Así está este Viña Alberdi, porque parece que no haya pasado el tiempo por él.

La nariz se mantiene. Es incluso más fresca de lo que recordaba, aunque lo enfrenté con un 2013 que fue una añada cálida. Fruta madura, especias picantes, toques dulces de vainilla, suave licor, matorral, flores y una buena carga de regaliz. Fresca, jugosa, frutal, con una madera integrada, mucho, con esas notas de pelo de animal, de tostados, ahumados y tierra húmeda. Elegante, deliciosa y que te hace desear el trago.

La boca es sedosa, con un tanino que aún se muestra, la fruta con esa madurez dulce, que está arropada por los balsámicos. Las notas tostadas, las picantes, la madera y los ahumados van apareciendo, con las flores y ese toque licoresete en el postgusto. Fresco, con una excelente acidez, con toques de laurel y animales de fondo. Gran estructura que le permitirá seguir creciendo.

Muy rico, con margen para crecer.

Color cereza, capa media, limpio y brillante, lágrimas ligeras bañan la copa.
Aromas a fresa, frambuesa, vainilla, aparecen notas de menta, regaliz, canela, caramelo.
En boca es un vino elegante, redondo, equilibrado, sutil, con una aplastante armonía entre todos sus parámetros( acidez, taninos, alcohol) y una persistencia media /alta. Acompañó muy bien una exquisita presa de paleta ibérica a la parrilla.
Una vez más, y ya es habitual, los vinos de esta casa dejan satisfechos a propios y extraños, cuanta elegancia y cuanta calidad a buen precio.

Y te cacé, porque es que estás tremendo. Y en esta añada con un pelín más de madurez de la habitual, después de unas añadas 2010 y 2011 que me parecieron más frescas.

La nariz tiene esa fruta roja madura, entremezclada con hojas de tabaco, regaliz, vainilla, toffee, monte bajo, bombón licoroso, ebanistería, suave pimienta negra... Es tremendo, intenso, con rosas y notas minerales quese funden con esas especias dulces y picantes que van surgiendo: canela suave, nuez moscada, vainilla nuevamente. Notas de cuero y ahumados.

En boca es sabroso, con un tanino sedoso, domado, con una acidez interesante y esa fruta compotada que desfila por la lengua, acompañada de la suave calidez de un bombón de licor. Mineralidad, vainilla, pimienta, regaliz, toques cárnicos, ahumados, flores... Tiene una enorme paleta que te hace vibrar, con notas más golosas que las añadas precedentes. Tabaco, balsámicos, café y esas notas de suaves maderas que provocan una suave astringencia. Postgusto largo y delicioso.

Aún le queda cuerda, pero está tremendo ya.

Viña Alberdi de la tierra del río Oja, que discurre nervioso entre robles. Del clima único de la Rioja Alta. Del sol y del agua. De sus vides de tempranillo. De las barricas de roble. Del silencio. De todo ello nace la personalidad de Viña Alberdi. Un vino sedoso y tremendamente equilibrado en boca, que se bebe y se deja beber muy bien, suave, taninos pulidos, fresca acidez, fruta madura, notas de tabaco y regaliz definen un vino de libro que identifica 100% a Rioja, un vino imbatible por Calidad Precio.

92 puntos Guía de Vinos AkataVino