Color intenso, con tonos violaceos.
Aromas a madera, hierba fresca y especias.
En boca, no defrauda. Sabores muy intensos, algo aspero al principio, pero mejora con el paso de las copas.
Excelente última copa tras la cena, para disfrutar charlando.
Excelente relación calidad-preco, 7,50 €.
Muy recomendable.

Es un vino muy bien hecho. Con una alta intensidad en color cereza. Aromas a frutas rojas, sutiles como una buena monastrel, también especies y tostados. De cuerpo medio-alto y de un intenso retrogusto, cálido. Con unos taninos presentes, algo secante en boca. Ya se muestra en todo su potencial, pero ganará aún en botella.

Esta y todas las añadas que he probado de éste interesantísimo vino, me resultan especialmente atractivas. Unos con mas tiempo y otros mas jovenes pero a todos les encuentro un algo especial, al margen de la opinión totalmente subjetiva de la excelente RCP.
Esta añada en concreto la considero un poco prematura para su óptimo consumo y lo que éste buen vino puede dar de sí, es como cometer un infanticidio bebiendolo, todavía excesivamente rústica, por pulir, demasiado tirante, pero nada que el tiempo no pueda cambiar.
Interesante seguir su evolución.

Color: picota intenso de capa muy alta.
Nariz: al principio se muestra bastante cerrado, le cuesta abrirse. Poco a poco muestra notas de fruta madura, sobretodo roja pero también negra. Notas de la estracción procedentes de la uva (raspón y hollejos). Vegetal, toques minerales y de hierbas mediterráneas, balsámico y con notas de reducción como a cuero y carne cruda.
Boca: Ataque potente y paso por boca robusto, taninos muy presentes a los que a mi gusto les falta pulirse un poco para estar óptimos. Acidez muy buena. Final largo.
Estupendo este vino y muy mediterráneo. Mejorará en botella y será un vinazo.
6.65 en el Makro.

Capa alta, muy cerrada. Morados por doquier.

Intensidad aromatica, algo alocado, verde. Carne.

En boca es aspero, secante, los lacticos muy marcados.

Con verdadero potencial.

Rojo picota, ribetes amoratados, capa alta.
Aromas de buena intensidad, todavía muy primarios, faltos de ensamblaje, no olvidemos que todavía no ha sido comercializado. Notas de la propia uva (hollejo, raspón), toques de frutas negras en sazón con alguna traza de fruta roja, recuerdos especiados y minerales, ahumados y animales, como de carne cruda. Muy fragante.
En boca está obviamente muy crudo, el paso es denso y concentrado, hay una acidez bien marcada y resuelta, siendo todavía algo tosco en el final, con notas frutales muy marcadas y un tanino presente pero nada agresivo, que sin duda irá ganando integración y nobleza con el tiempo. Buena persistencia.
La nueva añada de Beryna continúa la progresión de este vino. Con tipicidad mediterránea bien entendida, nos muestra todavía un carácter muy primario pero que sin duda irá evolucionando de forma positiva. Una vez más tenemos un vino honesto, bien elaborado, con perspectivas de guarda y mejora suficientes y ofrecido a un precio justo. Un vino por tanto muy razonable.