presenta

un proyecto de

  y  

               JAVIER TESTÁN
38, españolísimo, heredero, duro, ejecutivo, cosmopolita, atractivo, triunfador en huida, saber de ventas y vinos

YÀS
31, rusa, dependienta, perseguidora, dura,  bella, tenaz, saber de ropa y zapatos

ELENA BLASCO
29, valenciana, sumiller, promesa, flexible,
atractiva, esperanzada, saber de vinos

DIANA BUENDIA
34, boliviana, mestiza, dependienta, superviviente,
dura, expectante, saber de vida

RICARDO MERLO
44, valenciano, empresario, tendero,
blando, confuso, saber de poco

FABIÁN REX TESTÁN
40, españolísimo, arqueólogo, empresario, duro,
 fatuo, raro, saber de historia y entretenimiento

PABLO MÚJICA LAÍNEZ
39, español, arqueólogo, afable, 
saber de historia y entretenimiento

 

© NASEL Comunicación, S.L., Verema Interactiva, S.L.

ENTREGA DOS

con la colaboración escénica de...

 

 

     

y de los usuarios de  , GM, JaimeJ, Pythos, Javier Mateos y El extranjero con sus claves argumentales y de Pythos y El Extranjero con sus textos 

Y si prefieres leerlo en papel te hemos preparado una versión en formato PDF


1

Estoy sola en casa.

Esta noche, Livia y Dulce han salido a cenar con ese par de ecuatorianos que las pretenden. No se trata de pedirles que subrayen a Marito Vargas Llosa pero no me hacen maldita la gracia. Son especialmente vulgares. Demasiadas veces les he visto tambalearse y tropezar los domingos por la tarde atiborrados de licor cuando vuelvo de mi caminata por el Jardín del Turia.

El caso es que puedo olvidarme del asunto desagradable y es lo que hago.

Paso de las tontas de mis compañeras de piso. He llegado a la conclusión de que no puedo hacer gran cosa por ellas a pesar de compartir nada menos que un hogar.

Así son las cosas en este perro mundo, el de verdad, no el de los intelectuales del progreso. De modo que canturreo tan feliz en la cocina ese tema nietzscheano de cuando el gran Julito Iglesias alcanzaba cotas altas, la vida sigue igual, mientras me preparo una rebosante ensalada de frutas en este bol que voy a bañar con varios yogures y miel naturales.  

Las hembras occidentales están en plena revolución gastronómica. Yo eso sí que lo entiendo y me empeño en militar activamente. La cosa se simplifica en plan maniqueo del siguiente modo.

Los varones tienen sólo 2 opciones.

 

 

 

Mis machos cabrones de Cochabamba sobrepasaron todos los límites. Alguna de nosotras, quién sabe, yo apenas sí recuerdo entre las brumas del alcohol, debió prender los trapos con la gasolina del carro y los colchones de paja ardieron muy bien mientras ellos dormían su sanguinaria borrachera y caían por fin en el pozo del infierno.  Es una historia que hace honor a mi apellido, ja, ja, ja….

A pesar de la distancia que me separa de mi tierra, reconozco la inconfundible señal de que me ha entrado un sms en la maquinita finlandesa. El aparato se ha quedado en el comedor, sobre la funda barata pero limpia del sofá.

Se me olvida. Es un incordio. No me acostumbro.

Me apura esta señal a las 10 de la noche porque no soy la clase de boliviana que recibe mensajes. Es de Ricardo Merlo, mi jefe. Leo y me sorprendo.

 

 

Mñna tngo cita a 1ª h con JTestan.  Q spre. M tiene muerto. R

 

2

Una luz invasora atropella todo a su paso y sacude la habitación en plan tanga con únicamente lo justo donde una rusa ha dormido apenas. Es lo que tienen los sitios como este  . Apenas si se trata de una rendija pero la habitación de Yas mira al sol de cara y aquel fogonazo entra con fuerza torrencial. Al abrir los ojos de pronto, siente una punzada en el esternón.

Ha pasado mucho tiempo y los dolores en el territorio invadido no terminan de remitir. Vuelve a hacer de tripas corazón. La mujer herida debe lograrlo. Ha ido hasta esa ciudad diáfana donde, tras sus primeras 48 horas, sabe que apenas se ve su sombra.

Quiere recuperar a Javier, tenerlo a su merced sólo un instante, el tiempo justo para extirpar la gangrena que lo ha corrompido tan súbitamente insuflándole ira o pánico o las 2 cosas y lo ha propulsado tan lejos de París, de su nidito de amor a orillas del Sena. Necesita explicarle.

Jamás habría imaginado que él era capaz de terminar con todo, con ella, con la empresa, con la ciudad. 

Le duelen las tetas, pero en este caso se sonríe porque la causa son sus excesos con las abdominales. Se da unos golpes secos en la base de los senos. Se mueven con absoluta y muy cara naturalidad.

Ahora retrocede para que el espejito pueda devolverle su desnudo entero. Lleva sin apenas probar bocado desde que el traidor se largó de su vida en plenos Champs-Élysées. Sólo zumos de tomate.

Escruta su pubis, por si acaso su delgadez afecta a la componenda del cirujano. Pero nadie diría que allí haya podido suceder nada importante.

Javier nunca sospechó. De eso está segura. Ya se ocupaba ella de que estuviera bien lejos o profundamente dormido.

Se marea de pronto. Vuelve a la cama y se queda dormida, a pesar del reinado que el astro rey ha establecido allí dentro. Ella es una súbdita débil del zar Sol.

3

Ana Doblas recorre el largo pasillo de entrada al restaurante  con Elena a su lado. Son 2 chicas espigadas vestidas de negro que aprenden de vinos y habanos junto a Manoli Romeralo y Maxi Bao, 2 estrellas locales de la sumillería.

Ana comienza a asumir funciones de jefa de sala en ausencia de Luisa Cifre, la directora del local. Ana y Elena tienen carrera universitaria, historia del arte. No es habitual en la hostelería. Son mujeres gráciles y ascienden con facilidad y sin apreturas por la antiquísima, interesante y estrecha escalera que lleva al salón superior del centenario establecimiento al que puso tan singular nombre la mismísima Imperio Argentina.

No entra mucha luz natural allí a esa hora del día. Pero Elena Blasco refulge y Ana lo nota  a la 1ª.

- Te veo muy bien, cariño. ¿Te has puesto lentillas?

-  ¿Qué dices….?

- Es una broma. Los ojos se te van a salir de las órbitas.

- Bueno, me estoy poniendo un colirio…

- No fastidies.

- Hay algo en el ambiente que me irrita las córneas… es raro…

- Yo diría que es ese Testán que te tiene loca…

- ¿Ha aparecido por aquí?

- No. Pero le esperamos con los brazos abiertos.

- Calla… es pedazo de cretino… pero, no sé, tiene algo diferente…y da como un saltito de pavo real al caminar….

- …qué cursilada, cariño…

- Y, claro, me saca la adolescente pava que llevo dentro…

- Ja, ja, ja…, lo que sí veo es que te estás convirtiendo en una chistosa…, tú que eres tan paradita, tan tímida…. Voy a por los materiales…, ja, ja, ja….

Ana quiere mostrar a Elena los trabajos de la   para el restaurante. Han participado José Contreras y Paco Higón, 2 de los socios de  .Quizás en  se pueda hacer algo como ese manual de procedimientos. Y Elena se apuntaría así un tanto ante los hermanos Gaitán. Los dueños no las tienen todas consigo sobre si renovarle el contrato. Ella lo nota con sus artes adivinatorias y ha pedido auxilio a la buena de Ana.

Entonces aparece Largo, el contable del restaurante. Conoce a Elena Blasco de su etapa como joven camarera en   . Sabe que no salió todo a pedir de boca.

Elena es mujer esquiva,  retraída, quizás engreída. Con ella Largo no lo tiene claro, ni mucho menos. La estirada se limita a levantarle el mentón en gesto de reconocimiento. El no se sorprende de tanta locuacidad.

- ¿Cómo vas?

- Bien, Eduardo, gracias.

- ¿Y el restaurante?

- Está complicado, para qué lo voy a negar. Los garitos fashion lo vamos a pasar mal.

- Todos.

- Ya, pero tener 100 años como  seguro que supone una cartera de clientes.

- Así sea.

- Nosotros todavía estábamos en ello…, empezando casi… de hecho…

- Estás habladora, chica…

Se calla porque le suena el móvil. Lo extrae del bolsillo interior de su americana. Es Javier Testán.

Elena está sentada y no se va a derrumbar pero aprieta las nalgas en un gesto instintivo de defensa. Largo se retira a la oficina para despachar con Francisco Sanmiguel, dueño del restaurante y 4ª generación al frente.

Ana nota susto en la reacción de su compañera de curso. Y se va a revisar si el vino ha llegado ok.

Elena se aleja hacia la ventana en busca de la mejor cobertura. Regresa a los 5’.

- He quedado para jugar al tenis con Testán.

- ¿Tú juegas al tenis?

- Sí, de siempre. He llegado a competir en ligas nacionales. ¿No lo sabías?

- Ya ves que no. ¿Y él…?

- Lo mismo, sólo que hace una década…

4

En una habitación del   de Valencia suena un teléfono móvil. Un joven y delgado organismo sale de su letargo. Yas recuerda que ha de cargar la batería. Tapa sus ojos con el antebrazo. Es Ivana.

La diáspora rusa alcanza dimensiones a tener en cuenta. No os despistéis. Ivana vive en esa ciudad pero fue al colegio y al instituto con una persona larguirucha que dice llamarse Yas.

Ya veis. Desaparecen las distancias. Están por todas partes. No te creas a salvo. Estas 2 criaturas hablan en su idioma.

- Cielo, ¿a qué hora nos vemos finalmente?

- Las 13 h. En el Paseo Marítimo.

- Adivino que te has estudiado el plano que te envié por e-mail.

- Sin duda, querida. ¿Dinara entrena, no?

- Así es. Ellas llamarán para acompañarnos un rato en la comida. Marat Safin e Igor Andréev regresan el domingo noche. Estamos pensando en filmar un video la semana que viene con Nasel, una empresa que son amigos de Paula García, la tenista alicantina.

- ¿Se llama   la escuela de tenis?

- Sí.

- Me gustará acompañarte y saludarlos.

- Ok. ¿Se te han pasado algo los dolores?

- Ahí están, medio dormidos, pero siguen en su sitio…. Quería preguntarte… ¿sabes algo de Samuel?

- Estuve con él la semana pasada jugando al golf. Suelen dormir en el hotel Ad Hoc Parque. La madre de Javier se fue de compras y él aprovechó para vernos.

- ¿Sólo golf?

- Qué mala eres.

- Nunca he dudado de tus habilidades.

- El te sigue prefiriendo a ti, querida. Le faltó tiempo para preguntarme…

- Cariño, se me va a acabar la batería…

- Para variar….

- Esta vez me he acordado del cargador…

- … sabía que sería lo primero que querrías conocer y ayer por la noche le llamé…. Y, sí, me confirmó que Javier está en la ciudad.

Yas traga saliva. Su estratagema tiene más peligro que un mono con una caja de bombas. Si Samuel Testán, el súper padre, se enterase de que ha estado viviendo más de un año con su propio hijo Javier, el hombre de 41 al que persigue podría perder buena parte de la herencia, incluida la colección de  . Y ella padecería como poco una violenta depilación a la cera y Samuel, el caballero de 64 que le ofrecía el oro y el moro si le seguía a sus dominios, encabezaría la lista de voluntarios para arrancarle las tiras.

- ¿Qué excusa usaste para preguntarle?

- Estás dormida, cariño…. Recuerda que mi hermana conoce a Pablo Múgica. De hecho, se han visto hace nada en casa, en Rusia, me refiero, él estaba excavando en Tuva, cerca de China, creo…

- …

- Fue ella la que me contó que había dejado París. Samuel está preocupado y enfadado. A los papás les duele que Javier no se haya molestado ni siquiera en presentarte en todo este tiempo.

- Uf….

- Y, claro, ellos preferirían que ahora mismo se pasara por su casa y tomara allí sus decisiones. Pero no ha dado la más mínima señal, por supuesto. Y ya están seguros de que eres una guarra.

- Dios, lo sé, claro que lo sé. Pero lo mío me ha costado evitar ese encuentro.

- Eso sí, no he podido preguntarle dónde puede estar alojado, si no es en los 2 hoteles favoritos de la family, ya te comenté,

Ad Hoc    o Ad Hoc Parque  .

- Bueno, tengo pistas de donde he de empezar la búsqueda…

Yas se dirige a la maleta, una maravilla que te deja sin palabras y ha sido creada para acabar con tu angustia y tu melancolía, esas típicas dolencias de una vida ganadora. Se trata del modelo pequeño que ofrece  para viajes cortos. El más mínimo detalle en una vida rocambolesca significa algo. Ella no está tan segura pero este complemento femenino ofrece una pista subconsciente sobre la duración esperada de la persecución rusa.

Elige casual y sport. Se calza las zapatillas de marca, se enfunda el vaquero como un guante y esa camiseta naranja de la selección holandesa. Apunta la dirección de ,  un sitio perfecto para empezar la ruta local del vino.

Eso es lo que dice la revista francesa que se va a quedar abierta. Pilla un billete de 50 € y su documento de identidad.

Ya te gustaría leerlo para saber

de Yas
algo más.

Pero es una tía rapidísima y lo plisa hasta meterlo con sus suaves y tersos dedos que dirías de tenista masculino en su bolsillo delantero.

5

Reconozco que me inquieta su presencia, muchísimo. Pienso que la causa está en la composición de su nariz, sus ojos y sus cejas, en que me remueven un no sé qué en mis tripas, como si hubiera en ese triángulo la huella incomprensible de una luz que pudiera guiarme hasta el final, lejos incluso de la senda por la que habría de llevarme mi fatal ADN.

La geometría explica mucho en una vida de paz y moderación como la mía. Y, sí, tengo a tiro de piedra a don Javier Testán, sentado en SAGACES de buena mañana leyendo un periódico de izquierda guapa que traía bajo el brazo. Parece quizás un ser mítico, un antiguo titán dispuesto a enseñar a mujeres de todos los colores las posibilidades del cava inundando un ombligo, la exquisitez del foie húngaro si lo rebanan unas uñas de vampiresa. Uf! Se me ocurren cosas montón de extrañas en su presencia. Lo cierto es que una patera del revés y cadáveres en la arena de una playa del sur ocupan la portada del diario.

- Es terrible lo del Estrecho de Gibraltar. Mis compatriotas, por lo menos, no pueden morir en el intento, salvo que se estrelle el avión o explote en el aire…

Suelto la andanada casi sin respirar, menuda barbaridad impresentable, porque no sabía si me iba a atrever... El se toma tiempo para plegar las páginas sobre su regazo y me mira desde su triángulo mágico. Se le adivina que busca la réplica ingeniosa. Casi puedo adivinar que traga saliva.

Soy mujer, emigrante, boliviana, bisexual, definitivamente feliz por un instante. 

- La geografía puede llegar a ser una maldición, sí. Esa gente sólo comprende que nos separa una franja pequeña de mar y que la madera flota… He pasado muchos años en París…. Y, si me permites una broma que detestas, deberíamos dedicar menos atención a la banda ancha telefónica y más a la banda estrecha que nos separa y nos une al infierno africano….  

A mí me separa también una cierta distancia de él, menos mal. Sigo etiquetando las botellas  y le contesto sin mirarle. 

- Tiene usted el don de la palabra hasta de buena mañana, señor Testán. Me recuerda a mi párroco en Cochabamba, era capaz de convertir a un infiel recién salido el sol. Pero lo de París no lo capto, perdóneme…

- Me refiero a que hay un París idealizado por todos los modernos donde viven 2 millones de personas envidiables pero el París completo incluye a muchos más millones de gentes venidas de todas partes del planeta y que no se sienten ni mucho menos felizmente integradas, como ya sabes… supongo…

- Es eso, sí, estoy enterada de las revueltas y de lo que pretende Bela Lugosi  con el nuevo París… es difícil… sí…

- ¿Bela Lugosi? ¿El intérprete del Drácula clásico?

- Nicolás Sarkozy para el mundo no iniciado.

Testán me mira completamente vencido. No entiende que una india y una mujer culta puedan compartir organismo. Disfruto.

- Lugosi era realmente un vampiro.- Explico.

- Comprendo….Ricardo tarda…

- Me extraña. El suele cumplir sus citas. 

- Ese blanco de Navarra que etiquetas. ¿Qué tal?

- A mí me gusta, soy partidaria de darle una oportunidad a lo menos evidente, de hecho a finales de abril hay una presentación aquí en la ciudad de la D.O.   aunque no sé si don Javier seguirá aquí todavía…

- Igual quieres perderme de vista, lady Diana…

El donjuán cruza sus piernas. Con ese gesto rápido me ha parecido uno de los primeros conquistadores enfundando su espada tan elegante como sangrienta tras una correría entre indígenas andinos. A mí él no me va a encantar, ni me pinchará ni cortará nada, ni siquiera la retirada.

 -Al contrario, pienso que su presencia puede serme de interés. Sé que busca un nuevo lugar al sol donde situarse profesionalmente…

Mientras digo lo primero que se me viene a la cabeza, urdo mi estratagema y veo el modo de endilgarle la perorata al dulce cretino.

- Quiero echarle un cable a los colegas que no tienen nuestra suerte. Yo, don Javier, me considero sumamente afortunada….

- Es cosa de buena cuna, ser agradecida…

Comprendo que al experto en vender su alma a multinacionales marquistas mis consideraciones anarquistas le resbalan como incas heridos de muerte española por el acantilado.

- Entonces igual le apetecería acompañarme a una cena de trabajo con un grupo de quechuas saraguros con los que colaboro para orientarles en su búsqueda de empleo y de hogar en estas tierras. Cenamos en la parroquia de un pueblo. La cosa se les está poniendo muy fea…

Siguen habiendo unos seis metros de distancia. Ojalá pudiera indagar en cada detalle de su rostro. Aparentemente, no se ha inmutado.

- Será un lujo, Diana. Pásame tu móvil y te llamo… ¿a qué hora?

- Hoy acabo a las 20.30. Ricardo me deja salir antes. Ahí está… por cierto, el jefecito.

Ese hombre atrapado se levanta como un resorte, como si no quisiera que Merlo conozca su debilidad, advierta su derrota. El vencedor Testán quiere confirmar su sabiduría vitivinícola. Pero está ya en mis manos para enseñarle el otro lado de la luna, la profundidad del bosque, las puertas del reino del más insoportable dolor, ja, ja, ja….  

(CONTINUA....)