Vamos con este vino que amablemente me trajo mi buen amigo Rafa. Tiene la peculiaridad de incluir un 2% de maturana en su coupage. Curiosa etiqueta frontal. Leo en la red..."Su etiqueta, en la que se puede apreciar el cuadro Le Troubadour de Joan Miró, es toda una declaración de intenciones, ya que la frescura del trazo y el colorido utilizado por el artista, está asociado a la versatilidad, modernidad y frescura de este vino". 

Pero vamos al tajo. Abrimos la botella y esperamos media horita antes de realizar su cata a 16°C:

VISUAL: Color rojo picota de capa media-alta en tonos amoratados con el ribete cardenalicio. Lágrima abundante fina y transparente (90).

OLFATIVA: Nariz con marcados aromas de fruta roja y negra, frambuesa y arándanos. Al agitar encontramos clavo de olor, pimienta blanca, vegetales de pimiento verde, herbáceos de ajedrea, notas que recuerdan a las chuches de fresa así como algún apunte terciario a cuero curtido con matices amaderados muy sutiles. Bien de complejidad con una intensidad media-alta (88).

GUSTATIVA: En boca es potente, con un tremendo punch y de gran amplitud. Alta acidez con los taninos marcados aportando una estructura muy rocosa, frutal y elegante. Retronasal con recuerdos a la mermelada de fresa con sutiles apuntes del roble. Persistencia de dos minutos y 10 segundos. Gran vino con mucho carácter, en plena fase ascendente y con mucho potencial de mejora. 18 meses de crianza muy bien aprovechados (91).

La RCP es excelente. Un vino con año y medio de crianza en barricas por unos 8 euros es increíble.

MARIDAJE: Nos tomamos este caldo con nuestra socorrida tabla de embutidos ibéricos y queso añejo. Excelente maridaje como siempre, con la peculiaridad en este caso de que los apuntes amaderados armonizaban maravillosamente con los intensos sabores cárnicos y especiados. Muy buen vino, muchas gracias Rafa!

Salud-os!!

Vino color picota madura con ribete granate, capa media alta, limpio brillante y lágrima fina y abundante.

En nariz con buena intensidad, predominio de frutas rojas, frambuesas y moras en mermelada, bajo un fondo tostado, con evolución a especias dulces, expresivo y bien definido.

El paso por boca, suave, cuerpo medio, largo recorrido, mismos aromas de fruta que en nariz con más predominio de tostados y algo de caramelo, untuoso, buena acidez, equilibrado y muy disfrutable, con un tanino aterciopelado.

Retronasal, afrutada.

Postgusto, largo y muy bueno.

Cada año creo que es más Rioja moderno o hace tiempo que no lo pruebo, a ciegas casi es un Ribera, por la expresión de la fruta. De todas formas es un gran vino a un gran precio, muy disfrutable.