De un color burdeos, brillante, limpio, menisco atejado, capa media.
Potente y expresiva nariz, desde los primeros instantes. Fruta compotada, mezclada con unos aromas terrosos cercanos a las trufas, boletus, hojarasca humedecida. Luego empiezan los cacaos de tipo amargo, marroquinería,carbón vegetal, hojas de roble, confitura de arándanos...
En boca es completísimo. A un ataque contundente le acompañan sensacionas grasas, con mucho peso, buenísima acidez, sedoso, con "punch" para más tiempo, llegada, permanencia,elegancia a ratos cariñoso a ratos indómito, con sustancia, profundidad. Trazas animales, quintaesencia.
Las dos botellas que aporte a la Viejunada, se comportaron ambas por igual, ninguna diferencia entre ellas. Cacao, cuero y carne mojada, madera humeda, algo de caco muy fuerte. Mucha acidez aun para su edad. Sensación de vino viejo a pesar de lo descrito anteriormente, no me agrado, esperaba algo más sabiendo que era dificil pedirselo.
Comentaste Helios que era mucha garnacha pero veo en la ficha tecnica que introdujiste tu que no pones que la tenga, ya nos lo aclararas con un comentario a esta nota de cata
De color rubí-rojizo brillante, de medio cuerpo, luminoso, muy limpio, reflejos granadinos y ambarinos, ribete atejado, amplio, con marcadas diferencias entre menisco y borde.
Nariz de impacto, potente y concentrado. Inicialmente con nula expresión de crianza clásica y un perfil inédito que no recuerda a ningún otro vino de La Rioja Alta probado a día de hoy. Predomina la fruta roja en compota, manzanas asadas, caramelos de lilas y un fragante fondo a tostados cercanos al azúcar caramelizado. Pasada la primera ráfaga inicial el vino comienza a dar notas de fina reducción: cuero viejo, trufa negra, madera de castaño, nogal, solera vieja, ahumados, castañas asadas. Muy elegante y profundo. Cada vez más denso y concentrado. Asoman aromas de fruta negra, café aromático, manteca de cacao, y un deje mineral terroso casi imperceptible.
En boca es todo equilibrio. Con un tacto sedoso, unos taninos redondos y grasos, y una acidez viva, casi cítrica, que lo hacen ligero en el paso y de gran profundidad en el trago. Resplandece y perdura en boca indefinidamente con un matiz de dulcedumbre, nada acidula, matizada por la acidez.
Un vino que ilustra el porqué de la fama de la cosecha de 1964: luminosidad, vigor, acidez, elegancia... Unos céntimetros por encima del 904 GR del mismo año. Gran vino!!!
Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2012/04/vina-ardanza-reserva-especial-1964.html
Ganador unánime de la vertical de Viña Ardanza (RE 64, 69, 70, RE 73, 81, 85, 96, RE 01, 04) de Els 12 Golafres.
Rubí marronoso de medio cuerpo, brillante, limpio, ribete atejado, reflejos anaranjados y rojizos. Nariz sin apenas sensaciones reductivas y un perfil muy alejado del clasicismo riojano (nada de duelas ni de cuadra). Al abrir se muestra algo tímido con sutiles notas de manteca de cacao, manzana asada, pulpa y un chispazo de caramelo. Se abre dando aromas de trufa, castaña, pimienta ahumada, flores marchitas, maderas de calidad, hojarasca y un fondo terroso-mineral de enorme complejidad. Muy borgoñón. En boca es un espectáculo. Graso, puro, esférico, con una estructura alucinante. Fruta y finos tostados del todo integradas aportando un tanino acariciante, con un deje dulzoso de mucha calidad. Pulido por los años pero lleno de vida gracias a una acidez cortante sólo vista en el 73 y 85. Mucha fruta, mucha elegancia y una profundidad que lo sitúa entre los mejores vino que hemos podido probar nunca. Apabulla en todos los sentidos.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.