Las otras uvas: Fiano

En esta ocasión, siguiendo con castas asentadas en Italia, conoceremos un poco más la Fiano, una de las uvas blancas más importantes de Italia y sin embargo poco conocida por estos lares.

La uva fiano es una uva blanca italiana de gran arraigo en la región de Campania y también en la Isla de Sicilia donde ha encontrado una segunda casa de la que están saliendo grandes vinos.

En Campania es famosa en los alrededores de Avellino donde se produce vino bajo la DOCG Fiano di Avellino de la que luego hablaremos.

Es una uva histórica y se cree que se utilizaba para producir el vino apianum en la Antigua Roma, de hecho en la DOCG Fiano di Avellino permite el uso de ese nombre en la etiqueta.

Con los años y varios estudios ampelográficos y también por referencias históricas, la Fiano es cosiderada una “vid clásica” muy empleada en la Antigua Roma y tal vez sus orígenes estuvieran en la Antigua Grecia.

Se trata de una variedad de piel gruesa que produce poco zumo por tanto poco rendimiento, lo cual fue un factor importante para que en los Siglos XIX y gran parte del XX fuera arrancada y sustituida por Trebbiano y Sangiovese, mucho más productivas.

En los últimos años esta uva está viviendo un crecimiento importante que en parte tiene que ver con el deseo de revitalizar variedades nativas y clásicas pero por otro lado por su buena adaptación a otras zonas, siendo Sicilia, a mi entender el mejor ejemplo.

El primer vino que me sorprendió elaborado con esta uva fue el Planeta Cometa Fiano 2017, de Menfi, Sicilia, que además participó en la última cena de forer@s que celebramos en Madrid, hace demasiado tiempo. Un vinazo en toda regla que fue del gusto de los participantes.

Fuera de Italia, Australia, en la zona de Mc Laren y Argentina en Rioja y Mendoza son pioneras en la producción de vino con esta uva aunque de momento en pequeñas cantidades. Las perspectivas parecen muy buenas y podría ser una uva con mucho futuro en esas zonas.

                       Viñedo de Feudi de San Gregorio

La uva Fiano si por algo es conocida es por la asociación con la DOCG Fiano di Avellino. Una zona en la que estuvo cerca de extinguirse por los motivos antes explicados vinculados sobre todo a sus bajos rendimientos. A mediados del siglo XX renació el interés por la variedad y crecieron las plantaciones en el entorno de Avellino, especialmente en sus colinas,  que llevaron al nacimiento en el año 2003 de la citada Denominación de Orginen. La legislación italiana permite el uso de apianum buscando relacionar esta uva con ese histórico vino romano, como ya se ha señalado.

Además de Campania, especialmente en DOCG Fiano di Avellino y también en Sicilia, se encuentra presente y es variedad permitida, en distintas DOC y DOCG Italianas como Aversa, Asprinio, Campi Flegrei, Sastel San Lorenzo, Cliento, Costa d’Amalfi, Gallucio, Ischia, Locorotondo, Martina Franca, Monreales, Pninsola Sorrentina, Sannio, San’Agata o Taburno entre otras.

La Fiano tiene una óptima capacidad de concentración de azúcar, en los mejores terruños, como es el caso de la DOCG Fiano di Avellino, donde los vinos de más alta gama exhiben una mineralidad sin par, traducida en notas de pedernal y pólvora. Para preservar un conjunto de tal elegancia, que fácilmente evoluciona hacia notas de hidrocarburo, la Fiano se vinifica y se cría generalmente solo en acero, y se tiende a comercializar transcurrido al menos un año de reposo en bodega. Dentro de los límites de la DOCG, la zonas más aptas son las de Lapio, y sobre todo hoy la de Summonte, en el monte Partenio, donde los suelos volcánicos y la elevada altitud —cepas plantadas a 700 metros sobre el nivel del mar— ofrecen unos vinos de Fiano de excepción y sin límites incluso en acidez y, por consiguiente, longevidad.

Cada vez más se está percibiendo el potencial que tienen los vinos elaborados con Fiano para desarrollarse en la botella durante varios años tras la cosecha. Es un vino que cuando es joven es aromático, frutal y con notas melosas. Con el tiempo aparecen notas más complejas que incluyen las notas minerales y los frutos secos, especialmente avellanas y nueces.

Con las nuevas técnicas de vinificación se pretende limitar la oxidación y preservar la frescura buscando que mejore con los años. También es cierto que se mantiene en muchos casos la vinificación tradicional con vinos más pesados y propensos a la oxidación prematura.

Algunas bodegas que elaboran vinos en los que la Fiano es mayoritaria son: Feudi di San Gregorio, Pietracalda, Guido Marsella, Planeta, Mastroberardino o Ciro Picariello entre otros.

Espero que os animéis a probar esta interesante uva que seguro sorprenderá.