No se si lo entendimos o la botella no estaba en buen estado, pero en general a los ocho que lo catamos nos parecio muy alcoholico y oxidado.
El color es un dorado intenso.
En naiz en principio salen aromas de reduccion y de oxidacion, es metalico, la madera no parece limpia como de mueble viejo, la fruta esta muy escondida, aromas ajerezados.
En boca mejora bastante aunque la licorosidad destaca de nuevo, es mineral, curiosamente da la sensacion de algo de carbonico, es amplio, la acidez algo justa y con un final amargo.

Después de haber probado este vino no comercializado en años anteriores, destapo por fin esta botella, que se ha elaborado para celebrar los 10 años de la bodega, con un homenaje a Martí i Pol; incorpora una magnífica poesía del aigua de llum. Color dorado muy brillante, con aromas minerales, metálicos y tonos frutales. En boca un poco alcohólico, muy mineral, potente y una longitud considerable. Un gran vino con un defecto que es su alta relación calidad precio, pero aún así y todo gran vino

Producción limitada de 820 botellas

Visual: Amarillo dorado con reflejos oro, amarillo subido e intenso.

Olfativa: Alta intensidad, complejo, impresiones de manzanilla y fino, notas punzantes, almendra tostada, membrillos, fondos cítrico confitados, mueble viejo, barnices, infusiones, almendra garrapiñada, cremas, pastelerías de fondo, muy interesante y complejo, ya aparece cierta mineralidad cálida de fondo, notas licorosas, que lo enmascara, bombón en licor, anís, fruta tipo plátano muy maduro.

Gustativa: Es muy licoroso, cálido, cierta notas discordantes, maderas nuevas, acidez suave, amargo, punto dulce, muy pesado y envolvente, bastaste largo, final complejo siguiendo la línea de la nariz. Vino difícil y duro. Supongo que en unos años el alcohol se domará algo.

35€aprox

Color amarillo tipo oro viejo muy intenso, el cual cuando hay poca cantidad presenta iridiscencias verdosas. Lágrima abundante con lenta caida.

En nariz es muy complejo, ya que en un principio se muestra entre mineral y metálico (me ha recordado el cobre, y ya anticipa que es muy alcohólico.

En boca lo primero que me ha llamado la antención es que la minerlidad, y sobre todo, sus aromas metálicos, son los primeros atributos que se saborean, junto con grandes notas a vainilla. Al cabo de un cierto tiempo, se notan sabores a naranja, y finalmente me han venido a la mente el sabor del ron. De post gusto muy largo y agradable. Otro aspecto que me ha llamado la atención es que cada vez que probaba este vin, he tenido la sensación como si tuviese un poco de aguja, pero muy, muy sutil y escasa duración.

Que se trata de un vino blanco es evidente por su color, pero por el resto de sensaciones y en el caso de haberlo probado con los ojos tapados, no estoy seguro de haberlo identificado como tal.

Una última curiosidad es que en la etiqueta se repoduce parcialmente un poema del poeta catalán Miquel Martí i Pol, por lo que además de cultivarnos el paladar, también nos cultiva el alma.