Rojo cereza de capa alta y ribete granate teja. Nariz de impronta empireumática, hay carbón vegetal y tueste de la barrica que se hacen evidentes e incluso influyen sobre la serie animal también presente. Hay una frutilla del bosque negra, exótica y que no entra dentro de lo normal, pero que está ahí envuelta en especias y cueros. Necesita más de una hora en decantador para ir abriéndose poco a poco, ya que va sacando mucha complejidad terciaria, de sotobosque, terrosos, vegetalidad humeante, hojarasca en descomposición, horno de barro caliente, sensaciones de minería, violetas ajadas, pimienta, savia de corteza vegetal y un final también de corte extraña que puede recordar al sudor de caballo y a su cuadra. Nariz muy genuina y que en su justo final saca algo que puede ser mineral férrico unido al hueso de la ciruela tostada.

En boca es fresco en el ataque y enseguida sale esa fruta extraña pero estupenda en madurez envuelta en tostados y ahumados, especias y torrefactos dulzones y con notitas de pimienta. La retronasal es muy compleja, humeante, de carbón vegetal, especias, carne a la brasa y esa frutilla negra “ prohibida “ que yo la situaría entre el Madroño, la grosella y la bolita roja de lentisco. Posgusto persistente, acorde con el resto de las sensaciones y que deja un agradable matiz amargoso de café, cacao sobre tabaco y pimienta. La retronasal es intensa, especiada, frutal, terciaria y llena de mentoles y cacao.

Un vino magnifico, es como un paseo por un desconocido bosque un umbrío, vino que tiene que proceder de una uva muy personal / original que da esos caracteres tan peculiares a los que no estamos acostumbrados. Humo, cárnicos, violetas viejas, pimienta, y empireumáticos, hollín de chimenea y minería, todos combinados a la perfección para dar la sensación a un voluntarioso católico como yo de estar probando algo prohibido y pecaminoso. Una maravilla que te lo recuerda en cada gotita especiada que discurre por tu paladar hacía el destino de tus más íntimos adentros.

Vino recién regalado, que proviene de bodega, conservado en buenas condiciones, pese a ello, el corcho presenta perdidas.

Vista: Picota granate muy intenso.
Nariz: Pese a los años que tiene, el vino conserva todo su esplendor en nariz, con frutas del bosque, café…
Boca: Sorpresa, si digo lo que hemos apreciado varios en la cata, este vino, necesita más botella!!!!!!!!!, pese a ello, es un vino que está en un gran momento, no está muerto, y le queda una larga vida….

Un gran vino, me han comentado donde encontrar algunas botellas, e iré a buscar más…. Recomendado.

Picota granate intenso. En nariz es armonioso, de moderada intensidad, moras y arándonos, en complejidad con otras a maderas nobles, al moverla hay mas aromas a especias y minerales, destaca su complejidad y sutileza.En boca destacaría su equilibrada acidez, y su delicadeza. Es un vino que llena la boca y que deja una gran sensación de elegancia. Lo tomé en restaurante en Londres, precio en restaurante 50 libras.

Picota granate intenso, con bordes amoratados, en copa fija despliega notas a frutas rojas del bosque. moras y arándonos, en complejidad con otras a maderas nobles, al moverla hay mas aromas a especias y minerales, así pimienta negra, que sobre sale, su paso por boca es algo floral pero con cierta complejidad muy expresivo con algun amargor pero resultando sabroso, pienso que aun tiene algunos taninos que se puliran en la botella en un par de años estara mas bueno aún el precio tampoco es excesivo para su calidad, 27 euros

Rojo con ribete violáceo, vivo y de capa media-alta. En nariz es intenso y limpio, predominando de forma excesiva la madera y con fruta muy escasa (fruta roja). En boca es casi áspero y con la acidez algo descontrolada. El postgusto es persistente y maderizado. En mi opinión es un ejemplo de cómo la mencía no soporta las largas crianzas en maderas nuevas. A pesar de todo, en esta bodega han logrado un vino con mayor concentración de lo que es habitual en la zona.

Tras el chasco maderoso que fuera en 1999 este hermanito menor del tristemente célebre (por el precio) "Corullón" del Sr. Palacios, una reivindicación... La madera sólo es el recuerdo de uno de esos sabrosos granos de café recubiertos de chocolate. Encarezco lo de "la memoria." Aquí domina la fruta, con aromas de frambuesa que me hacen pensar en lo fácil que sería confundir la mencía con la cabernet franc. Paso de boca suave, con intensidad media. Quizás peca de ser demasiado simple para un vino de US$27. Si costase la mitad, quizás me atrevería a ponerlo en competencia con alguno de esos tinticos de Saumur o Saint-Nicolas-de-Bourgueil que tanto me gustan y sólo cuestan US$10. Se deja beber, sí, este Bierzo. Pero no creo que compre más.