Opiniones de Arrayan Syrah
OPINIONES
6

Como buen syrah que es, pasan los años y el vino sigue mostrándose en buenísima forma, bastante oscuro, con un borde que empieza a anaranjar, tiene una lágrima abundante y lenta.

En nariz, tiene una intensidad alta, frutos muy golosos, dulces, al mover, la fruta comparte protagonismo con los aromas de la crianza, bosque, tierra, humo, cenizas, un pelin herbáceo al principio y algún fondo de hidrocarburos, brea.

En boca, tienen una entrada sedosa y cremosa, el vino es potente, pero ya está controladísimo, con buen cuerpo, taninos pulidos, aun con acidez bastante presente y con un post gusto largo.

El vino esta buenísimo, yo creo que está perfecto para beber ahora.

Cata y presentación de Bodegas Arrayán en Málaga a través de Makro como distribuidor en el Hotel Barceló de Málaga

En 1999 en Toledo acogida a la D.O Méntrida, nace Bodegas Arrayán a partir de 26 hectáreas de viñedos pertenecientes a Finca Verdosa de 600 hectáreas, en plena dehesa mediterránea, rodeada de encinas, gamos, ciervos y jabalíes. Se realiza la plantación de cuatro variedades francesas (Petit Verdot, Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah). Suelos de arenisca granítica con base de arcilla lo que proporciona buen drenaje, plantaciones en terreno ondulado a 450 metros de altura definen vinos procedentes de una zona cálida, aunque a través del trabajo como asesor en la plantación inicial de las cepas de Richard Smart, se realizaron plantaciones con 4000 cepas por hectáreas, para aplicar competencia a las viñas y bajar el rendimiento concentrando su fruto.

Continúa la línea personal en nariz de sus vinos, nos encontramos con una syrah cercana al Ródano, aromas de montebajo con toques de resina y goma quemada, conforman el perfil aromático que arropa a las notas vegetales de alpiste, hoja morera y configura de fruta roja. La aireación le aporta notas golosas de caramelo rojo y regaliz. Cremoso en boca, buena integración tánica, llena de contrastes, buen volumen y frutosidad. Un excelente syrah.

Vista. Rojo cereza de capa media con ribete guinda algo amplio y acuoso, observándose en éste algo de materia colorante disuelta. Brillo apagado y aspecto de juventud latente.

Nariz de intensidad alta, con un claro predominio de notas herbáceas y de monte bajo (jara, espliego, tomillo). Pasada esta fase se empiezan a apoderar de la nariz notas de pimentón, tostados, cacao y madera limpia.

Boca de entrada fresca y seca, con paso lineal y fluido, donde todavía se agarra algún tanino, dando paso a un centro de boca donde la fruta ácida (moras y arándanos) se manifiesta de manera viva hasta donde le dejan los torrefactos (café y tabaco negro) y los balsámicos (romero y espliego) que atenúan y dan elegancia a una fuerza vegetal con mucha garra. Posgusto medio y acídulo donde queda el recuerdo de un hollejo muy maduro y unos taninos que se mantienen vivos.

En conclusión tenemos delante un vino ya de corte eminentemente atlántico donde la fruta es ácida y no presenta la pesadez de la sobremaduración y donde la crianza sirve para apaciguar una acidez y un alcohol que de otra manera desconfigurarían el resultado final. Las notas varietales se han respetado y se distinguen claramente.

Color picota cereza de capa alta con ribetes de color violáceo.

En nariz tiene intensidad alta, con fruta negra, hierbas, tomillo, romero y tostados.

En boca fresco, buena acidez, fruta madura y ahumados.

Fase final larga con los taninos presentes pero bien pulidos.

Picota granate de buena capa. La nariz es intensa, madura, bastante expresiva, hay fruta negra fresca pero también pasificada, aparecen notas florales (violetas) y también sensaciones tostadas. Hay matices minerales (carbón vegetal) y algún toques especiado (pimienta negra molida). En el fondo aparecen toques de regaliz y con la aireación recuerdos a malta. En boca tiene buen ataque, de nuevo resulta maduro, algo amargoso, con un taninos carnosos pero bastante pulido, con cuerpo medio, buena estructura y bastante longitud.

Color rojo cereza intenso,con media capa , ribete granatoso, brillante y limpio, buena lágrima, abundante y fina.

En nariz mucha fruta negra (mora y ciruela negra seca), madura, mermelada y especias (pimienta negra, vainilla, canela y nuez moscada bien definida), con recuerdos lacteos y de cuero, tinta y fondo mineral, buenos tostados, notas de pan torrado, chocolate negro, leves notas mentoladas y hierbas de monte.

En boca aparece fruta negra con intensidad, confitado y especiado, con apuntes de dulcedumbre y florales. Recorrido carnoso, redondo y maduro, fresco, sabroso, de tostados elegantes, taninos muy maduros y sabrosos. Acidez justa, buen equilibrio. Final de buena longitud con apuntes ligeramente amargos que le dan personalidad y elegancia. Postgusto muy frutal.

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