad media, con la fruta de tipo roja madura, algo de licor y muy poco más expresivo en la nariz.

Al paso, resulta con una buena potencia, con sabrosidad, con la fruta presente y en conjunto bastante aterciopelado.

El corcho de una buena calidad.

Como conclusión, discreta la nariz y muy buena la fase bucal.

Botella con etiqueta de color gris circular y una contraetiqueta con información suficiente y variada.

Como suele ser demasiado frecuente, pero por ello no menos cierto, mejorara con mas tiempo en la botella.

En copa capa negra alta-opaca y lagrimón.

La nariz es más bien compleja, la fruta en licor destaca así como el cacao-chocolate, regalices hierbas de monte.

San Román en sus añadas de 2.003 fue una añada memorable que se dejaba (vaya que si se dejaba) beber en esta de 2.007, no obstante creo que en las últimas añadas ha evolucionado hacia una uva más larga y más de guarda. Aquella añada de 2.003 fue de las que se masticaba más que beber.

Este 2.007 no es que no se pueda beber, que si que se puede, sino que la sensación es de que el tanino está trabajando y los recuerdos a madera predominan sobre el conjunto. No hay que olvidar que se embotelló en 2.010 después de 25 meses en barricas, así que yo creo que lo mejor es dejarlo dormir y descansar hasta dentro de unos añitos. De todas formas ya deja entrever esa potencia carnosa y cremosa marca de la casa.

Picota/granate oscuro. Nariz intensa, bastante expresiva, con volumen, hay matices tostados, algo de chocolate negro, fruta roja madura y un toque final de menta fresca. En boca ataca intenso, con volumen, concentrado, tanino marcado, algo terroso, acidez correcta y bastante persistencia. Un Toro con notable finura....

Picota oscuro con ribete rosa. Capa alta. Limpio y con mucho brillo. Lágrima densa.
En nariz es intenso y envolvente; abierto desde el primer momento, muestra unos encantadores tonos a fruta negra madura, After Eight, humo de tabaco, menta, madera y minerales.
En boca aparece redondo, con unos taninos que aunque se podrán domesticar algo más, ya lo hacen completamente bebible. Madera y alcohol marcados. Buena acidez. Sabores parecidos a los que hemos reconocido en nariz: guindas, moras, balsámicos, chocolate, tabaco, vainilla y bosque húmedo. El paso es placentero, fino y al mismo tiempo dotado de una buena corpulencia.
Final largo y perfumado, con una gran mezcla de recuerdos. Los mismos que hemos observado en boca y nariz.
Me ha gustado mucho más que el 2006, por su conjuntado repertorio, sus sugestivas notas y el buen trabajo realizado con la madera, indudablemente presente, pero que no resta ni tapa nada de lo demás. Muy bueno.

Primera botella de esta añada 2007, a la que encuentro tal y como me tiene acostumbrado este San Roman con gran intensidad en nariz, con mucha fruta madura y notoria presencia de su paso por barrica ( chocolates, cacao, cafe, tabaco...) pero la nota mas intensa en esta añada y por el momento son sus balsamicos, inundan los eucaliptos y laureles.

En boca calca casi por completo la nariz, sorprende lo sabroso que se encuentra ya, con unos taninos redondos y amables, de trago largo y final torrefacto.

De nuevo otro gran San Roman.