Vendimia 2002 en La Rioja
Bodega Fernando Remírez de Ganuza
Sin lugar a dudas esta bodega tiene una enorme vocación de transparencia, el día que visitamos la bodega había muchos grupos visitándola simultáneamente. De hecho su planteamiento es que se deben visitar las bodegas en vendimia. Y esta fue una visita intensa y prolongada en la que pasamos muchos momentos a nuestro libre albedrío escudriñando cuanto quisimos por los recovecos del edificio.
¿Qué podemos destacar? Sin lugar a dudas la mesa de selección centrada no sólo en el control de calidad sino también en separar en cada racimos hombros y puntas, éstas últimas destinadas al Erre Punto, vino joven de maceración carbónica. También resulta impresionante la pulcritud de todos los rincones de la bodega, realmente espectacular.
En la bodega, junto con los tradicionales depósitos cilíndricos vimos tinos de roble, y depósitos troncocónicos junto con innovaciones como los troncocónicos invertidos o la "lavadora" una máquina italiana de última tecnología muestra de la insaciable curiosidad e inquietud innovadora de su propietario.
Pero todo sea dicho, las viñas no eran menos impresionantes, prácticamente acabada la vendimia quedaba algo de garnacho (garnacha) y graciano y toda la cabernet. Las viñas viejas y muy cuidadas comenzaban a mudar dejando un paisaje de rojo sangre, amarillo y verdes realmente precioso. Tuvimos incluso tiempo de acercarnos a ver unas bonitas viñas de cabernet sauvignon, las más tardías, cuya vendimía todavía estaba pendiente y que presentaban un excelente aspecto y nivel de maduración.
Una de las innovaciones más llamativas de esta bodega, basada en la más pura tradición de la zona, concretamente en el llamado "trasnocho", es el sistema de "pisado" basado en introducir en los depósitos unas bolsas de PVC alimentario que al ser llenadas de agua pisan la uva extrayendo el mosto con una calidad excepcional puesto que la presión ejercida se puede controlar para evitar la máxima extracción evitando la rotura de las pepitas y buscando un mosto flor idóneo, al que denominan mosto "bolsa". Probado este con el extraído mediante otros procedimientos mostraba este una enorme finura, estructura y frutosidad con la promesa de una gran nariz.
La vendimia se efectúa en cajas de plástico de reducida dimensión y en pequeños remolques cuando la uva está destinada a los vinos de la bodega mostrando en el momento de la descarga un extraordinario aspecto, sana y entera. Antes de la comida probamos los primeros vinos y seguimos durante ésta disfrutando de los excelentes vinos de la bodegas. Pueden verse las fichas de cata de los vinos probados en "Vinos Catados".
Contador
Visitar La Cueva del Contador, a los pies de la fortaleza de San Vicente de la Sonsierra en un ventoso día al final de la vendimia es una experiencia sobrecogedora. Las vistas desde la cima de la montaña son especialmente bellas y las estrechas cuevas donde Benjamín guarda su escasa producción recuerdan otros tiempos. De hecho el nombre de la bodega viene de un personaje que tradicionalmente existía en los pueblos de la Rioja y que era el responsable de la "contabilización" del vino que se elaboraba en el pueblo, que, además, se guardaba en estas cuevas.
Benjamín Romeo el propietario de esta bodega "de garaje" -dispone sólo de unas escasas 7 ha. y su producción es de unas 20.000 botellas- se despidió de Artadi el año 2001 dejando atrás una notable reputación por sus excelentes elaboraciones. Comenzó este proyecto casi en solitario, sólo con el apoyo y empuje de su amigo de la infancia Patxi Fernández y de su mujer Mari Mar. De hecho las primeras añadas fueron fruto del esfuerzo prácticamente exclusivo de su mujer ya que Benjamín se dedicaba por completo a su trabajo en Artadi.
En un futuro cercano busca alcanzar un 100% de producción de su propiedad -hoy por hoy es aproximadamente del 90% y el resto se adquiere-. Cuenta con un par de docenas de parcelitas dispersas que cumplen con los parámetros por el buscados, como sucede con la "Viña de Andrés Romeo" parcela de excepcional calidad junto al río de la que saca el vino que lleva el mismo nombre -un homenaje a su padre-.
El trabajo con la uva es increíble, se hace selección viña a viña. Se usan los granos enteros sin estrujar. En el caso del Contador grano a grano. El resto se despalilla pero no se estruja, así que primero se lleva a cabo un maceración carbónica y luego la tradicional.
La fermentación se lleva a cabo en lagos abiertos durante 15/20 días y no se hacen remontados apenas puesto que se busca la elegancia y no la tanicidad. El descubado se hace a barrica nueva de roble francés (sólo francés). Se usa también el sistema de bolsa de lona para la extracción final.
En las mismas barrica se lleva a cabo la maloláctica. El primer trasiego se efectúa en la luna menguante de Diciembre. Para el control de temperatura se aprovecha de la temperatura exterior con un sistema simple de apertura de ventanas. En primavera se efectúa el 2º trasiego, se embotella la cosecha anterior y se suben los vinos a las cuevas, Allí se mantienen a 12º y con un 65% de humedad de forma totalmente natural. Las duración de la crianza es variable en función de la añada pero los vinos normalmente están alrededor de 18 meses en barrica.
La gama de sus vinos incluye La Viña de Andrés, Contador y Cueva del Contador y todos fueron catados, tanto las añadas embotellados como alguna muestra de barrica, en una impresionante comida en CasaToni, en el mismo pueblo - merece una visita por la calidad de la restauración-. Los vinos de Benjamín resultan abrumadores, complejos y elegantes, seductores e intrigantes. Todo un reto para los sentidos, con aromas intensos y personales y paladares de impresión. Pueden verse las fichas de cata de los vinos probados en "Vinos Catados".
