Vinos para la iniciación a la cata Parte I: Vinos blancos y rosados

Este artículo es una traducción del original en catalán

La idea del presente artículo es proveer al aficionado de una lista de vinos que se puedan tomar como ejercicio práctico en un curso de iniciación a la cata . De esta manera se irán introduciendo los conceptos y métodos para poder hacerlo.

El listado de vinos presentado en este artículo es el mismo que se ha seguido durante los cursos de ”Iniciació al Tast de Vins” impartidos en el “Celler del Cava” de Terrassa. También se sugieren otros vinos alternativos de similares características.

Estos vinos fueron escogidos en su momento por ser representativos de un método de elaboración, variedad, crianza y/o zona específicos.

Para conocer y apreciar los vinos es importante saber diferenciar sus aromas y sabores. En esta línea el curso de “Iniciació al Tast de Vins” está organizado en tres sesiones:

- La primera hace referencia a los vinos blancos y rosados.

- La segunda a los vinos espumosos

- Y la tercera a los vinos tintos.

En el curso impartido se entraba en detalles de la historia y elaboración del vino que no forman parte del objetivo del presente artículo y que por lo tanto, se omitirán.

Este artículo sólo hace referencia a la cata en sí, y cómo los vinos probados muestran una serie de aromas y sensaciones que es lo que se trata de aprender.

A la hora de probar los vinos listados se debe respetar el orden sugerido.

Empezaremos por los vinos blancos y rosados.

Sesión I: Vinos blancos y rosados.

En los caso de los vinos blancos y rosados, la cata se divide en tres series.

Serie 1: Vinos blancos jóvenes.

El propósito de esta serie es poder identificar y apreciar correctamente este tipo de vinos.

1- Casa de la Ermita Viognier 2007 (Jumilla)

2- Albet i Noya Xarel.lo 2007 (Penedès)

3- Vega de Castilla 2007 (Rueda).

En el primero, tenemos un vino joven interesante, con aromas de frutos tropicales y paso ligero con un final levemente amargo que le otorga cierto atractivo.

El segundo, es un vino joven con aromas de fruta blanca, manzana, pera... Paso ligero y equilibrado y muy agradable en general.

Y el tercero tiene unos aromas marcados de frutos con hueso, sobre todo de melocotón. El paso en boca es amplio y tiene volumen.

Serie 2: Vinos blancos ‘no' jóvenes.

4- Lusco 2004 (Rías Baixas)

5- Château Leroy 1999 (Borgoña)

6- Moscato (Piamonte)

Los vinos de esta serie son vinos de otro tipo: o bien tienen crianza en barrica, o bien han pasado un cierto tiempo en botella.

El primero es una Rías Baixas con un poco de crianza en botella. Su color oro viejo, los aromas de reducción un punto desagradables (a pesar de que van desapareciendo cuando se airea) y el hecho de que el vino presenta pocos aromas frutales hace pensar que está viejo. Este hecho se confirma en boca donde el paso se nota ya pasado y suave. Sin ser desagradable, no presenta mucho interés.

El segundo vino, un Chardonnay de la Borgoña muestra inicialmente características similares, pero en este caso el color es amarillo dorado intenso. Está ayudado además por una buena lágrima, otorgado por la crianza en barrica. Los aromas recuerdan a las especias blancas (pimienta blanca, comino...) y a los tostados y ahumados.... Le es preciso largo tiempo para abrirse, pero finalmente lo consigue mostrando su lado frutal.

El tercer vino es bastante diferente. Se trata de un vino chispeante o de aguja, con un punto dulce hecho de Moscatel del Piamonte. Este varietal, muy característico, porqué su aroma de moscatel es clarísimo –la uva de Fin de Año para entendernos-, nos permite identificarlo fácilmente y ofrece un contrapunto interesante a los vinos de crianza presentados justo antes.

Serie 3: Vinos rosados

7- Enate Rosado 2007 (Somontano)

8- Viña Sardasol 2007 (Navarra)

9- Portell barrica (Conca de Barberà)

La tercera y última serie nos introduce a los vinos rosados. Los vinos rosados entran por los ojos y es tal vez el mejor indicador de su estado, ya que un color vivo y agradable es, de normal, sinónimo de vino fresco y joven; y un color apagado y atejado nos indica la posibilidad de un vino en fase de decadencia.

El primero, sería un rosado “de libro”: color rojo rubí, brillante, atractivo. Aromas de frutos rojos, un punto de confitería. Paso en boca con cierta amplitud y final ligeramente dulce. Este vino, hecho con la variedad Cabernet-Sauvignon es un ejemplo excelente de rosado de estilo moderno, con potencia a todos los niveles.

El segundo vino, es un “clásico” de los rosados, hecho de Garnacha de Navarra.  Tiene un color tal vez no tan vivo como el anterior, pero no por ello menos atractivo. Encontramos aromas de frutos del bosque, plátano y yogur. Paso en boca muy agradable a pesar de su ligereza. Es otro rosado de ‘libro' muy bueno y bien hecho.

El último vino es, por decirlo de alguna manera, el bicho raro... un rosado especial, diferente. Elaborado con tendencia piel de cebolla tiene un color no tan vivo, pero con profundidad. Sus aromas de tostados, piel de naranja y finalmente frutales revelan otro tipo de elaboración. Se trata de un rosado con crianza en barrica. Tiene un paso en boca más complejo que los rosados sin crianza y acostumbra a ser del gusto de quienes aprecian los vinos tintos. Su amplitud y ligera frutalidad, así como una cierta acidez, lo convierten en  un vino muy versátil.

En esta primera sesión también se pueden considerar los siguientes vinos de similares características:

Para la primera serie: el Enate Chardonnay 2-3-4, el Viñas del Vero Blanco (Chardonnay y Macabeo), Palacio de Bornos.

Para la segunda serie: Jean Leon Petit Chardonnay (Penedès), Gran Veigadares (Rías Baixas), y el Reymos como vino de aguja.

Y para la última serie, de rosados podemos considerar el Muga Rosado para los de barrica; los otros dos son tan famosos y representativos que no deben  presentar dificultades al adquirirlos.