Con toda la ilusión del mundo hoy estamos colgando nuestra valoración de vinos n° 1.500 en Verema, y lo hacemos con un buque insignia riojano de la añada estrella del s.XX como fue 1.964. Leemos en el blogspot de Vinosclasicos que "Durante años este vino se embotellaba con una etiqueta especial para la Casa Real Española. Se empleaba como vino principal en los banquetes oficiales y para los viajes del rey Juan Carlos I." Mal gusto no tiene no ):. Pero vamos con nuestra botella. Puede llegar a 10 meses de contacto con barrica más tres años en los botelleros de la bodega, casi nada vamos. Viene con un lacre bastante voluminoso, lo cual espero garantice la idoneidad del vino. La abrimos con el abridor de lamas y la dejamos respirar por espacio de dos horas y media antes de proceder con su valoración a 17.5°C. Corcho muy compacto, de longitud media, tintado y humedecido en el 100% de su longitud.

VISUAL: Presenta una ligera turbidez, de color rojo cereza con un amplio ribete en tonalidades teja, ocres y naranjas, pero manteniendo una capa alta. Presenta una lágrima escasa, gruesa, lenta y transparente (94).

OLFATIVA: Desprende aromas de fruta dulzona muy claros, a compota de cereza y culís de fresa. Nos deja flipando una vez más que un vino de 59 años se muestre frutoso en nariz, increíble. Al agitar asoman viejunos fúngicos de trufa blanca, de champiñón, especiados de clavo y pimienta blanca, de montebajo (orégano), polvorilla, arcilla mojada, desván, armario cerrado, moho... brutal su complejidad. Ahora percibimos un puntito licoroso entre guinda en licor y duelas envinadas, con la madera insinuándose pero tímida, ya que la fruta predomina. Al final hay un fondo tostado fruto de su larga crianza de grandísima calidad. De intensidad media alta y muy complejo (95).

GUSTATIVA: Madre mía!!, qué delicia amigos, qué auténtica maravilla, qué pegada, qué acidez, qué entrada y qué frutosidad. Voluptuoso, amplio, con un tanino dulce muy placentero aportando gran cremosidad. Con notas especiadas de pimienta y con notas de mermelada de fresa y ciruelas pasas, muy dulzonas. Qué vinazo, qué carácter, cómo mantiene la pegada después de casi 60 años, un arquetipo del 64, elegante, equilibrado y potente a la vez. En retronasal encontramos fragancias de flor marchita y un puntito mineral como a polvorilla. Post-gusto frutoso que nos recuerda al culís de fresa y con apuntes más terciarios, cuero viejo, tabaco habano, con un puntito herbáceo de te negro y como no, con matices especiados de canela y vainilla. Su persistencia es de 2 minutos y 55 segundos. Apoteósico amigos, qué disfrute por Dios. En absoluto estado mesetario, de aquí 20 años este vino estará igual, con la madera muy sutil y perfectamente integrada, con apuntes tostados y avainillados y con la fruta muy presente. Inolvidable, sabrosote, carnoso, potente y de acidez brutal, vinazo para gozar!! (96).

La RCP atendiendo a que nos costó hace 5 años 38 euros, es obviamente excelente.

MARIDAJE: La abrimos con un solomillito de cerdo en masala y salsa de papaya y frutos del bosque. Otro día acompañó unos garbanzos con callos, morcilla y chorizo, y nos lo terminamos con nuestro surtido de queso curado, jamón y embutidos ibéricos. Destacaremos el maridaje con el solomillo, apuntes frutosos por ambos lados y notas cárnicas en absoluta armonía con los matices terciarios de nuestra joyita riojana. Otro vino para el recuerdo amigos!!

VIDEOCATA:  https://youtu.be/3Wf9tywL6vQ

Salud-os!!

Rubí con ribetes ligeramente atejados, capa media-alta.
Medianamente intenso en nariz donde va claramente de menos a más, ganando en complejidad. Notas iniciales de frutas rojas licorosas, un incipiente fondo especiado, mueble viejo, trazas ahumadas, granos de café, tabaco de pipa, ligeros toques terciarios de cuero y caza, todo siempre con mucha elegancia e integración, un vino que se va revelando poco a poco.
En boca apabulla por su entereza y su estructura, por otra parte típica en muchos otros 64 pero que no deja de sorprendernos, gran acidez, paso redondo y con mucha sustancia, final largo y persistente dejando su impronta de frutas en licor, especias y un toque mineral. Tanino que todavía se nota un poco, son vinos de muy largo recorrido.
Nuevamente una Reserva Especial de Martinez Lacuesta nos ha dejado su huella, son vinos que sin duda se encuentran entre lo más granado de Rioja en la época por su estructura, acidez y equilibrio, vinos de muy alta calidad y en que en este caso y en un año del nivel del 64 no dejan de brillar con luz propia. Gran vino.

De color rubí rojizo de capa media, reflejos cobrizos y ambarinos, brillante, limpio. Borde amplio, completamente atejado y sin diferencias respecto al menisco.

Un par de horas abierto, sin decantar, al comprobar que inicialmente le costaba expresarse. Se presenta con incógnitas y con la sospecha de una muerte prematura. Apagado, sin excesos, pero sin parar de abrirse. Sin prisas... Asoman maderas finas y un recuerdo a barnices, ebanistería, ceras y un curioso fondo de sándalo. Lentamente escampan las brumas y nos encontramos un Reserva Especial frágil y hermoso, puro, con mucha personalidad y verdad a tempranillo en pureza. Hay todo tipo de flores ajadas, corteza de nogal, cuero viejo y un leve fondo vegetal a hoja de té, laurel. Clásico, reconocible, muy bien perpetrado.

En boca es de una solidez no esperada. Rocoso, amplio, dotado de taninos pulidos y de una acidez marcada. En plena forma, vivaz, lleno de energía. Quizás el más potente de todos los Martínez Lacuesta probados a día de hoy aunque no el más elegante. Excelente vino de grandísima añada.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2014/08/martinez-lacuesta-1964-reserva-especial.html