Picota granate de ribetes violáceos, de capa alta, límpido y brillante.

Aromas intensos de fruta negra y roja fresca, suaves tostados, especias dulces (vainilla y canela), chocolate negro y un final balsámico de regaliz.

En boca se muestra potente, sabroso, de taninos presentes pero ya domados e integrados.

Persistente y largo.

Me da la impresión que esta añada está algo más evolucionada que las anteriores.

Rubi oscuro y morado.
Aroma intenso y concentrado, fruta negra y roja especiada, licor, confitura de cerezas, ciruelas e higos evoluciona a mentolados y balsámicos.
Cuerpo de elevada potencia, entra y psas con poderoso ímpetu “alta expresión” en boca, con todo lo que implica. Todo es superlativo en este vino, menos su precio. Dificil de combinar, casi conviene tomarlo solo.

Una bodega fundada en el año 2000 y que en el 2008 tenga consolidado su tinto Beryna, es harto complicado dado los tiempos que corren. Sin misterios, sin trucos, solo buena tierra, buenas uvas, trabajo, más trabajo, mimo y respeto en su elaboración, así de simple y de complicado.

Beryna en su añada 2004, pude dislumbrar la personalidad que sus elaboradores le impregnaron, fiel a este resultado y con el fin de madurar el proyecto, esta añada nos ofrece un Beryna más redondo desde su salida al mercado.

La Visual corresponde a un tinto potente, intenso, denso en lágrica y en cuerpo. En Nariz reproduce la esencia beryna, complejo, contundente, maduro, goloso, donde la fruta se entremezcla con la madurez de las ciruelas pasas y la frescura de las frambuesas y zarzamoras silvestres. La crianza de 14 meses arremete con intensidad, formando un bonito cuadro de colores -como le gusta a Olga Navarro- donde las notas especiadas le aportan profundidad, a la vez que los aromas de cafetales y ligera nota de puro habano.
En boca se presta a multitud de sensaciones, aparentemente goloso en su inicio, que prontamente se desvanece tras su paso denso de boca, con rica acidez que equilibra su alta graduación alcohólica. Espléndidos taninos maduros y dulces, prácticamente afinados. Buen final y postgusto con predominio de los aromas terciarios.

Beryna destaca por su juego ante la mesa, por su plenitud aromática y contundencia en boca, resultando un tinto agradable a la vez que intenso. Nuevamente felicidades a Bernabe y Olga por el excelente trabajo. Del precio mejor no hablar porque rompe cualquier RCP, un tinto de esta casta por < 7 € es practicamente imposible de encontrar.

Picota violáceo. Intensidad marcada muy bonita con aromas de fruta silvestre diminuta, flores como la lila y las violetas, mucho regaliz. Soberbio. Vaya empujón de aromas. Luego en boca todavia con precavidas notas que terminaran dosificando y ensamblando su capacidad de juego y desarrollo, con notas de fruta roja, mentolados y herbaceos. Balsámico y largo y persistente recorrido... Si acaba de llegar y está así...

VISTA: Cereza picota, casi negra, con borde amoratado de gran capa.
NARIZ: Comienzan unas maravillosas notas medicinales, caramelo líquido (Royal), luego le siguen lácteos y mucha fruta negra (moras y arándanos). Tiene una punta de tierra mojada que dura poco, pero es un deleite. Balsámicos de hierbabuena y menta. Torrefactos.
BOCA: Entrada sin aristas y envolvente, potente pero muy fresco, dejando un soberbio post-gusto dulce y amargoso a la vez de pegadosa de café de la marca Zara.

En Resumen, vino de espectacular RCP con hechuras de grande. Felicidades!!!

Picota de capa alta con menisco cardenalicio. Limpio y brillante. Lágrima densa, fina y tintada.
En nariz aromas a fruta roja y negra (ciruelas), notas compotadas, balsámicos (regaliz) y apuntes de torrefactos y vainillas. Algo huraña.
En boca muestra buena acidez. Potente, agradable y goloso, con buen recorrido que invita a seguir degustandolo. Ligero amargor que no molesta. Nos ha gustado más en boca que en nariz.
En retronasal se marcan de nuevo las notas balsámicas y compotadas.
Nos recuerda a la añada 2003 por su redondez y frescura, si no recuerdo mal. Es un vino para beber ahora y para recatar dentro de 6 meses.

Vista: Bonito y brillante color rojo picota de ribete granate, capa muy alta y lágrima densa y tintada.
Nariz: De buena intensidad, sutil, franca y golosa. Existe un buen equilibrio entre los aromas de fruta roja y negra bien madura (ciruelas, zarzamora y grosellas) y los aromas de la crianza, con toques de lácteos, regaliz, balsámicos, especiados, y recuerdos tostados de tabaco y caramelo de café.
Boca: De entrada fresca, al principio algo golosa pero que rápidamente evoluciona hacia un vino más bien seco, untuoso, de buena amplitud, cálido, con taninos dulces y ya bastante pulidos, estupenda acidez que contrarresta su importante graduación alcohólica y final de boca tostado, de buena persistencia, fresco y afrutado.
En conclusión, es un vino hecho para que guste a un amplio sector del público, que tiene una nariz sutilmente golosa con una madera muy bien integrada y una boca elegante, sabrosa, aterciopelada y, a pesar de su juventud, ya bastante redondeada. Su precio es de 7 euros en bodega.

Botella bordelesa de hombros altos y anchos, cápsula y corcho de muy buena calidad, etiqueta artística (a mí personalmente no me gusta, pero para gustos los colores), contraetiqueta con mínima información. Color rojo cereza picota muy oscuro, casi negro, lágrima abundante y fina que tinta la copa de morado, menisco violeta. Nariz fragante, con predominio de los compotados, especiados y balsámicos, dejes de vainilla al final. La boca es muy sabrosa y potente, un vino con cuerpo de cálido posgusto, pero sin ser para nada basto, bien ensamblado, en el que sobresalen todavía en demasía los taninos, pero a los que les falta poco para domarse. Muy rico.

Con borde cardenalicio. Capa media-alta con lágrima gruesa y lenta que tinta levemente la copa
En nariz mucha fruta madura (sobre todo roja) con fondos tostado. Evoluciona hacia maderas nobles con toques de flores
Muy buen ataque. Redondo, sin aristas, denso , potente, pero goloso, con una acidez estupenda que le aporta estructura y frescura. Post gusto medio que invita aseguir bebiendolo
Estoy de acuerdo con el comentario anterior que es menos concentrado que otras veces, pero, par mí, merece la pena sin dudar.

Bonito color picota con reflejos violaceos que denotan su juventud. Capa media alta y lágrima gruesa y lenta.
abierto 1 hora antes y a 18º muestra una nariz con mucha fruta en primer plano y finos tostados y ahumados. A medida que sube un poco la temperatura aparecen aromas a vainilla y algo de flores.
En boca tiene una muy buena entrada. Se muestra carnoso, potente y a la vez redondo, buena acidez que le aporta frescura, persistencia media larga.
Quizás algo menos concentrado que en las anteriores añadas en favor de una mayor elegancia.
Un gran vino con muy buena RCP