Me ha pasado lo mismo que a "Jacomur". Con el tiempo ha mejorado notablemente, no sólo en el color mas subido, sino más abierto en aromas, mostrando toda su fruta blanca, cítricos...y un sabor que ha mejorado mostrando un vino soberbio, elegante, mineral, con una fruta, jugosa y fresca que te invita a disfrutar. Un vino muy sabroso. Estupenda evolución de este gran vino.

No describo la botella por haberlo hecho anteriormente. Hace un año que tomé la anterior botella y algunas novedades percibo en la nueva. El corcho, de gran calidad, sigue perfecto. Los meses transcurridos no le han afectado.
A la vista me encuentro con un vino de color amarillo que ha subido muy levemente de color. Está limpio y brillante. Muy buena y densa lágrima que se desliza con pereza por el caliz de la copa.
En nariz, no está tan cerrado como me pensaba encontrar. Abundantes y limpias frutas blancas, de hueso, tropicales, citricos y notas herbáceas.
En boca está sublime, aterciopelado, muy elegante, con mucho volumen, corpulento pero fino, con abundantes frutas, las de la fase olfativa han retornado con fuerza en esta fase, muy cremoso y glicérico, con mineralidad. Mantiene una elegante acidez que te invita a beber y que le dará más años de vida. Elegante, aterciopelado y muy grato y sabrosísimo paso de boca. Mantiene su muy larga permanencia en la misma. Me da 3,30 minutos.
Unvino al este año más en botella de ha venido muy bié, Creo me queda otra. El año que viene os contaré

Vino encerrado en una botella borgoñona, con un corcho de calidad y vestido con una sencilla etiqueta de diseño moderno en la que predomina el color marfil.
A la vista me encuentro con un color amarillo pajizo, limio y brillante. Muy buena y densa lágrima que se desliza con perezosa aptitud por la copa.
En nariz percibo frutas cítricas, de hueso, de piña tropical, notas herbáceas, todas ellas con abundante intensidad.
En boca es muy elegante, untuoso, cremoso, glicérico, corpulento, mineral, fresco, con una elegante y viva acidez que invita a beber y beber y que le dará algún que otro año más de vida.
Vuelven las frutas de la fase olfativa. Gratísimo y elegantísimo paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,30 minutos. Es un vino que necesita aireación para poder disfrutar de todo lo que encierra el mismo.

Un blanco curioso, elegante y mineral. Color amarillo pálido, limpio. En nariz va evolucionando con el tiempo, llegando a una buena intensidad, fruta blanca y cítricos, hierbas del monte y notas ahumadas. También aparecen notas minerales. En boca entra muy bien, después de un tiempo aireándose, gran equilibrio y muy buena acidez. Muy frutal y notas cítricas. Cremoso y muy largo. Le queda tiempo, pero que bueno que está. Un disfrute.

Color amarillo pajizo limpio y brillante.
La nariz es delicada, sencilla, sin gran opulencia, fresca, fruta blanca, algo de melocotón, recuerdos a piña, balsámicos, hierbas de monte y al final hinojo, todo ello envuelto en elegante mineralidad. Nariz fresca y más compleja de lo que inicialmente parece.
En boca tiene buena entrada, fresco, cierta untuosidad, buena acidez, elegante en el paso, delicado y con personalidad, fruta y notas herbáceas antes de un final de muy buena longitud tras el que quedan sensaciones de fruta, hinojo y de nuevo minerales.
Creo que ganará con algo más de botella.
Es un vino original, elegante y que no puedo catar sin recordar la experiencia de haber conocido a Emilio, también original y único, desde luego.