Descorchado para el día del amor más genuino, el día de las Madres, este

Descorchado para el día del amor más genuino, el día de las Madres, este vino no me enamoró. Está colmado de fruta roja y negra de buena definición pero al borde (o quizá por encima) de la sobremadurez, una crianza muy bien integrada y ciertamente sui-generis, notas terciarias (cueros, desván, musgo) que podría decir que son elegantes. Es grande pero no profundo, echo de menos el perfil aromático que uno espera de otros prioratos de culto y precio comparable. Tanto en nariz como en boca, este vino es muy sensible a la temperatura pero diría que en su mejor expresión tiene un paso poderoso, acidez muy justita y tanino ya resuelto, si bien algo carente de estructura. La salida sin embargo es tremenda, y en retronasal un sorprendente y larguísimo eco de mentolados y brisa de bosque. Un vino bizarro, hasta cierto punto "parkeriano", pero también algo difícil de interpretar para mi oxidado paladar y nariz de ornitorrinco.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar