Cata de vinos de la D.O. Alicante

La génesis de la D.O. Alicante se remonta a 1932, aunque la constitución de su Consejo Regulador tuvo lugar en 1957. Con algo más de 50 bodegas inscritas y más de 2300 viticultores, el área de viñedo de la D.O. se extiende a lo largo de unas 14.000 has. y consta de varias subzonas, entre ellas L´Alacantí, Vinalopó, La Marina Alta y El Comtat y entre sus variedades propias destacan el Moscatel de Alejandría, la Monastrell y la Alicante Bouschet (garnacha tintorera). 

 

Alicante es la tierra de un vino mítico, el Fondillón, tradicionalmente hijo de la garnacha y de la monastrell…. Aunque actualmente la normativa sólo admite esta última variedad que, por cierto, aporta unos vinos rancios con enorme personalidad y algunos dulces que bien recuerdan a algunos jóvenes vinos de Oporto y unos tintos con notable personalidad.  También es la tierra de dulces y carnosas mistelas, elaboradas con moscatel, la gran uva blanca de Alicante, que vinificada en seco (o más recientemente usada con espumosos) ofrece una notable carga terpénica y una marcado carácter afrutado incluso en los ejemplares más secos. 

 

Alicante es el Mediterráneo, tierra de extremos, con calidez y precariedad de agua. Se obtienen vinos con grado y potencia, y en el caso de los tintos con concentración y color. Hay estructura y los aromas de la esencia de la flor del naranjo, de los cítricos y de las hierbas aromáticas. Y algunas vriedades foráneas, como la cabernet o la shiraz medran en la zona aportando el dificil equilibrio entre finura y contundencia.

 

Así pues, acabando el mes de marzo, y a punto de un nuevo cambio de sede de Verema.com un grupo de enófilos y sumilleres nos reunimos en la sede de Verema para llevar a cabo una variada cata de vinos amparados bajo el paraguas de la D.O. Alicante. Los resultados son los que se comentan a continuación…. y mostraron antes que nada la increíble y no siempre apreciada calidad y profundidad de los fondillones, con una magnífico Primitivo Quiles Gran Reserva Solera 1948, un fondillón de corte clásico con una preciosa definición. También mostraron que a los catadores disfrutaron especialmente con los monastrells tintos con un toque de variedades 'foráneas', habiendo un 'empate técnico' entre el Beryna Selección y el Puerto Salinas, seguido muy de cerca por un consistente Ad Gaude. Por lo demás destacar el buen nivel de calidad de los vinos que se cataron, incluyendo las tradicionales mistelas de la zona, elaboradas con moscatell. Por últimno comentar que hubo un descarte, la botella de Mira Salinas presentada a la cata no estaba en condiciones y fue descalificada.