El ultimo de mis Nacionales, totalmente por hacer, es una añada de futuro muy cierto y contundente.

Nota de Cata :

Impenetrable color rojo picota, de capa muy alta y lagrima violacea, identico al 97, 99 y 2000.

Su nariz es intensa, frutal y sobremadura, con toques de pasas, minerales calientes, ahumados y balsamicos de gran nobleza.

La nariz esta muy cerrada y concentrada, promete pero aun no demuestra.

En boca dío un recital de energia y golosina, de los más dulces de los probados, algo menos alcoholico que el 2000 y más intenso que el 97. Su acidez equilibra bien su azucar pero el glicerol acaba ganando la partida de la redondez al tanino.

En el postgusto, largo especiado, tanico y levemente amaderado, anuncia su parentela inmediata con el 1994, una cercania como el 63 y el 66, hecha de buena materia prima y equilibrios de crianza y ensamblaje. Habiendo joyas así ¿Por que tenemos que sufrir Oportos ordinarios? vale más una copa al año que una diaria de cosas flojas.

Es una añada perfecta para invertir. su evolucion en tres o cuatro decadas será un poema como el 94, el 82, el 66 o el 63.

Este concentrado de virtudes solo necesita años, es un crimen abrir estas joyas en total juventud, fuimos de un infanticidio a otro...