Verema.com compartió su 4ª cata con Augusto Covo

El 6 de Mayo de 2002 nos reunimos el equipo de Verema.com para celebrar una cata extraordinaria. Este era un acontecimiento importante pues era la primera ocasión que se producía un encuentro entre miembros de esta comunidad de aficionados al vino de diferentes países. ¡Qué decimos de diferentes países, de diferentes continentes!.

En efecto, en esta ocasión tuvimos el honor de contar con la presencia de Augusto Covo, miembro de la Peña Vinícola Cartagena de Indias (Colombia), una de las peñas asociadas a nuestra comunidad de aficionados al vino en Internet. Augusto es Rector de una Universidad Politécnica en Cartagena de Indias y se encontraba en España por motivos profesionales, estableciendo contactos con otras Universidades españolas.

Cual fue nuestra sorpresa cuando el sábado, día 4 de mayo, yendo en el coche de Juan Such, suena mi teléfono móvil y se escucha: ¡Hola amigos, soy Augusto Covo de Colombia. Estoy en Valencia y quisiera verlos!. Fue algo increíble pensar que este hombre estuviera en Valencia esperándonos y nosotros: ¡en Falset!. Yo creo que la sorpresa fue mayor para él cuando le dijimos que íbamos camino de hacia Reus en busca de una cata vertical de Prioratos de Mas Martinet y Cims de Porrera. Lo cierto es que una vez lo conocimos nos confió que si hubiera tenido la menor oportunidad se hubiera venido con nosotros a Reus. Pero como no fue así, tuvimos que esperar al lunes 6 para conocernos personalmente.

Augusto es una persona excepcional que nos agasajó en nuestro encuentro con dos botellas de vino chileno y argentino respectivamente, además de un montón de recuerdos de artesanía de su país. Nosotros intentamos devolverle los honores con una cata inolvidable, tanto por el lugar de celebración como por la calidad de los vinos. A la cata también asistió como invitado Salvador del Saz, en representación de la Peña Enológica La Verema (recordemos que esta es la peña decana de Verema.com como comunidad de aficionados al vino), en calidad de actual presidente de la misma.

Entrando en materia, la cata, a ciegas y en las reglamentarias copas Riedel, tuvo lugar en Casa Pepico (en el Barri de Roca de Meliana –Valencia-), donde, de nuevo, Pepe fue el perfecto anfitrión. Los vinos se abrieron con una hora de antelación. En general esta aireación fue suficiente para empezar a disfrutarlos nada más escanciarlos en la copa, aunque en el caso del Cirsion 2000 no le dio tiempo a abrirse completamente y hubo que trabajarlo en copa durante la cata. Aún así, fue el claro vencedor, tanto por las enormes cualidades que ofreció en boca como, posteriormente y según se fue abriendo, por la enorme riqueza de matices que nos fue mostrando en nariz. En palabras de Augusto, al que le costaba recordar el nombre del vino e insistía en llamarle Cirzion, este era “el vino más enorme que recordara desde hacía muchisimo tiempo”. También tuvo la oportunidad de degustar durante la cena el excelente aceite de oliva virgen Dauro de l’Empordá, de la misma empresa (Roda) que produce el Cirsion. Y de nuevo sus comentarios fueron de halago hacia la misma; comentarios a los que nos sumamos todos. ¡Cómo no!. También el Mauro 99 fue objeto de halagos así como el Marboré 99. Es increíble este vino que cada vez que lo catamos nos sigue sorprendiendo por su capacidad de competir entre rivales de tan altísimo nivel. 

Durante la posterior cena, y para mantener el nivel de los vinos catados previamente, degustamos una botella de Laurona 1999 (D.O. Tarragona-Falset) y un Clos Mogador 1998 (D.O.C. Priorat). Esta botella de Mogador era la última que le quedaba a Pepe Ferrer de esta añada y nos la ofreció con todo su cariño. Sin duda, un gran colofón para una inolvidable velada.

Al día siguiente, Augusto nos acompañó a la presentación de los vinos del Penedés en el Hotel Astoria de Valencia. Allí pudimos disfrutar de una gran cantidad de vinos de una de las D.O. más importantes y con mayor tradición en el panorama vitivinícola español. A lo largo de la velada pudimos disertar sobre la calidad de los vinos que, en general, fue apreciada por el propio Augusto como muy alta. El mismo nos reconoció que, lamentablemente, en su país sólo puede acceder a una oferta mínima de vinos españoles mientras que es mucho mayor la presencia de vinos franceses e italianos. De hecho, nos comentó que para poder acceder a una oferta algo más amplia se tenía que desplazar en avión hasta ¡Panamá!, algo que hacía habitualmente. En ese país, nos dijo, “habían un par de importadores de vino con mayor presencia de productos españoles”. En nuestra despedida, las palabras de este hombre que vino “desde el otro lado del charco” con deseos de conocernos nos ratificó en nuestra idea de que el mundo del vino es muy diferente: gracias a todos los que participáis en Verema.com, esta comunidad de aficionados tan especial, por hacer posible este tipo de encuentros.