Catado en formato Magnum.Todo lo dicho en la cata anterior se confirma en esta ocasion.Color cubierto,nariz excelente y boca con buena estructura,taninos dulces,mentolados,...
Gran Erasmus.

Antes de comenzar la cena estabamos un poco"preocupados por los comentarios previos sobre el vino.Nosotros tambien hemos "sufrido"alguna decepcion con algun Erasmus(2002).Sin embargo en esta ocasion hemos disfrutado como enanos.Color cubierto,limpio,brillante.Aromas espectaculares que se mantienen durante toda la cena y mas.La boca es una delicia con taninos integrados y dulces.En resumen una pasada.Vale la pena.

Descorchado para el día del amor más genuino, el día de las Madres, este vino no me enamoró. Está colmado de fruta roja y negra de buena definición pero al borde (o quizá por encima) de la sobremadurez, una crianza muy bien integrada y ciertamente sui-generis, notas terciarias (cueros, desván, musgo) que podría decir que son elegantes. Es grande pero no profundo, echo de menos el perfil aromático que uno espera de otros prioratos de culto y precio comparable. Tanto en nariz como en boca, este vino es muy sensible a la temperatura pero diría que en su mejor expresión tiene un paso poderoso, acidez muy justita y tanino ya resuelto, si bien algo carente de estructura. La salida sin embargo es tremenda, y en retronasal un sorprendente y larguísimo eco de mentolados y brisa de bosque. Un vino bizarro, hasta cierto punto "parkeriano", pero también algo difícil de interpretar para mi oxidado paladar y nariz de ornitorrinco.

Continuo pensando que debo tener mucha suerte a la hora de probar este vino.
Rubí muy oscuro, tonos azabaches y limpi, brillante.
Nariz llena de toques florales, no muy intensa, pero si con esa produndidad que caracteriza los grandes priorat y sobretodo, esos toques de pimienta, viento, humo, sotobosque umbrio-mediterraneo, mi hija dice que era bosque húmedo, y flores, muchas flores.
En boca es sedoso, agradable, con cierto toque de madera en el postgusto que le resta algo de vitalidad, pero quizás era el momento...
Un gran vino, lleno de delicadeza y fuerza, como los grandes Priorats, con esa sabia combinación de elegancia y realeza, que tan bien describe esa nobleza de sangre.

Picota con ribete granate, turbio. Sobremaduración y caucho quemado, parece un tinto dulce. En boca es dulzón y astringente agotando la boca para un segundo sorbo. Una decepción en un vino que custa 80 Euros. Nada que ver con el glorioso 97

Decepcionante. Aparentemente no presentaba ningún defecto que lo descalificase. Picota con ribete granate, turbio. Nariz extraña llena de caucho quemado, chocolate, higos y toda una serie de síntomas a vino sobremadurado. Algún miembro de la Peña (el Laba) dijo que había colocado un Oporto para despistar. En boca se mostró muy astringente, llenando la boca y dejando un retronasal a fruta acompotada.

Capa alta sin evolución. En nariz de salida es desagradable. Con mucha aireación desaparece lo desagradable y surge algún matiz de trementina o química alcohólica. Pero poco más.
En boca es concentrado con buen volumen y elegante pero por desgracia el defecto de la nariz hace que tampoco sea complejo.
Creo que ha habido botellas que han evolucionado mal y otras bien.

Siento discrepar tanto con el comentario de Dominic. Color picota cubierto. En nariz presenta casi sólo aromas de sulfuroso, que acaban molestando bastante y no se van. Sin embargo el paso en boca es muy rico. Lástima de nariz. Es posible que fuera la botella.

Vino de meditación.
Entra en boca como un pañuelo de raso, sin aristas
ni repuntes. En nariz es sutil y refinado, con
sensaciones minerales, balsámicas, regaliz y especias.
En boca,un pétalo de rosa. Con frescura y opulencia
jugando a la par.
El retronasal es largo y especiado.
Vino misterioso y sabio.