De tour por Toledo
Hace tiempo que no escribo. El tiempo pasa a una velocidad de vertige y no es sencillo encontrar un poco de espacio para escribir.
Hoy es uno de esos días. El apartamento está silencioso y he terminado el libro que leía. Hace demasiado calor para ir a la piscina. Escribir es una buena opción.
He estado hace 2 semanas en Toledo, la ciudad me encanta y he ido varias veces. Cuando se vive en Madrid y se es extranjera es fácil ir a Toledo: es un lugar perfecto para llevar a visitas que vienen de fuera de España. Bueno, casi perfecto. El calor es en ocasiones problemático. ¿Por qué no dejan siempre –o al menos desde Mayo hasta Octubre- los toldos que ponen para fechas como el Corpus?
Por otro lado la comida no es siempre perfecta. En Segovia es mucho más fácil acertar con la comida. En Toledo, por lo contrario, he tenido dos malas experiencias de las que prefieres no repetir. De todo se aprende. No diré los nombres pero sentarse en una terraza que parece demasiado agradable en Toledo puede en ocasiones no ser la mejor idea para una comida.
La ciudad es impresionante. Contratamos una vez una vez que vinieron mis padres un tour gourmet de Toledo y mereció la pena, no sólo en sí, sino también porque nos sirvió para aprender mucho y usarlo en futuras visitas y tours de la ciudad que hacemos nosotros a la gente que viene desde Francia. Ahora vamos en tren y tomamos las escaleras mecánicas, pero seguimos tomando el trenecito que te da la vuelta panorámica. A los niños, además, les encanta.
Para personas curiosas por la cultura cada esquina guarda una sorpresa. He visitado Toledo con gente muy culta (mucho más que yo!) y como se dice en Español poco serio “Lo flipan”. Yo no conozco otra ciudad donde se pueda visitar una catedral, una sinagoga y una mezquita el mismo día. Tengo 3 cosas favoritas en Toledo de las que no me aburro ni creo que me aburriré, no importa cuántas veces vaya: San Juan de los reyes, la bóveda “transparente” de la Catedral y pararse a disfrutar de las vistas desde el otro lado del Tajo. Toda esa zona de los cigarrales ofrece vistas preciosas. Es una pena que el parador, que ofrece vistas únicas, no sea un edificio singular. En el tour que hicimos nos dijeron que hay varias ciudades donde se buscaba la vista y no la recuperación de un edificio. En Segovia lo he visto y es lo mismo, pero nos dijeron que también es el caso de Salamanca, donde no he estado. Una pena desde mi punto de vista, pues creo que lo bueno de un Parador debería ser el sitio y la vinculación cultural del edificio con la visita o el tour que uno hace de la ciudad.
Una cosa que descubrí en esta última excursión es que en Toledo hay un viñedo urbano. Está en esa zona de los Cigarrales. En realidad no es urbano en el sentido de bullicio o coches, pero imagino que al ser toda esa zona un barrio de Toledo se considere así…. Lo que es bien seguro es que se trata de uno de los viñedos con mejores vistas del mundo. Pertenece a los propietarios del restaurante Adolfo. Nunca he estado en este restaurante, y me han comentado igualmente que tiene una bodega en el propio restaurante (bodega de guarda, no de producción) que merece la pena ser vista.
Esta vez comimos en un restaurante muy recomendable. El restaurante La Ermita tiene unas vistas increíbles, la sala tiene una cristalera enorme y la comida está muy bien. Me lo habían recomendado y al regresar miré comentarios en verema para ver opiniones. Me ha sorprendido no encontrar mejores opiniones la verdad. Yo creo que tal vez como hemos ido con un menú no muy caro eso puede influir en mi impresión: se paga mucho se espera más.... De todas formas, mi anterior experiencia en Toledo fue tan desafortunada que es posible que eso haya influido también.
Como fuimos entre semana tuvimos la opción de comer un menú del día a precio razonable. El vino no estaba incluido, pero hay muchas referencias de vinos de castilla La Mancha a una calidad alta con precio también razonable. Pedimos un Corpus del Muni coupage. Me pareció muy bueno. No conocía este vino ni la bodega y he mirado a posteriori algunos comentarios y veo que son buenos por lo general, aunque hay algú comentario malísimo. Imagino que el vino estaría en mal estado. Todo es opinable, pero el vino que probamos no merece una puntuación de 3 sobre 10 como he visto publicada. He probado bastantes vinos de la Mancha o vinos de la Tierra de Castilla. Encuentro siempre mucha calidad por el precio, muy importante para mi bolsillo. Lo único que yo pienso que falta a la región es tal vez un poco de personalidad. Me parece un poco como un viñedo del nuevo mundo, con muchos varietales diferentes y mucha concentración.
Salimos del restaurante con muy buena sensación y, de hecho, volveremos en la siguiente visita a Toledo, o tal vez probalmos uno qu eme han dicho que está muy bien en el interior, que se llama Locum. El tema de la Ermita es que las vistas son tan buenas que si se va con gente que no conoce Toledo lo agradecen (a mi me sucede lo mismo cuando hago una visita a la playa y me llevan a un restaurante con vistas al mar!) .
Pero antes espero ir a Ribera del Duero, espero que en tiempo de vendimia. Si es así escribiré sobre este viaje, al igual que hice con el viaje que hice por Rioja y que me encantó y me dió ganas de ver más bodegas.... Una pena que la bodega de Toledo que comentaba no fuera visitable.
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Ir a Toledo así, de visita cultural, en pleno verano... es de jugarse la lipotimia ;-)
Como en casi todos los lugares turísticos hay demasiados lugares que no ofrecen una calidad razonable. Es complicado acertar; pero también, como en casi todos los lugares, lo mejor es dar un paso atrás en la estampa. Observar. ¿Dónde entran los lugareños y no los turistas? ¡Pues ahí hay que entrar!
Saludos,
Jose
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