Adostiempos

Trilogía Marbellí

Siempre ha sido una ciudad con un nivel alto en cuanto a restauración, gracias a sus numerosos ciudadanos pudientes principalmente. La oferta marbellí es muy numerosa, probablemente la más completa de Andalucía en cuanto a variedad internacional y es que su comunidad “guiri” es de las más amplias de España.

En Marbella tenemos desde sus estrellados, Calima con dos, El Lago y Skina con una (este último es un pequeño restaurante en el centro que probé hace años cuando abrió; aquel día, buena cena y mal servicio), pasando por sus clásicos (Buenaventura, Santiago, La Hacienda, Meridiana, Casa Fernando, el Portalón, Goizeko Dalli’s, Ruperto de Nola, Roberto, Taberna del Alabardero o el Victor), los de los hoteles (La Veranda del Villa Padierna, Kempinski, Marbella Club, Puente Romano, Incosol, el Fuerte, Los Monteros, Vincci), los internacionales (Zen, Katsura, Wasabi Sushi, Sushi des Artistes, Nueva Kaskada, La Chozita, Montecarlo, Villa Tiberio, Cipriano), los más modernos (Albert&Simon, Areté, Finca Besaya, Messina, Polo House, Fusion, Sisu, el Patio de los Perfumes), los de Benahavís (Amanhavís, el Mirador, la Sartén, la escuela de hostelería) y los numerosos y, en ocasiones, glamourosos chiringuitos, como Nikki Beach (el más famoso), Trocadero, Polynesians, Puro Beach en Laguna Village (caro y venido a menos), Mistral Beach, la Pesquera (clásico marbellí, hay varios), Bono’s Beach, Bora Bora o Victor’s Beach (excelente arroz caldoso), y otros muchos que me dejo en el tintero.

Sin duda todos estos sitios merecen ser analizados en un número especial de nuestra revista Petits Fours, que esperamos ofreceros pronto. En este post me centraré en 3 sitios de corte internacional que he visitado en los últimos meses, un japonés con toques franceses, un italiano de toque argentino y un francés.

Empezaremos, como entrante, por el Montecarlo, restaurante regentado por una familia francesa que está situado entre Marbella y Estepona. El local y su terraza son muy agradables y la carta ofrece diversas posibilidades a un precio razonable. Optamos por el menú degustación que tenía los siguientes platos:

  • Foie gras casero, bastante bueno, aunque estándar 

  • Brocheta de gambas con salsa de curry y arroz salvaje, más original, aunque no soy el mayor fan del curry
  • Sorbete de limón con champagne, sobrio y muy acertado
  • Milhojas de rape y salmón con rosti de verduras (la otra opción era magret de pato a la naranja con gratén de patatas), fue el que menos me gustó, la opción magret estaba mejor

  • Fondant de chocolate, de nuevo un clásico hecho con acierto

Salimos por unos 30-35 por persona (32 euros el degustación), lo cual es una buena opción desde un punto de vista calidad-precio, aunque debo decir que mis sensaciones fueron de más a menos ya que el milhojas de rape no me acabó de entusiasmar.

Continuamos con el segundo plato, el Sushi des Artistes, un japonés de calidad con una carta muy extensa y con toques franceses que se deben a que el dueño llevaba su anterior restaurante en París. El local, que está en la Milla de Oro, es pequeño y tiene casi más empleados que sitios para comensales. Cualquier comanda es transmitida de uno a otro hasta que llega a cocina sonando como un eco. Lo curioso es que, ya pidas un sashimi, una sopa o una tempura, siempre repiten la misma palabra: Alooooooooossssss !!! Pedimos cosas sueltas a compartir entre dos:

  • Kamo Com’on: pechuga de pato laminada y cocida a fuego lento sobre sabrosa pasta cocida y sopa de dashi. Curiosa mezcla con un puntito picante muy acertado.
  • Niku Gyoza: raviolis de trufa negra y ternera al estilo japonés. Me encantó tanto la textura del ravioli, hecho con pasta de arroz, como el sabor (una buena trufa nunca falla).
  • Sashimi de Toro: ventresca de atún graso de ojos grandes. Recomendados por el camarero, pedimos el toro. Se deshacía en la boca sin necesidad de masticarlo, estaba muy bueno, aunque debo decir que la ración no era excesiva teniendo en cuenta el precio del plato (unos 30 euros). Además, aunque me gustó bastante, creo que mi paladar todavía no sabe apreciar la diferencia entre un atún crudo bueno y el excelente (al igual que un japonés no suele ser experto en jamón ibérico…).
  • Las Vegas Roll (Sushi): creo que era este el que pedimos, estaban buenísimos, con gamba frita y una salsa especial.
  • Tempura vegetariana: con albahaca, algas, espárragos y edamame, con cilantro y salsa de soja dashi. Excelente !! La mejor tempura que me he comido sin dudarlo, fina y crujiente, dejando saborear las verduras de gran calidad.

 

 

Aunque no pedimos postre, tuvieron el detalle de ponernos una especie de macedonia con toque oriental. En total salimos por 110 euros, un poco carillo ya que tampoco pedimos tantas cosas, pero recomendable si queremos probar un japonés de calidad que mejora el típico sitio estándar de sushi. Saben darle un toque personal y diferente a la comida, además de destacar por una cuidada y original presentación de los platos.

Por último, de postre (he dejado lo mejor para el final), el tercer restaurante, el Messina. Se encuentra al lado del hotel el Fuerte en Marbella centro. El local es un lounge agradable con amplias cristaleras, aunque tal vez algunas mesas están un poco pegadas (al estilo europeo). Como Ro no tenía cuerpo de menú degustación (el embarazo limita bastantes productos), finalmente pedimos un primero, dos segundos y dos postres:

  • Aperitivos varios: muy originales y variados, fue un gran comienzo

  • Canelón de manzana con foie gras y suave queso de cabra: lo mejor de la noche, finísimo canelón con una mezcla suave y sorprendente, los dos coincidimos en el acierto.

 

  • Lubina salvaje, setas y ajetes: buena lubina muy fresca con un acompañamiento correcto.

  • Pichón con puré de apio y emulsión de foie gras: me gustó mucho, la segunda vez que como pichón y la segunda vez que me encanta. El acompañamiento también estuvo a la altura. Eso sí, aviso, no es un plato copioso.

  • Tiramisú y crema de lima con “mini mango”: el tiramisú muy bueno, receta tradicional sin sorpresas; la crema de lima, excelente como postre desengrasante y original, de esos que apetecen un montón después de una comida copiosa.

Salimos por 100 euros justos, con un par de copas de vino y agua. Para ser Marbella (siempre un poco más caro) me pareció bastante correcto, teniendo en cuenta la calidad de la elaboración y de la materia prima. La próxima vez (que la habrá), probaré el degustación para confirmar mis buenas sensaciones.

En resumen, se trata de una trilogía de características muy diferentes que me ha dejado buen sabor de boca y que recomiendo a cualquiera que visite Marbella (o viva allí) en próximas fechas.

http://adostiempos.wordpress.com/2011/05/11/trilogia-marbelli-montecarlo-sushi-des-artistes-y-messina/

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