Botella bordelesa de etiquetado clásico. 

Cápsula con ligero moho por debajo que limpiamos con un trapo levemente húmedo.

Corcho de gran calidad, longitud y anchura, no demasiado bañado en vino rojo granatoso (hasta un 20% del interior del corcho).

Extraido con sacacorchos de láminas. Huele muy bien.

Sacado de vinoteca a 14ºC y abierto 1-2 horas antes de disfrutarlo.

Visual

Picota-cereza de capa media tirando a media-alta, ribete cereza-transparente con destellos atejados, limpio, brillante y de fina lágrima, abundante y de lenta caída. 

Gran visual y corcho para su edad. Impecable. (9,3)

Nariz

De gran intensidad desde el inicio a fruta roja y negra muy madura tirando algo a fruta seca, cítricos maduros (piel de naranja, mandarina y pomelo), especias dulces, tostados de finas maderas, ebanistería, leves flores marchitas, ahumados, mina de lápiz y un poco de tabaco rubio.

Espectacular nariz, equilibrada, integrada, compleja e intensa. Se nota la gran añada que fue la 2001. Al máximo de lo que yo creo que se puede esperar de este vino. (9,3)

Boca

Ataque frutalmente maduro, de gran frescura, elevada acidez, seco, sabroso, volumen medio-alto, densidad media, de buena amplitud en boca, cuerpo medio-alto y buena estructura.

El paso por boca es de taninos aún con nervio pero ya muy elegantes, sedosos, pulidos, dulces y fantásticamente bien integrados con el alcohol y la acidez.

El final es largo, con fruta roja y negra madura levemente amargosa, herbáceos, mentolados, especias, tostados, ahumados, con flores marchitas, caja de puros y mina de lápiz en un retrogusto y retronasal excelentes. (9,4)

Espectacular Arana Reserva 2001. Una pasada a sus 19 años.

Su PVP, en su día, era de unos 11-12€. La RCP es espectacular para lo que costaba (actualmente ha pasado a ser Gran Reserva y más que duplica el precio de cuando era Reserva).

Está en un momento dulce y álgido de consumo aunque, dados sus mimbres, creo que aún puede aguantar bien 2-3 años más a gran nivel.

Disfrutado el día de Nochevieja de 2020 con un espectacular asado de cordero lechal.

     A pesar de que pasan los años, no se decide a cambiar de color : un rojo carmesí apenas matizado de tonos rojizos. Elegante e intensamente perfumado - notas predominantes de tarta de cerezas - va evolucionando hacia matices de tomates secos ; aparecen en segundo término olores delicados a maderas preciosas - cedro, caoba - y a sotobosque otoñal pero quedan bien integrados en el conjunto. Desde el punto de vista gustativo, ha ganado en madurez y en nitidez, adquiriendo un sabor profundo y exquisito a frutas rojas ligeramente compotadas con toques de especias dulces, todo esto puesto de relieve por una acidez bien dosificada que le aporta mucho frescor. Vivo, denso pero sutil y armónico, estallante de vida, de cuerpo ágil y ligero, de perfil distinguido, sedoso por su paso de boca, encarna la típica imagen del rioja hecho según las reglas del arte : un señor discreto perfectamente educado al antiguo estilo. ( PVP : 13 € )

Estas balas hay que gastarlas con suegros y futuribles ;-)
Todo clasicismo. No hay que buscarle otra cosa que no lo sea y es estupendo que haya vinos que mantengan este estilo. ¡Más!

(PVP: 13,95 EUR)

      En efecto, es mucho mejor de lo que se pueda imaginar, más elegante que Ardanza, más equilibrado, más matizado. Gana con el tiempo : da la impresión de beber un primer caldo borgoñés - notas de cereza cocida, de madera resinosa, de hongos bajo la lluvia, de tierra movida - y nos cuesta una misería. Pero ¡ chitón ! No es el tipo de cosas que se pregonan a los cuatro vientos ... .......................................................................................................................................................................................  

     Effectivement, il est bien meilleur que ce qu'on pourrait imaginer, plus élégant qu'Ardanza, plus équilibré, plus nuancé. Il se bonifie avec l'âge : il donne l'impression de boire un premier cru bourguignon - notes de cerise cuite, de bois résineux, de champignons sous la pluie, de terre remuée - et il nous coûte une misère. Mais, motus et bouche cousue : ce n'est pas le genre de choses que l'on crie sur les toits ...

Reconozco que soy amante y asíduo consumidor de Viña Arana, en especial de esta añada que o tiene muchas botellas o se vende muy poco. La prueba es que siguen quedando a mantas, en muchos comercios especializados y no especializados, cuando ya ha salido el de 2004.
Encuentro en cada botella un magnífico clasicismo riojano. Un vino largo, profundo, adictivo, del que es difícil cansarse.

VISTA: Rojo rubí con discreto ribete teja. Menos evolucionado que otras botellas catadas hace no mucho. Capa media-baja, clásica de estos vinos (un defectillo con el que ya contamos en esta D.O.C.)

NARIZ: Guindas en licor en los primarios, mucho cuero viejo bien ensamblado con la madera.

BOCA: Frutas rojas de intensidad media (fresas sobretodo, no tanta fruta en licor como en nariz). Alcohol mejor integrado en boca. Una vez más nos trae sutiles recuerdos a la buena Borgoña. Buena madera de cedro que predomina, por crianza y años. Especias provinentes de su paso por barrica, que le dan ese cuerpo que les falta a, por ejemplo, los Tondonia. La pimienta, junto a la acidez, lo hace perfecto para acompañar cualquier plato.

Catado en copa tipo borgoña, creo que agradece la decantación al ser un vino con años pero aún muy vivo. Con todo, no es necesario si se abre dos horas antes.
Maridado con foie-gras mi-cuit con reducción de P.X., queso roquefort y un tartar de buey bien sazonado.
Una delicia, demasiado breve.

Casi once meses despues y aunque sigue aguantando bastante bien con ciertos cambios, no considero un vino óptimo para guardar a largo plazo. A la vista presenta un color picota con destellos granatosos y ribete atejado.
En nariz es donde considero ha sufrido mayor alteración, inicialmente con notas terciarias, cuero, tabaco, tostados, algo de humedad, apareciendo posteriormente la fruta madura.
En boca mantiene buena entrada, goloso, equilibrado, agradable, de trago sin complicación, elegante y gustoso, con buena persistencia.

     Vino embotellado en septiembre de 2005 - Acidez volátil : 0,81 gr /l. Viña Arana no desmerece en nada de su hermana mayor, Viña Ardanza, más conocida. Es un tinto de corte clásico - color teja, un pelín ácido - que presenta el aroma de un borgoña. Se parece a un caldo de Mercurey con sus matices de fruta roja, su textura sedosa y su final de boca largo : no predominan las notas de crianza.

    Nos alegramos de que La Rioja Alta siga elaborando reservas finos, elegantes, muy sutiles y complejos, muy agradables de beber y baratos : éste ronda los 12 €. Puede mejorar con el paso de los años pero - es superior a mí - tengo que soplarlo.

Rojo rubí, capa media. Algún toque floral, en nariz recuerda esos aromas de las cerolas. Maderas finas, notas terciarias de reducción, cueros. En boca, tiene buena acidez, tanino fino y elegante, boca clásica sello de la casa, paso aterciopelado, largo. Vino para todos los públicos y fácil de armonizar un gran variedad de platos, incluso buenos pescados de roca

Quite interesting phase. Going from the straight fruit to tertiary hints; tobacco, leather, mushrooms and wet autumn leafs beside the black berries. I don't use to enjoy red wine in summer, nonetheless its light hue and sip makes me feel really good. More.

(Price: 14.35 EUR)

En una fase curiosa como de irse de la fruta directa hacia elementos más terciarios; tabaco, un montón de cuero, hongos y hojarasca húmeda en otoño que seguía acompañando fruta oscura. No me llevo nada bien con los tintos en verano, sin embargo su vista y su paso ligero me hacían sentir bien. Más.

(PVP: 14.35 EUR)