VISTA: Pálido amarillo de bordes aún algo verdosos. Cristalino.
NARIZ: Intenso. Profundo. Floral. Aparecen inicialmente las notas florales típicas de esta variedad (rosa y jazmín). Primero el jazmín, y luego la rosa, algo más difusa y efímera. Hay un punto de farmacia entremezlado con aromas de regaliz de palo. Luego viene fruta... Ricos aromas de piel de melón y piel de pera limonera muy madura. Una punta de semilla de pepino. Grafito.
BOCA: Acertada acidez. La variedad se muestra excelentemente madurada ya que no empalaga. Al contrario se muestra fresco y goloso. Con buen volumen. Con buen peso de fruta. Y en el retrogusto, una sorpresa, recuerdos de plátano (canario, por supuesto).

Equilibrada elaboración que evoluciona excelentemente en copa. Lo serví en copas pensadas para vinos mediterràneos, ya que no dispongo de las exclusivas para esta variedad, donde seguramente podríamos encontrar aún mayores intensidades frutales y florales. Su precio no llega a los 9 euros, pero desde luego que están bien pagados. En un periquete, eres capaz de tumbarla.