Buena botella con etiqueta típica de la Bodega, buen corcho que estaba algo seco, costó un poco sacarlo.

Vino de color cereza picota, casi parece sangre, de intensidad alta, y ribete cardenalicio. Limpio y brillante, con una lágrima fina y constante que tinta la copa.

En nariz presenta una gran intensidad aromática, mucha fruta negra, en un principio, después aparecen aromas a sotobosque, licor con toques florales y por último notas especiadas, tostados, tabaco y cuero.

En boca, tiene una entrada de vértigo, fresco, alegre, con cuerpo, buenos taninos que no te dejan indiferente, acidez perfecta. Se hacen presentes los tostados, balsámicos, la fruta licorosa y la profunda mineralidad de este vino. Se mantiene goloso en todo su trayecto por la boca. Postgusto largo con un punto amargo.

Vino con muchos matices y todos muy agradables, bien integrado y equilibrado. Añadir, ahora mismo, que tiene gran vida por delante, la botella le sentará muy bien.

Para beber tranquilamente, sin prisas (tiene 15º, así que ojo) y disfrutándolo...en definitiva, un vino con calidad...

Preciosa etiqueta la de este tinto potente de Torres, clásica, buen corcho y en perfecto estado y colores sobrios que revisten un vino muy serio y complejo.
En Fase Visual: Color rojo picota de capa alta, de ribete amoratado, intenso color que mancha la copa, denso y con lágrima que desciende lentamente, soporta 15%.
En Fase Olfativa: A copa parada, y después de una hora abierto el vino, aparece fruta madura, mucha intensidad. Movemos la copa y aparecen vainillas, algo de lácteos, tostados, alquitranes, tabaco, fruta negra madura, compotas...... especias, compotas, mucha complejidad, balsámicos que te embriagan, licoroso con puntas alcohólicas, especies.
En Fase gustativa: destaco la redondez y suavidad, se va ajustando de tal manera que ahora si, el ensamblaje entre fruta y madera va a positivo...buena sensación es goloso, fresco pero maduro, balsámico, amargoso, potente pero equilibrado, fondo de chocolate, taninos por domesticar. Muy largo en boca, agradable, agreste, pimientas, cacaos, mermelada de fruta negra.

Debe maridar con cualquier embutido y plato de cuchara, no se le pueden poner pegas, porque ya es un gran tinto, que además mejorará en los próximos años. Quizá, como pega, su precio, pero se redondeará en botella y justificará su pago.

VISUAL:Botella bordalesa
rojo picota con ribete violaceo,capa media,lagrima abundante que tiñe la copa
Olfativa:fruta negra madura,balsamicos,guindas en licor,pimienta
Gustativa:buena acidez,denso,potente,muy equilibrado y largo
muy buen priorat de bodegas torres que mejorara en la botella

Color rojo picota con ribete amoratado, capa media alta.

Intenso en nariz, con notas de fruta madura, incluso compotada, especiado, mineral, tofe, cacao…

En boca es goloso, fresco pero maduro, algo alchólico, balsámico, amargoso, potente pero equilibrado, fondo de chocolate.

Un buen vino que seguramente mejore con el tiempo. Eso si, quizás un pelin caro.

Vista: Rojo rubí oscuro con ribetes violáceos y capa alta. La etiqueta parece de un vino propio de la Edad Media, una cruz sobre la inmensidad del terruño que se pierde a la vista. Anacrónico y alejado de las tendencias actuales donde domina la postmodernidad y la cultura del marketing enológico. Desde luego, que la etiqueta tira para atrás.
Nariz: fruta negra madura, monte bajo y especiados: pimienta, clavo y minerales de sima tipo grafito
Boca: destaca la acidez, con peso en boca, muy tánico todavía que le hace demasiado duro. Se repite la fruta de nariz en boca sobre un fondo de guindas bajo mi punto de vista muy alcohólico. En boca, todavía está muy muy duro.
Un vino con aspiraciones, pero de momento solo lo dejo en bonito color y una buena nariz.
Desfasado en precio, me parece muy caro... y de la etiqueta, mejor no hablemos.
Pongan al que ha hecho el marketing de 7magnifics... no fa falta més. Muchas veces menos, es más. Exceso de pompa.

Picota de capa alta y ribete violáceo. Límpido y brillante.

Nariz de buena intensidad. En un principio predominan las notas a frutas negras maduras, con la aireación aparecen los recuerdos especiados de vainilla, ahumados, tostados, bombón de licor y montebajo. Fondo balsámico ligeramente mineral.

En boca es potente y sabroso. Taninos presentes y final amargoso. Acidez suficiente que equilibra el peso frutal. Largo y persistente.

Cereza picota, capa alta, ribete violáceo...
En nariz es goloso, mucha fruta negra, monte bajo, herbáceos,especias, regaliz, pimienta negra, nuez moscada, tostados....
En boca es sabroso, con muy buena acidez. Elegante y envolvente, excelente....

Tipo de botella: bordelesa clásica, algo más estilizada. Información correcta en contraetiqueta, algo difícl de leer, las letras del fondo deberían ser doradas. Buen corcho.

Etiqueta: elegante, siempre me ha gustado el negro, bonito fondo.
Color: picota oscuro, ribete cardenalicio... un vino en plena juventud
Brillo: brillante y limpio, como era de esperar. Capa muy alta.
Lágrima... Abundante, fina y rápida (algo más lenta una vez "tranquilizada" la copa), tintando la misma.

Nariz de intensa media-alta y juvenil, nada agresiva. Frutas roja en abundancia, persente en primer plano. Notas de fruta en compota. Trazas vegetales y balsámicas. Fondo licoroso. Notas especiadas dulces, anises. Cremoso, notas trufadas. A copa movida se nota una magnífica mineralidad. Buen equilibrio y un vino muy modulado. Buena integración del alcohol, que no se nota en exceso. Esperaba algo más de potencia.

Buena entrada con intensidad media alta. La presencia de la fruta es abrumadora.. Envolvente y amplio, aunque con los taninos por domar, y una evidente astringencia. Menos presencia de la mineralidad que en nariz, al igual que las notas de licor. Apuntes de grafito. Notas amargosas de cacao y cafe. Notas herbaceas. Un punto de salinidad. Buena persistencia, con un final cremoso y agradable,

En resumidas cuentas: un vino algo distinto al arquetipo que tengo en mis cánones del priorato y al que le hace falta botella sin dudar. No es que vaya a estar mejor en un par de años. Es que estará infinitamente mejor. Tiene potencial y recorrido. Esperaremos a entonces para tener una impresion global.

A simple vista ya me llama la atención del tipo de botella, elegante, estilo bordelesa. Un corcho de gran calidad, que ya dice mucho del vino, perfecto para un vino de guarda.

A copa parada, color picota con ribete violáceo, capa alta, limpio, deslumbrante, lágrima densa descendiendo lentamente en la copa y glicérica. Lo he decantado casi 45 minutos antes de la cata.

En nariz a copa parada, nos invaden los frutos negros muy maduros, (arándanos, moras), guindas en licor, balsámicos intensos de sotobosque, tomillo y un toque de pimienta negra.

A medida que se va oxigenando, es un vino robusto con cuerpo nos aparecen muchos matices relacionados con el cacao amargo, cuero, pasas., se nota que es de la zona del Priorato. Fruta muy madura, moras negras confitadas, café, y unos toques balsámicos muy peculiares, sotobosque y pino.

Muy buena intensidad, marcando presencia alcohólica, vainilla, pan tostado de bollería y caramelo de café con leche de aquellos que recuerdo de niña que se te pegaban a los dientes de lo buenos que estaban. El tomillo y el romero parte de los aromáticos herbales que le acompañan, encuentro un toque como a la resina de los pinos.

Ya tenía ganas de probarlo, entrada en el paladar con cuerpo, robusto, el alcohol está muy bien integrado, taninos salvajes bien acomodados, la fruta se desborda en boca envolviéndote, amplio, un poco de astringencia que se redondeará en botella, una acidez adecuada, dejando un toque dulce-amargo en su recorrido final muy interesante. Es un vinazo qué ganará mucho en botella. Tiene un final intenso, cremoso y voluptuoso.

Lo armonizaría con asados, quesos curados, pero en esta ocasión con una galtas hechas al horno, siguen saliendo muchos aromas.

Resumiendo ganará en botella, será un vino de guarda muy interesante para volver a catar dentro de un año.

Picota de capa alta y ribete amoratado, casi violáceo.

Nariz compleja, de mediana intensidad, con aromas balsámicos (monte bajo, coníferas, mentolados) y fruta negra madura en combinación con notas ahumadas, de tabaco rubio y minerales. Con el paso de los minutos los aromas minerales van ganando protagonismo, mientras la fruta queda en un segundo plano.

En boca es carnoso, denso, potente, concentrado, con una acidez excelente que sin embargo no evita que una sensación cálida se apodere del paso de boca, especialmente al final del trago. La fruta negra vuelve a destacar, estando acompañada de toques cremosos y de tabaco rubio, así como de notas amargosas que se incrementan al final del paso de boca. Taninos maduros muy bien integrados. Larga persistencia.

Un vino corpulento, poderoso y en el que el alcohol tiene bastante peso. Hubiera sido deseable algo más de acidez, pero aún así no resulta un vino pesado.