Cata de gracianos en Menorca.

Cata de gracianos en Menorca.

Contino Graciano 2006 cosechó las mayores preferencias.

De variedad minoritaria a vinos monovarietales de graciano. Algo ha cambiado en el devenir de este varietal. Empezó Contino en el año 1994 con su Contino Graciano, y ahora ya hay unas cuentas bodegas en Rioja, y también en Navarra, que se atreven con un 100% graciano.

De reducida rentabilidad y fuente de problemas para el viticultor por su maduración tardía, su sensibilidad a la humedad y los problemas para alcanzar la maduración adecuada, la graciano se ha utilizado tradicionalmente en la Rioja para proporcionar a los vinos acidez y frescura, algo que a menudo no podia conseguirse con la tempranillo. Ese era el toque de “gracia” que se le otorgaba a la proporción de graciano en los coupages.

Sigue siendo muy minoritaria, y parece ser que no llegan a las 400 Ha en toda la Rioja plantadas con graciano. Apenas supone al 1% del total del viñedo.

Parraleta en Somontano, tintilla de Rota en el marco de Jerez, o morrastel en el sur de Francia, sigue siendo muy escasa su extensión. Es posible que la reciente aparición de nuevos monovarietales pueda cambiar esta realidad.

Todas estas ideas fueron las que rondaban en nuestras cabezas para decidir hacer una cata monográfica de gracianos el miércoles 11 de noviembre de 2009 en el restaurante Ses Forquilles de Mahón.

Estos fueron los vinos por orden de cata.

Viña Ijalba Graciano 2004
Picota media capa. Nariz de intensidad media, con un carácter de cierta frescura y ligereza. En nariz hay matices de aceitunas negras, de garum, de hierbas aromáticas.
Boca entrada fresca y suave.Ligero. Tanino apreciable, aunque nada agresivo. Acidez final elevada.

Abel Mendoza Graciano 2005
Picota cubierto ribete morado. Nariz que posee un comienzo con maderas nobles (vainillas) sin desequilibrar el total, intenso con un fondo algo vegetal por delante de una escasa presencia frutal que tampoco es que suponga defecto alguno. Boca sabrosa, tanino que se siente pero con docilidad. Acidez elevada. Largo. Interesante.

Amaren Graciano 2005
Picota cubierto ribete morado. Nariz en la que hay fruta negra, también madera nueva, pero muy integrada integrada. Buena intensidad. Fondo de aceituna negra. Boca amable, de trago fácil, más corto y con menor acidez que alguno de sus compañeros. Mejor nariz que boca.

Allende Graciano 2005
Picota cubierto. Ribete morado. Nariz más frutal, más negra que roja, y con un fondo vegetal tan peculiar como constante en toda la cata. ¿Regaliz?. Algo animal en un momento determinado de la cata que después desaparece sin dejar rastro. Boca fresco, sabroso, frutal. Final de boca con ligera astringencia. Muy ligera, aterciopelada. Largo.

Contino Graciano 2006
Picota muy cubierto, con ribete morado. Nariz intensa, aceituna negra de entrada, hierbas para adobarlas, con un fondo frutal que envuelve estos aromas. regaliz, ajedrea y romero. En boca es serio, con cuerpo, largo, equilibrado. Buena acidez de entrada, sin opulencia pero con presencia, con final de ligera astringencia. Sabroso. Elegante.

Como es costumbre en nuestro grupo de cata, cada uno puntua cada vino, pero no hay nota final del vino sino orden de preferencia global. Y así fue como quedaron:

Contino Graciano 2006
Allende Graciano 2005
Abel Mendoza Graciano 2005
Amaren Graciano 2005
Viña Ijalba Graciano 2004

No fue una cata ciegas como en otras ocasiones, y no sé si el nombre de Contino pesó mucho. Lo cierto es que fue el que más gustó a más gente, 6 primeros de 10 asistentes. Sin duda era el más elegante de todos, con seriedad y complejidad. Cumplió con lo que se esperaba de él y de ser el de mayor precio.
 
Allende cosechó las otras 4 primeras preferencias que restaban en el grupo, y sin embargo generó polémica, ya que hay quien percibió falta de integración todavía, que el tiempo sin duda ayudará a redondear.

Fue una sorpresa muy agradable para todo el mundo el graciano de Abel Mendoza. Aquí sí hubo bastante unanimidad en agradar prácticamente a todo el mundo.

Amaren Graciano y el vino de Ijalba cerraron la clasificación dentro de un consenso generalizado de que nos encontrábamos ante vinos diferentes y sorprendentes. La conclusión final para todo los vinos fue casi unánime: vinos alejados de modas y estándares de cata, con personalidad, con predominio de notas de regaliz y de hierbas aromáticas por encima de la fruta. Vinos en general no destinados para el gran público sino para aficionados que busquen variar de perfiles aromáticos habituales. Vinos muy recomendables sin duda.

Por último hay que agradecerle a Raquel, la sumiller del restaurante Ses Forquilles de Mahón el trabajo de localización de algunos vinos y de la perfecta mesa de cata, y de cena, que nos preparó.

Finalizó la cena con la apertura de un último vino, Ochoa Mil Gracias 2006, un 100% graciano de la DO Navarra, sabroso, de trago sencillo y con personalidad, que certificó algunas de las ideas que se habían generado en la cata inicial sobre este varietal.