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Cata de Riberas en Alella

El miércoles 16 de noviembre una docena de miembros del “Club de Tast l’Arcada” nos reunimos en Alella para realizar una pequeña cata de vinos pertenecientes a la D.O. Ribera del Duero y que organizó perfectamente Joan Ignasi. La idea era revisitar a los clásicos, junto con un par de referencias de nueva hornada. Sin embargo, el toque anarquista que caracteriza este grupo hizo que la noche derivara hacia el goce y disfrute de los vinos de Vega Sicilia.

Pero vayamos con la cata en si. En principio, estos eran los vinos seleccionados para la cata:

- Carramimbre Crianza 1999
- Miros Reserva 2001
- Protos Reserva 1996
- Pesquera Reserva 1996
- Valbuena 5º año 1989
- Vega Sicilia Único 1989

Un buen elenco al que, gracias a la aportación de un anónimo y al que nunca le estaremos suficientemente agradecidos, miembro del grupo, se incrementó con:

- Valbuena 3er año 1980
- Vega Sicilia Único 1960

El desarrollo y conclusiones de la cata fueron los siguientes:

- Abrimos el fuego con el Carramimbre Crianza 1999 (Bodegas Pingón S.A.). Mal empezamos. La primera botella la tenemos que desechar ya que presenta una notoria suciedad. La segunda está correcta, pero no convence a nadie: nariz escasa y extraña y una boca alcohólica y astringente, corto, sin materia y muy desequilibrado.

- Con el segundo la cosa mejora ostensiblemente. El Miros Reserva 2001 (Bodegas Peñafiel), nos muestra un vino rico y agradable, dentro de un estilo internacional, con una madera abundante pero fina y de calidad y con una boca fácil y de gratas sensaciones.

- Seguidamente catamos el Protos Reserva 1996 (Bodegas Protos). Este vino está en muy buen momento. A una nariz fina y elegante –frutillos rojos, sugerentes balsámicos, notas orgánicas-, hay que unirle una boca intensa, fina, elegante, larga y muy persistente. Un vino que, sin duda, fue a más durante la cata y posterior cena.

- El cuarto de la noche era el Pesquera Reserva 1996 . La misma añada que el anterior, pero se presenta menos evolucionado, más potente y corpóreo. Aromas intensos y francos de fruta roja fresca y compotada, especias, balsámicos y notas de tierra ahumada. La boca es voluminosa pero fresca y equilibrada, elegante y con mucho recorrido y persistencia. Con vida por delante.

- Y empezamos luego con la tanda de Vega Sicilia. Iniciamos con un Valbuena 5º año 1989 (Vega Sicilia S.A.). El listón empieza alto: el vino está magnífico, con una nariz compleja, elegante y profunda: frutas, notas frescas y licorosas, especias, cedro, especias dulces. Un todo plenamente armónico. En boca el tanino es de una elasticidad inmensa. Jugosidad y madurez, de una elegancia tremenda y larguísimo. Y aun con muuucho futuro.

- Pero el listón aún se puede subir más, como lo demostró el Vega Sicilia Único 1989 (Vega Sicilia S.A.). Nariz de ensueño: intenso, aromático, fragante, complejo, buscas y buscas y siempre encuentras algo nuevo. La boca es de una expresividad magnífica, con una excelente acidez y unas sensaciones globales plenas y totalmente deliciosas. Aterciopelado y larguísimo. Un vino de ensueño y mi preferido de toda la cata y creo que el más valorado por todo el grupo.

- Pero lejos de arrugarse, el Valbuena 3er año 1980 (Vega Sicilia S.A.), salió a comerse el mundo. Una nariz intensa, compleja, elegante, con frutillos rojos frescos, fruta en licor, tabaco, caja de puros, grano de café... Y unas sensaciones en boca equilibradas, complejas y completas acabaron mostrando un vino enorme, titánico. Sin duda, mi número 2.

- El último de la noche, un Vega Sicilia Único 1960 (Vega Sicilia S.A.), no desmereció a los anteriores a pesar de sus 45 años de antiguedad. La vista evolucionada parecía querer esconder todo el potencial que nos iba a mostrar: nariz, intensa, fina, elegante, llena de sugerencias y una boca compleja, llena de gran frescura y viveza con un final intenso y larguísimo. Otro vinazo.

Fin de fiesta con cena acompañada por los propios vinos de la cata. Para los postres descorchamos Sarda-Malet La Carbasse 1999, una garnacha dulce del Rosselló que estaba profunda, frutal y con mucho terroir y que acompañó bien quesos azules y el chocolate.

Ahora hasta diciembre. La próxima sera “Champagne: Pinot vs Chardonnay”.


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