Placeres vinícolas

Cru Beaujolais y Piron

Beaujolais es una región vinícola francesa situada al sur de Borgoña y al norte de Lyon.  Administrativamente pertenece a la región de Borgoña, aunque su clima se parece más al del Ródano, siendo sus vinos lo suficientemente individualizados para ser considerados de forma independiente.
Es una región muy amplia, con más de 20000 Ha de viñedo que soportan un clima semicontinental con influencias mediterráneas, teniendo en general un clima más templado que el de la vecina Borgoña, por lo que la Pinot Noir no madura bien en Beaujolais. Los mejores suelos son principalmente graníticos, aunque en los Cru hay colinas de esquisto y granito, con algo de caliza.
Hay doce denominaciones principales de vinos de Beaujolais, aunque más de la mitad de la producción se vende bajo la denominación básica AOC Beaujolais. Estas denominaciones se agrupan en tres tipos fundamentales: los vinos jóvenes (Beaujolais Nouveau), los vinos tradicionales (Beaujolais, Beaujolais Supérieur y Beaujolais-Villages) y los Cru de Beaujolais.
La casta más plantada en esta región es la Gamay (98% de las plantaciones), aunque también se emplea algo de Pinot Noir, Chardonnay y Aligoté. La Gamay aporta a los vinos de Beaujolais un color rojo azulado intenso, con baja acidez, taninos moderados y un cuerpo ligero a medio.
Los Cru de Beaujolais son diez pueblos situados en las colinas, que producen los vinos de mayor calidad, y en esta zona, la palabra Cru hace referencia al vino producido en una región, no en un viñedo particular. Sus vinos tienen más cuerpo y más color, así como una vida más larga. Chiroubles, Brouilly y Régnié hacen los vinos más ligeros, a consumir dentro de los tres años siguientes a su cosecha. Côte de Brouilly, Fleurie y Saint-Amour producen vinos de cuerpo medio, para ser consumidos dentro de los cuatro años siguientes a la cosecha. Chénas, Juliénas, Moulin à Vent y Morgon producen los ejemplos con más cuerpo de Cru Beaujolais, que necesitan el mayor tiempo para envejecer en la botella y que se pretende normalmente que se consuman entre 4 y 10 años después de la cosecha.

Dominique Piron cuenta con más de 45 Ha de viñedo repartido en distintos Cru de Beaujolais, casi todas plantadas con Gamay, incluidos algunos viñedos de más de 35 años. Además de producir varios Cru Beaujolais, es propietario de otras bodegas que elaboran Beaujolais Nouveau y Mâcon blanc.
He podido probar 5 vinos de Piron, distintos Cru Beaujolais de varias añadas, que muestran notables diferencias entre sí.

- Brouilly Domaine de Combiaty 2006: Presenta un color granate limpio y brillante, de capa baja, con ribetes granate. Nariz poco intensa, mostrando fruta roja y negra, con claras notas minerales. En boca suave, ligero, con buena acidez y tanino algo verde. No está nada mal.
- Moulin à Vent Les Vignes Du Veux Bourg 2006: Bonito color rubí brillante con ribete granate. Aromas de buena intensidad, moras, notas florales y suave  especiado. En boca tiene una acidez viva y una mineralidad importante, que deja la frutosidad en segundo plano. Buen vino, pero no es mi estilo favorito.
- Chénas Quartz 2005: Rojo granate, con ribetes granatosos, ya algo apagado. En nariz destaca fruta negra, recuerdos herbáceos y notas minerales menos marcadas de lo que me esperaba. Paso por boca sabroso, con buen tanino y mineralidad presente pero suave. Gustó bastante en la mesa.
- Chénas Quartz 2007: Muestra un color rubí algo atejado, con ribetes rubí, de capa baja. Nariz de intensidad media, rara, donde se notaban olores como de fruta agria, con notas minerales y un extraño flash como de gominola. En boca entraba muy ligero, con una acidez discreta, poca tanicidad y una importante mineralidad, dejando un final poco agradable. Me da la sensación de que esta botella tenía algún problema, ya que desde el corcho noté olores extraños.
- Morgon Côte du Py 2007: Bonito rubí granatoso muy levemente apagado, con ribetes rubí. En nariz, mucha fruta roja, con cerezas y frambuesas y un suave soplo mineral y especiado. En boca es ligero y fluido, con recuerdos frutales claros y una mineralidad más evidente, aunque discreta. Posiblemente el más sencillo y el que más me gustó de todos.

En resumen, vinos que se apartan de lo que habitualmente nos encontramos en tiendas y cartas de vinos. Con sabores muy personales que no creo que sean del gusto de todo el mundo. Me quedo con el Chénas Quartz 2005, el Brouilly y sobre todo el Morgon, que creo que es el único que repetiría.

  1. #1

    jose

    El Moulin no lo he probado, los demás, me gustan, me gustan y me gustan.

    Saludos,

    Jose

  2. #2

    Smiorgan

    en respuesta a jose
    Ver mensaje de jose

    A mi, como lees, me gustaron el Brouilly y el Morgon. El Chénas 2005 no me disgustó, el 2007 creo que tenía algún problema. El Moulin no me agradó demasiado.

    Si tuviese que repetir alguno, elegiría el Morgon.

    Saludos.

  3. #3

    Diego Descorche

    El que más "bonito" me parece de lo que probé de Piron es el Saint Amour (creo que 2007), de estilo etéreo y sedoso...y económico!! :-)))
    Acabo de probarle el Noveau 2010 y está casi decente (algo de platanillo pero con buena boca).

  4. #4

    Smiorgan

    en respuesta a Diego Descorche
    Ver mensaje de Diego Descorche

    Yo no he probado más que lo que comento, Diego. Tomo nota de ese Saint Amour.

    El Noveau 2010 aún no lo he probado, pero me haré con alguna botellita en breve.

    Saludos.

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