Había dos botellas más escondidas en los fondos de mis bodegas, para darme el gran LUJAZO de DISFRUTAR de este GRAN VINAZO.
Señores actualmente esta en PLENA FORMA, en boca para mi un 9,7, es casi perfecto, con un equilibrio excelente, una estructura increible, una GRAN ARMONIA y tiene de todo extraordinariamente CONJUNTADO.
Ya esta dicho todo más abajo MARAVILLOSO, aún me queda una botella que guardaré para algun momento entrañable.

Tiene ahora ya una nariz a ceras, a racimos bien maduros, evolucionando a muchos toques licorizados, tabacos y especias de cocina ( canela, clavo, romero) y un toque especial de cerezas todavia rojas que le da una distinciónn impresionante. Tiene un final complejo y refinado. Muy rico.

Picota oscuro de capa muy alta.

Aroma potente, nítido y claro, fruta negra, tostados, ahumados, excelente madera en calidad y proporción, ligeros lácteos y caramelo. Aroma magnífico y muy amplio.

Cuerpo potente, entra y pasa en boca con tremenda suavidad y dulzura, gran acidez, mucho volumen y presencia, retroolor muy presente que permite una amplia gama de sabores, con bastante presencia de lácteos. Magnifica boca. Largísimo final. Creo que aún puede ir a más y tiene muchos años por delante. Comparto plenamente la admiración del Maestro Dávila por este vinazo

Me parece que me he bebido mi última botella, tengo que mirar por todos los encondrijos para confirmarlo, pero si es asi sería una verdadera pena.
Excelente vino en nariz y en boca, sobresalen los aromas de frutos y buenos tostados, dentro de su complejidad.
En boca es elegante y con muchos atributos, excelente en casi toda la fase gustativa, simplemente un vino que es MARAVILLOSO, MARAVILLOSO.

Casi dos años después y dos botellas más disfrutadas, este vino esta ahora impresionante en nariz, los buenos tostados, la cremosidad del roble y los ahumados dominan todos los aromas, donde no faltan los frutos concentrados y de calidad, también la pastelería, toffçe, etc.
En boca esta ya casi perfectamente equilibrado con una magnifica estructura y unos poderosos pero nobles taninos, un magnifico retronasal y un final muy largo y muy persistente, avalan la gran calidad de este magnifico vino y esta gran añada.
En una sola palabra MARAVILLOSO.

Dos años después y dos botellas más, sigo opinando que tiene una nariz excelente y muy bien en boca, aunque todavía necesita un pelin para equilibrarse del todo. Tiene un potencial y una elegancia enorme, es un gran vino y dentro de 1 o 2 años será aún mucho más grande.

Sigue hablando consigo mismo, es una expresión que me gusta emplear cuando las sensaciones después de años se convierten en cerradas y monologas ( como las personas que viven solas ). Es entonces cuando el vino desarrolla su personalidad en botella dando esos matices terciarios, profundos y que son pinceladas de los rasgos de su terruño - juventud. Notas terciarias, canela, maderas aromáticas, tabaco, cueros finos, especias, cedro, bosque bajo, lentisco, hojarasca, torrefactos evolucionados junto a notitas anisadas y en un deje final de Mandarina. Toda una riqueza que sale a la luz. Boca equilibrada y untuosa, tiene ese recuerdo de lo que fue la fruta viva y que se desliza hacia la frutalidad pocha, madurita y casi pasa, pero con buen corazón que deja cierta cremosidad. Retronasal muy intensa, con cueros, ebanistería, tabaco y ciruela pasa, algo a lo que tienden los buenos tempranillos de la zona. Eso sí, vegetalidad típica, con aromas de habano y tabaco que le dan clase. Muy rico, todo un señor descansado y reposado, nada que ver con el panorama moderno. Un vino para demostrar lo que da de sí la Tempranillo Española con la botella. Magnifico.

Vista: Cereza picota intenso con ribete violáceo, de capa alta, lágrima muy tintada y glicérico.

Nariz: Es muy intenso, sobresaliendo la fruta roja en sazón, tornándose con la aireación en fruta negra madura, con recuerdos especiados, tostados, balsámicos y lácteos.

Boca: Amplio, envolvente, carnoso, con cuerpo, leve amargor y astringencia muy agradables, excelente acidez, ensamblando a la perfección madera y fruta madura, taninos pulidos y equilibrados y retrogusto persistente, en resumidas cuentas un magnífico vino a degustar casi preferiblemente en la sobremesa y a solas, (para no perder detalle).

Fase Visual cereza picota intenso con ribetes cardenalicios. Limpio de lágrima tintada, glicérico.

Fase Olfativa repleto de aromas frutales -fruta roja en sazón- de inicio. La madurez en aromas se culmina con la aireación, apareciendo notas de fruta negra, con toques especiados –nuez moscada-, acompañados por notas vegetales.

Fase Gustativa redondo y muy equilibrado, fino, potente a la vez que elegante, con ataque denso, de buena acidez y alcohol en aromonía, paso muy frutal con unos taninos de calidad, maduros y dulces con final largo y postgusto con recuerdos a crianza –vainílicos y café-.

<> de la vertical 00,01,02 el tinto más valorado por su redondez, expresividad, equilibrio y guarda. Un tinto maduro, complejo, un buenísimo exponente de Alión que no se ha conseguido en las dos añadas siguientes.

Abierto una hora y media antes de tomarlo.
Color cereza intenso de capa media-alta.
En la nariz es intenso y complejo; muy llamativo. Recuerdos de frutos negros maduros, violetas, cuero, pimienta y nuez moscada. Luego aparecen notas lácticas. Mil matices, a cual más interesante.
En boca tiene un magnífico ataque, excelente acidez y un final muy largo con elevada persistencia. Taninos bien ensamblados.
Es carnoso, envolvente, aterciopelado... Por vía retronasal se vuelven a expresar las frutas del bosque.
La evolución en copa también ha sido fantástica, evolucionando el aroma y creciendo este vino. No se arrugó en ningún momento.
Un vino muy elegante y altivo. Digno Vega Sicilia.