Opiniones de Clos Erasmus
OPINIONES
4

Despues de la descricpciónes anteriores no hay mucho que añadir. Es un vino redondo, amplio, con enorme potencia , absolutamente controlada y complejo, muy complejo. tanto en nariz como en boca su paleta aromatica y gustativa es muy amplia , tan amplia , que , a veces te desborda. Trasmite continuamente sensaciones que van más allá del terreno y de us origen.
Cuando lo tomas , lo que trasmite , por encima de otros conceptos , es su nobleza. Y además de nobleza te deja ver su recorrido. te puedes imaginar como era hace diez años y te empuja a fantasear como será dentro de diez años.
Es un vino completo , sin fallos y con versatilidad.
Pero , y eso es lo más importante sin ningún genero de dudas, esta cata fué más allá de una botella y de una marca. esta cata fué posible gracias a la enorme generosidad de Pepe Ferrer, si el de Pepico, lo cual hace que esta cata vaya más alla de una botella y una marca. Por venir de quien venia , por tomarlo donde se tomo y por beberlo con quien se bebió.

Color rojo picota de capa alta con ribete granatoso. Por la capa no hubiera dicho nunca que es un 1999, pues mantiene todo el color de una añada reciente.
Nariz de buena intensidad donde aparecen las notas de lacas típicas de los primeros Priorat, notas de fruta madura, flores rojas, vainilla, yogur de frutas rojas, café, tostados, un punto de violetas, notas minerales... Nariz compleja pero muy franca.
En boca tiene una entrada potente, sigue vivo, con el tanino perfectamente integrado, amplio, con una acidez excelente, un largo recorrido, un tacto cremoso, notas balsámicas...

Un vino que jamás hubiera dicho que era un 99, pues está no en plena, sino hecho un chaval.
Catado junto a G-M en un comida en la que disfrutamos de una gran comida, un anfitrión de lujo, unos vinos excelentes y una mejor compañía, así que prefiero no puntuar.

Cereza picota con ribete granate. Capa media-alta. No tan alta como algunos dirán posteriormente… ;-)

Nariz potente, compleja y... flagrante, delatora. Su primer golpe ya te dice soy del Priorato y estos son mis poderes: breve toquecillo de laca, licor de frutos del bosque y bosque umbrío. Bosque umbrío, tierra mojada, trufa… esa gama está muy presente. Con más calma, van sucediéndose otros aromas: los frutos negros maduros, los tostados, la ceniza, la piedra de río, algún atisbo vegetal, una violetilla y unos sorprendentes lácteos cerrando la fase.

En boca es sedoso, liviano, sápido… esplendoroso. Al paso parece que se va a desbocar, pero ahí hay buen domador, y retorna a su sitio, expandiéndose con cierta fiereza pero con educación. A la salida todavía una muestra de rebeldía en forma de astringencia. Acidez fabulosa, con postgusto muy largo y delicioso. Abundantes caudalías… ¿qué esperábamos?

Un placer y un lujo, tanto por la cata de esta mítica botella como por los acompañantes presentes en la misma, como por el pedazo restaurante donde se llevó a cabo.

P.D.: y sí… ¡lleva cariñena! Por algún lado he leído que lleva un poquillo…¡No nos engañes, Pepe! (¿o "Pepico"?) XD

Sin decantar. Guinda capa alta. Nariz intensa y profunda, con concentración de frutos negros, minerales, tinta china. Recuerdos especiados y ligeros balsámicos y tostados. Potente y generoso, no se cansa de dar y dar.
En boca muestra unos taninos potentes pero no duros, sino bien puestos, elásticos y muy, muy agradables. Denso, carnoso, con mucho cuerpo y volumen, con alta concentración frutal y especiada y toques de café. Muy largo y completo. Una delicia ahora y dentro de unos años.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar