Un nuevo privilegio poder catar esta primera añada de Alión , descrita por Parker como un nuevo vino menor de Vega Sicilia, con 10 o 12 años de vida por delante y 25 dólares de costo en USA. Nada más lejos tras la cata de ayer, aunque eso sí ,se ha convertido lógicamente en un viejuno. Un viejuno versátil , complejo con muchos matices y cierto vigor. Opulento en boca, con volumen y recorrido largo. Todavía tiene mucho que decir , si lo tienes, calro...

Color guinda de media capa, irisaciones teja. Vino licoroso en nariz, con aromas de cueros, balsámicos, maderas, pastelería, con apunte alcohólico y aromas de reducción. En boca algo maderoso, pero intenso (te "llena" la boca), secante, aún algo tánico y vivo; en retronasal es cierto que se aprecian notas de oporto. Algo amargoso y buen postgusto. De los viejos aliones, el que más me gustó.

- Si.
- "La niña bonita": pronto cumplirá 15 años; este vino es el primero de la saga y se ve que su progenitores se esmeraron, y mucho, a tenor de la calidad que sigue dando.
- Me pareció bastante más vivo que otros 90’s catados aquel viernes.
- Todo bien, pero lo que más impresiona es esa acidez que lo mantiene tan erguido, pienso que todavía por tiempo.

Pues pese a su edad el vino está excelente. Visualmente comienza a pitnar catas y aparece de un bello color rubí con destellos atejados. La nariz es atractiva, muy elegante, con recuerdos a silla de montar, toques de fruta licorosa y guindas en licor. En intensa y con volumen. Aunque al final de la cata parecía algo decaida. En boca tieen aún carácter, con acidez correcta, fresco, con buen recorrido, muy atractivo, elegante y con un paso por boca levemente licoroso.

Justo un año más tarde y en el mismo escenario familiar cae otra botella, esta la nº 23.814. Nariz fina pero mucho menos seductora y compleja que la del año anterior. Buena fruta madura, aun con cierta potencia pero algo unidimensional (¿algo de corcho quizás?). En boca es equilibrado, con muy buena acidez, postgusto bastante largo. Globalmente es amable pero echo a faltar más complejidad aromática y registros. El corcho sigue sorprendiendo por lo pequeño que es. Casi es un milagro que a pesar de ese corchito el vino aún siga estando vivo.

Botella nº 23.819, la mejor de las tres que he tomado de esta añada fundacional en el último año. El corcho muy flojito, debieron haber prisas en esa primera añada. Pero cuando te acercas el vino a la nariz... aroma muy intenso, maravillosa sorpresa, qué viveza, seductor, magníficamente complejo. GRANDIOSO aroma, a la altura del Mouton Rothschild 1989, de los mejores que he probado. En boca está bastante pulido, equilibrado, pero algo falto de más garra y carnosidad, sobre todo por lo que promete en nariz. Postgusto bastante largo en el que aparecen algunas nota de roble. No está a la altura de la grandiosa nariz. Pero ese aroma vale oro...