El Vino Ciutat Nua. Un proyecto de Raventós i Blanc más allá de las paredes de Can Brians

La estrecha relación de Pepe Raventós con personas necesitadas desde que era muy joven, ha formado parte siempre de su talante; y, fue después de su estancia en los Estados Unidos (del 2011 al 2016), que su inquietud de poder impactar la comunidad donde vivimos aumentó. Los últimos años había estado cerca de su primo Pau Vidal, un jesuita que trabaja en África por los Servicios Jesuita a los Refugiados; seguía pensando, en como podía colaborar en un proyecto más de cerca.

Buscando un proyecto social en el cual poder cooperar y crear sinergias, un día –a finales del año 2017- acercándose a ver unas viñas cerca de Sant Llorenç, vio la prisión y se dio cuenta de lo cerca que realmente estábamos. Hizo una visita muy sobrecogedora e inspiradora con la directora (por aquel entonces Sra. Gemma Torres) y todo el equipo, y descubrió que al recinto de la prisión hay una antigua Masía abandonada con cubos, bodega, donde antiguamente se había hecho vino. Enseguida vino la idea: poder hacer un vino para los internos que podríamos comercializar y, de esta manera, hacer dos cosas, dar ocupaciones a los internos y también buscar financiación para conseguir cubrir necesidades de la prisión. Y, en el futuro, el sueño de poder reconstruir la Masía abandonada –Can Margarit- y hacer el vino allá mismo.

Desde entonces y durante todo el año 2018 y 2019 se trabajó para llegar a un convenio con Prisiones de la Generalitat de Catalunya y con Can Brians para sacar adelante este proyecto, o sus inicios.

Es aquí, con el objetivo de transmitir su pasión hacia la viticultura y la enología y facilitar la inserción social y laboral de los presos de Can Brians, donde nace la iniciativa de Pepe Raventós de colaborar a través de Raventós iBlanc con esta entidad.

Así pues, durante la primera semana de septiembre del año 2018 (del 3 al 7 de septiembre) 5 integrantes de la prisión de Can Brians formaron parte del equipo de vendimia de Raventós i Blanc a través de trabajo activo y dinámico. Al final de semana cosecharon unos 3.500 kg de uva de los cuales habrán fermentado unos 2.200 litros. El vino resultante, fermentado en Raventós iBlanc –unas 2.500 botellas aproximadamente –. Durante la poda volvieron a venir a trabajar. Durante el año 2019 vinieron también y ayudaron en trabajos como: podar, limpiar bosques y también, por supuesto, la vendimia 2019.

RAVENTOS CAN BRIANS de Raventós i Blanc

Hemos llegado al 2020 y tenemos preparadas unas 2000 botellas de aquella cosecha del 2019

Hoy os presentamos este vino: “CIUTAT NUA” (ciudad desnuda); que para nosotros supone la primera piedra de un proyecto que aspira a ser más, quiere dar un paso más allá y llegar a ser algún día un proyecto propio compartido con Can Brians: un proyecto útil más allá de las paredes de Can Brians. Creemos que a través del vino se puede dar alegría e ilusión y formación. Con la ayuda y gracias a la colaboración de todas estas empresas y entidades como Fundación Ared; recaudaremos fondo y trabajaremos para construir un camino lleno de herramientas por la inserción de los presos de Can Brians a la sociedad.

El sueño futuro: rehabilitar la Masía y bodega abandonados y poder enseñar y elaborar a hacer vino allá mismo.