Visual: Dorado viejo, oro antiguo muy limpio de lágrima rápida
Olfativa: Predominan los tostados con algun toque de fruta tropical muy madura
Boca: Siguen apareciendo esos tostados tan característicos de este blanco con un toque de cítricos, buen final.

He tardado en realizar la ficha de cata porque confieso que el jueves el vino no llego a ni a gustarme ni a disgustarme. Le he dado una segunda "oportunidad" y extraigo lo siguiente:

En nariz se impone la madera fina, con un perfecto tostado, evoca a frutos secos, miel, cereal y humo, en un segundo plano hay fruta blanca de hueso y rasgos de melocotón.

En boca su paso es estructurado, pelín graso sale la madera dominante, pero no fatiga, la acidez le da frescura con un paso de boca lleno de matices, que llenan el paladar y que se alargan en el postgusto. El paso del tiempo le dota de toques minerales, vegetales y a hierba seca que conforman un conjunto aromático sencillo, acaba procurando un recuerdo amargoso leve.

La copa está impregnada de numerosas lágrimas densas, de un color amarillo dorado e intenso.

Un vino para seguir su evolución, lo encuentro muy dominado por la barrica (por otro lado magnifica) y dirá mucho más de lo que ahora nos da. Es curioso cómo cambia/evoluciona el vino con la temperatura. Respecto al precio pienso que se mueve en un paso muy elevado y difícil, con una gran competencia.

Destaca la franqueza varietal que presenta en nariz, aromas muy maduros propios de la garnacha blanca, que nos sugiere notas de una mayor evolución en el tiempo, de inicio manzana asada y un carácter cítrico fresco al final, la menta está presente recordándonos su 25% de Xarel.lo, en todo momento aparece envuelto por un halo mineral. La crianza aparece en su justa medida con notas de vainílicos, siendo el aroma predominante el de las lías, aportando su función, amplitud aromática e intensidad y suavizar la boca. Un gusto de textura grasa más que cremosa, buen cuerpo y paso repleto de fruta madura donde se reproducen las notas de nariz, final largo y postgusto con recuerdos licorosos.

Visualmente presenta un color amarillo dorado algo pálido, de intensidad media. Su movimiento en la copa avanza que será posiblemente un vino glicérico y untuoso.
Recién servido sólo aparece la madera de la barrica, pero una vez oxigenado, y aún teniendo la madera presente pero en un segundo plano, aparece la fruta exótica, la piña, el albaricoque. Me recuerda a la miel amarga. También aromas de flores blancas tipo jazmín.
El paso por boca es muy agradable. Al principio la llena y envuelve con una acidez suave que, a mi parecer, es algo escasa. Deja tras de sí un gran amargor, recuerda a las almendras amargas. De untuosidad inferior a la que esperaba encontrar. Retronasal de intensidad media y muy baja persistencia.

Han pasado 30 horas desde el descorche para la virtual..se ha mantenido solo con el tapón y a 9º...

creo que ha mejorado mucho, mucho: se le fue ese telón de la barrica y queda la fruta, el vino, untuoso, amargo...

recuerda a un Condrieu...

en mi opinión, en esta añada el vino está mas equilibrado, hay menos presencia de barrica..

¡ enhorabuena a Joan Sangenis !

Amarillo con reflejos verdosos, brillante. Con fluidez bastante consistente, casi llegando a densa. Las lágrimas, caen instantáneamente, en gran cantidad, llegando rápidamente al vino.
En nariz, sin agitar y a 14ºC, la primera impresión no es del todo agradable. La intensidad es bastante fuerte. Toques florales, madera, algo de mentol despues de agitar.
Agitando otra vez, mas flores blancas (no se determinar cuales son), mucha madera, diria que este vino necesita una apertura anterior de 30 minutos mas o menos. El aroma inicial que tiene en copa es estridente y le quita elegancia al vino. Tiempo después notas de levadura.
En boca es suave, delicado. Con una acidez equilibrada, untuoso. Tiene una intensidad larga igual que su paso en boca.

Dorado con reflejos verdes, limpio y brillante. Se aprecia denso al agitar la copa. Nos parece muy sugerente.

En nariz, apreciamos un amplio abanico de aromas. En un primer momento, pipí de gato. Con el tiempo, este aroma desaparece, dando paso a tostados, lácteos, mantequilla, queso, a cítricos, a piña y mango, a pomelo, minerales, hinojo, tomillo...

En boca, lo encontramos suave y untuoso, con la acidez correcta. Un poco amargo al tragar pero sin molestar. En el postgusto, se hacen presentes los minerales así como el mango. Persistencia media.

En conjunto, nos ha reconciliado con este vino ya que la añada anterior no nos había gustado. Complejo de aromas, sabroso en boca. Para repetir en el verano que se nos avecina... o el siguiente.

Bonito color dorado, con herradura color oro. Muy limpio
Aromas intensos, muy dulzones, manzana compotada y tostados.
En boca, refrenda la nariz y se sigue manifestando intenso, con buena acidez y me recuerda a algún cava que he tomado, pero sin el carbónico (sin duda el Xarel.lose se hace notar).
Hay que cuidar mucho la temperatura del servicio, ya que o se mantiene fresco o pierde muchas cualidades.

Amarillo dorado, muy limpio y brillante. La presencia de lágrima fina y densa, me parecía anunciar una cierta vinosidad, que en la fase gustativa he echado a faltar.

Su nariz es compleja, al inicio cerrada, ojo con la temperatura.Estamos en su mejor fase, primero notas tostadas muy elegantes y ligera resina, detrás tímidas flores blancas y la fruta; manzana y otras tropicales maduras. Al tiempo y si sube la temperatura, se mostrara una punta de licor, notas de cebada tostada, algún láctico,jazmín y un fondo de hierba seca rociada y anisados.

En boca, esperaba mas untuosidad,lo encuentro con cierta sensacion corpórea, es sabroso, muy agradable, me preocupa su acidez al limite, pues creo que le resta mucho carácter al conjunto, el vino gira de ciertos matices dulzones a un elegante amargor, con un pomelo suave y un punto picante propio de la "Picapoll", es especiado, con presencia de anisados,
su estructura es correcta, tiene una persistencia media-alta y nos deja un retrogusto de almendras amargas y una suma desdibujada de las múltiples sensaciones que nos ofrece este vino de principio a fin, en definitiva un vino plural y singular.

Antes de nada pedir disculpas por no haber partcipado activamente en la virtual ayer, pero tuve problemas con la Red. Dicho ello, agradecer a Verema y a la Bodega el poder probar este gran vino. No será del gusto de muchos y para algunos "gurus" quizá este demasiado maderizado pero para mi es, sencillamente, fantástico. Color amarillo pajizo con irisaciones verdes, nariz intensa donde las notas ahumadas, la miel, las mantequillas, pastelería y frutos secos se dejan sentir, pero sin avasallar, dejando sitio para la fruta con aromas cítricos y de frutas tropicales y un poco más tarde la manzana. En boca es sedoso, graso, untuoso con una buena acidez y con un deje mineral que también apuntaba en nariz. A mi me ha gustado, aunque reconozco que en tiempos de "pasión por la fruta en estado puro" pueda resultar no del agrado de muchos.