Tenía ganas de catar la línea de blancos especiales “Vinos de Pasto” y sobre todo este "La Escribana".

Se trata de un vino tranquilo, del Grand Cru más renombrado de Jerez, Macharnudo, una zona de puras albarizas al Noroeste de la ciudad. En concreto este vino sale del Cerro del Obispo, para la vendimia se hacen dos pases uno más en verde y otro con la uva más madura, a la que le hacen un pequeño asoleo de unas 5-6 horas, prensando suavemente hasta el 40 % de mosto, fermenta sin control de temperatura en bota y sigue criando, con sus lías durante un año, en bota jerezana llenas con algo más de vino (un puño) de lo que se dejan los finos (dos puños), durante ese año el vino es cubierto por el velo de flor de Saccharomyces.

A la vista tenemos un amarillo limón muy atractivo, reflejos dorados, lágrima abundante y glicérica, limpio y brillante.

Nariz muy floral lilas, pero también bastante frutal, manzana verde granny smith, albaricoques y nísperos, flor de manzanilla, tiza y levadura fresca de panadería.

En boca es muy fresco, con volumen y potencia, cremoso, cítrico y con una acidez marcada y un residual amargo y largo.

Magnífica elaboración, un vino de una nariz sorprendente y con una boca fresca y cítrica. Pienso que envejecerá bien en unos 5-7 años y recatar.

Botella borgoñona, oscura, y pesada, el tapón de corcho natural parafinado, calidad media, la etiqueta muy a la nueva usanza, blanca con grafías negras (ya vistas en algunos vinos del Marco).

Buen vino y buena compra.