Rubí con ribete atejado, capa media.
Nariz de media intensidad, elegante, compleja y madura. Notas de fruta en licor, tonos terrosos, trufa negra, hojarasca, un tenue fondo especiado, ahumados, maderas nobles, tabaco de pipa y piel curtida. Complejo y con muchas capas, con misterio, con clase, nariz para recrearse.
En boca es un vino sutil y delicado, redondo, con una excelente acidez y una marcada frescura para su edad, aunque bien estructurado. Final largo y armónico, dejando recuerdos de especias y una liviana traza mineral. Tanino presente pero ya integrado. Buena persistencia. Muy placentero.
55 fue una añada formidable en Rioja con vinos de una calidad excepcional, una de las mejores de la historia. Este 890 no es el mejor vino que hemos bebido de este año pero sí que muestra una impronta de clase y elegancia marca de la casa, un vino de engañosa sutilidad y con un marcado balance que le hace sumamente placentero en estos momentos. Fantástico.
Se presenta con un precioso color rubí marronoso muy claro, de capa media-baja, ligeramente granulado. Reflejos cobrizos y anaranjados. Ribete amplio, atejado, sin diferencias con el menisco.
En nariz es elegante hasta los tuetanos, de un clasicismo absoluto y con una progresión de intensidad difícil de creer. Al abrir se muestra abierto, suave, reposado, dando aromas a maderas nobles (cedro, ebanistería, aceite de tung), cuero ruso, abedul y un fondo otoñal a hojarasca y monte umbrío. Van saliendo notas especiadas, clavo, bálsamo, hierbas aromáticas (espliego), junto a una creciente sensación de fruta roja reducida, muy madura, nada licorosa, que trae la flor, pétalos marchitos, escarchados. Cada vez más fino y sutil, elegante. No para de crecer, a más, a más...
En boca toda esa sutileza se ve eclipasada por la expresión de un vino de enorme estructura, poderoso, musculado. Los taninos parecen huellas, firmes, marcados, dotando al conjunto de un chorro de vida. Seco, picante, lleno de una gran acidez que envuelve a todo lo demás. En algunos momentos diríamos que aún está algo duro de beber, y razón no nos falta, pero se bebe tan bien!!
Un 890 sin concesiones, alejado de cualquier moda actual. Hay que beberlo poco a poco y pensar hasta dónde será capaz de llegar con más años de guarda. Nos equivocamos al abrirlo tan pronto pero quién puede resistirse a estos viejos embaucadores?
Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/10/la-rioja-alta-890-gran-reserva-1955.html
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