Tombú 2016 es un vino de elegante y llamativo color rojo pasión, con ribetes de tendencia a lo salmón y rosáceos, brillante y limpio con una lágrima densa y que marca la copa. En aromas predominan las tonalidades dulces y cremosas percibiendo un amplio abanico de ellas que van desde las frutas rojas como las fresas y frambuesas hacia las mismas con nata y caramelos de violetas típicos de Madrid. Unos aromas muy golosos y atractivos. En boca esa golosidad se repite, es un vino de entrada suave y aterciopelada, con gran volumen cremoso que te invade toda la cavidad. En boca destacan los matices frutales y a golosinas equilibrados con una buena acidez. Además de las frutas, podemos notar puntos cítricos y balsámicos. Es un vino interesante y gastronómico.

Sin duda un rosado diferente, con alma de tinto. Elegante, muy bien equilibrado y delicioso al paladar

Botella casi cilíndrica, etiqueta alegre y desenfadada, muy primaveral, que nos va dicienda algo sobre su contenido. Color intenso, a fresón maduro. Corcho natural de buena calidad. En copa se aprecia bien ese intenso color a fresón meduro, más bien tirando a color de jarabe de fresa. Lágrima leve, fina y lenta.

Aromas cítricos y golosos, a mermelada de limón. Algo de fruta roja, frutas del bosque. piel de naranja. 14º muy bien llevados. Subiendo la temperatura me aparece bollería de mantequilla, puede que ese mazapán que creía que se lo había comido la viuda esa.

En boca es intenso de sabor, muy buena acidez que hace salivar, lo que ya orienta sobre cómo maridarlo. Un rosado muy gastronómico.

Maridado con un pastel caliente de verduras (zanahoria y coliflor) con cerdo ibérico, huevo duro, crema al queso y gratinado con parmesano y un toque de habanero. Muy buen maridaje.

Bonita botella y etiqueta

Color rojo fresa intenso

En nariz muestra buena intensidad con predominio de frutos rojos y cítricos

En boca vuelve a aparecer la fresa ácida, grosella, buen cuerpo y postgusto largo

Presentación muy original, con estilo y gusto.

Se aprecia color fresón, subido, con tonos asalmonados.

En nariz es muy frutal: fresas, chucherías, tonos cítricos y de frutas del bosque, así como florales.

Muy agradable en boca, también frutal, fresco y jovial, con excelente acidez. Posee cuerpo, buena estructura, paso bien perfilado. Hay, al igual que en nariz, frutas del bosque rojas, algún cítrico, aromas florales arropados por una cremosidad estupenda. Final de cierta persistencia que invita a seguir bebiendo. Muy buena elaboración.

Muchas gracias nuevamente a Dominio dos Tares y a Verema.

Botella original con un etiquetado vistoso. 

Color rojo bien intenso.

Nariz frutal de intensidad media, destacando fresa, arandano, limon maduro, gominolas, finas notas lactéas con un fondo de hierba fresca.

En boca tiene cierta presencia, la fruta madura manda al igual que en nariz, viva acidez, termina cítrico y ligeramente vegetal con un fondo amargoso.

Un rosado que sigo desde sus inicios y que a mi parecer siempre esta entre mis preferidos de este tipo de elaboraciones.

Tombú es un vino rosado monovarietal de Prieto Picudo, de Castilla y León. Probamos el 2016 que elaboran con una pequeña crianza.

Botella que llama la atención por su forma, no son las habituales. Etiqueta divertida que llama la atención por sus colores.

En fase visual vemos un vino rosado que uye de las modas, actualmente con tonalidades más cebolla, con un color fresa, brillante. El color en botella parece más subido pero en copa mejora. Lágrima lenta.

En nariz aparecen notas cítricas y en menor medida un punto de dulce, de mazapan o fruta escarchada.

En boca mejora, entrada golosa con cierta acidez, ligeramente amargo al final y con buena persistencia. Es un vino redondo, sin defectos.

Aunque creo que ahora lo tienen co9n un color algo más subido.

rosa frambuesa intenso , de ribete violáceo. 

intensidad media alta, cero sulfuroso, muy frutal, con recuerdos de fruta roja ácida tipo fresas y frambuesas, leve recuerdo láctico.

boca con cuerpo para ser un rosasdo, "casi parece un tinto aguado", buenísima acidez, largo, sedoso con volumen y frescura, final de grosella muy grato.

Muchas gracias a verema y la bodega por facilitarnos la cata de este vino.

Color rojo-rosado, limpio y muy brillante, tonos cebolla.
En nariz aromas primarios de fruta con cierta madurez y pastelería.
En boca seco, cremoso, mantiene la acidez que le da un cierto frescor y retrogusto con aromas primarios y secundarios debido a la crianza en sus propias lías

Rosado de color rojo brillante intenso más hacia una coloración de vino tinto que hacia los rosados piel cebolla que se comercializan en la actualidad. Sensaciones aromáticas cremosas y lácteas: fresas, frambuesas, nata, con un punto de balsámicos, pero en definitiva aromas golosos. Es un vino de entrada con cuerpo, untuoso, de buena acidez. Incluso volvemos a experimentar esas sensaciones dulces de yogur de fresa o frambuesa en boca. Es un buen vino, algo vinoso y muy gastronómico.