de los que me sirven para rellenar mi barrilito de 8 litros con solera de más de seis años.

Color amarillo con leves toques dorados.

Aromas de mediana intensidad donde destacan los toques salinos, frutos secos, flores y muy leve toquecitos de frutas.

En boca es fresco y algo punzante, el paso de boca con buena expresividad y bastante agradable, final con buena persistencia.

No esta nada mal, aunque cuesta más de lo que vale.

A la vista se presenta con un color amarillo pajizo sin casi destellos, limpio y brillante.

En la nariz tiene una intensidad de tipo media, con un poco de salinidad y algo de almendra amarga.

En la boca pasa bien, con frescor y sin mucho poder o al menos de lo esperado en una manzanilla.

Creo que es una manzanilla que comercializa una gran superficie. Resulta agradable sin más. Eso sí con una buena relación calidad precio.

Equiilibrada y larga, delicada sensación final. Salitre, arena, caramelo de menta y limón.

Siempre me salta la alarma con estos vinos, qué bien entran fresquitos, qué suavidad, salinidad... pues eso, peligro. Pero es que en el caso de este, aún más.
Pálido color, casi nulo si no es por los reflejos verdosos.
Nariz salina, fina punción, almendrado y flor blanca (jazmín).
En boca es ligero, seco y salado, dejando un puntito amargoso agradable.
Pertenece a toda una gama de vinos que la bodega selecciona para El Corte Inglés. Algunas veces están a 2x1 permitiéndote el poder combinarlos. Así que ¡al loro!.