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Vinos de Murcia, un valor seguro

Según va aumentando la cultura del vino y los consumidores buscan vinos más allá de las denominaciones históricamente más consolidadas, hay una serie de zonas productoras, algunas emergentes y otras ya con tradición, que se están posicionando muy favorablemente para alcanzar un espacio en el difícil nicho de mercado del vino español de calidad. No cabe duda que una de las zonas donde un buen número de bodegas están haciendo correctamente “sus deberes” es Murcia.

Murcia cuenta con 3 denominaciones de origen. La más antigua es Yecla, cuyo reglamento data de 1975. Posteriormente se aprobó el reglamento de Jumilla (1986) y, por último, el de Bullas (1996). Una nota común en la mayoría de las bodegas de estas denominaciones que más éxito están teniendo es que se han arriesgado a trabajar con la variedad autóctona de la zona, la monastrell, y parece que su apuesta ha tenido éxito….Ahora bien, creemos que es justo resaltar en este caso el trabajo casi heroico e histórico desarrollado especialmente por Bodegas Castaño a la hora de luchar por el reconocimiento de la Monastrell entre las variables nobles del panorama vitivinícola español.

No obstante, y tras demostrar el papel crucial que puede jugar dicha variedad autóctona en la zona, también cabe destacar el trabajo de experimentación -con resultados tan favorables- que están realizando varias bodegas con variedades foráneas (shiraz, cabernet, merlot, petit verdot, viognier,…) observándose notables diferencias en su producción derivadas de las condiciones de sus terruños.

Como se dice que una imagen siempre vale más que mil palabras, algunos miembros del equipo de Verema.com decidimos comprobar in situ que se estaba cociendo la zona y visitamos 3 bodegas de 2 de las DO murcianas, concretamente Castaño en Yecla y Casa de la Ermita y Casa Castillo en Jumilla. Os contamos a continuación algunas de nuestras impresiones.

Bodegas Castaño.

Se trata de una bodega familiar con larga tradición que ha sabido dar el difícil salto de la producción de granel al vino embotellado. Tal vez, como decíamos antes, esta sea la bodega pionera en la defensa de los valores de su varietal autóctona más apreciada, la Monastrell.

En nuestra visita a la bodega y sus viñedos, fuimos acompañados por Ramón Castaño con el que departimos ampliamente sobre el presente y el futuro de esta bodega, así como sobre los interesantes proyectos anexos en los que está embarcada la familia Castaño.

El punto de inflexión desde la concepción de una bodega familiar hacia un proyecto empresarial más consolidado tiene lugar con la constitución en 1985 de Bodegas Castaño, S.L. No obstante es en 1980 cuando sus primeras botellas salieron al mercado (con vinos de la añada del 78) en un intento claro y sumamente arriesgado de pasar de la exclusiva producción de buenos vinos de granel a vinos embotellados de calidad. La marca que adoptaron inicialmente fue “Viña Las Gruesas”, nombre de una de las 3 fincas con las que elaboran sus vinos. Las otras 2 son “El Espinal” y “Pozuelo”.

Dada la dificultad de penetrar en el mercado nacional con vinos de una zona muy (o nada) valorada históricamente en la elaboración de vinos embotellados de calidad, la familia Castaño tuvo que centrar gran parte de sus esfuerzos comerciales en el mercado de la exportación, menos condicionado por las “contraetiquetas” de D.O. consagradas y más predispuesto a valorar la calidad del producto a precios enormemente competitivos. Así, actuando “de dentro a fuera”, como reconocía el propio Ramón Castaño, alcanzaron su actual proporción de cuota de ventas, donde el mercado español apenas supone el 15% del destino de su producción.

En la visita a los viñedos, nos sorprendió que la proporción de viñas en vaso estaba creciendo frente a la espaldera. Ello se debe tanto a la significativa proporción de hectáreas de viña vieja como al hecho de que en la actualidad también se está aplicando esta técnica en la plantación nueva de monastrell, tras un intento de plantación en espaldera con resultados poco favorables. De hecho sólo las variedades foráneas se siguen plantando en espaldera en este momento. De sus experiencias con variedades foráneas Ramón destacó su satisfacción por los resultados obtenidos hasta este momento con la chardonnay y con la merlot. En total, la bodega cuenta con 350 ha. plantadas de viñedo (donde aproximadamente las ¾ partes son de Monastrell), repartidas entre sus fincas de Las Gruesas (110 ha.), Pozuelo (140 ha.) y El Espinal (donde están las restantes 100 ha.).

En su apuesta por la calidad, la bodega no ha dudado en hacer los necesarios sacrificios en las añadas menos afortunadas. Así, por ejemplo, en 1997 no salieron muchos de los vinos de mayor gama y lo mejor de la uva fue directamente a hacer el Hécula. Igualmente se decidió, más recientemente, no sacar al mercado la añada 2001 del Casa Cisca. Así, la de 2002 será la segunda añada de este vino que, en poco tiempo se ha convertido en el buque insignia de la bodega, al menos hasta este momento.

Sobre los otros proyectos de la familia Castaño, pudimos saber algo más sobre el proyecto Mira que han puesto en marcha conjuntamente con una empresa suiza. Así, en una preciosa y calurosa tarde yeclana nos acercamos a “pisar el terreno” de unas preciosas viñas viejas de monastrell enclavadas en una zona fronteriza entre las provincias de Murcia y Alicante. Actualmente está en proceso de construcción a pie de viña una bodega que se dedicará exclusivamente a la elaboración de estos vinos. La finca se encuentra enclavada en medio de dos montañas (una de ellas, Sierra Salinas es la que dará nombre a la nueva bodega) con un microclima especial y con unas connotaciones orográficas que la diferencian notablemente de la muy próxima planicie yeclana.

Durante el almuerzo pudimos probar algunos de los vinos que elaboran en la bodega, algunos de ellos muestras de barrica, a saber: el Castaño Monastrell 2002, el Hécula 2002 (m. de barrica), el Casa Cisca 2002 (m. de barrica), el Pozuelo crianza 2000, el Castaño Colección 2000 y, como broche de cierre, un Castaño Dulce 2000 que acompañó a los postres.

Tras despedimos de la familia Castaño, bien entrada la tarde, la jornada no acabó ahí. Nuestro siguiente objetivo fue visitar las Bodegas Casa Castillo, muy cerca de allí, pero ya en la DO Jumilla.

Casa Castillo.

Se trata de nuevo de un proyecto con tradición, que surge a partir de la bodega familiar denominada Julia Roch e Hijos. La finca tiene una extensión total es de 402 ha. de las cuales los viñedos ocupan unas 200 ha. y está ubicada en la umbría de la Sierra del Molar, en una zona con una altura media que supera los 760 m. sobre el nivel del mar. La Bodega, sita en la misma finca, muestra un delicado equilibrio entre tradición y modernidad. De hecho, el edificio data de 1920 aunque se restauró en 1991.

En la zona de crianza, donde está el parque de barricas, se observan barricas de 225 l. de roble francés mayoritariamente (75%) pero también de roble americano (25%) que se ha venido renovando a un ritmo aproximado del 20% anual. No obstante, en este momento se está produciendo una reconversión del parque de hacia la implantación de barricas de 500 litros de roble francés para todos los vinos de crianza de la bodega.

A pesar de lo intempestivo de la hora, Jose Mª Vicente -enólogo y alma mater de la bodega- nos recibió con su particular simpatía y estuvimos departiendo a pie de viña, en un precioso anochecer jumillano de mayo. Durante el paseo por las diferentes parcelas de la finca nos estuvo explicando los secretos de las viñas de pie franco, el porqué ha decidido no utilizar ningún sistema de riego para sus cultivos -que cumplen perfectamente con los más rigurosos criterios de respeto por el medio ambiente-, cual es su percepción sobre el papel de la monastrell en el panorama vitivinícola español,………Pasaba el tiempo y no nos dábamos cuenta de la hora que era salvo por la penumbra que nos iba envolviendo poco a poco por los caminos.

Posteriormente, ya en la sala de catas y mientras “diseccionábamos” algunos de sus vinos, fuimos empapándonos de la filosofía que dirige el funcionamiento de su bodega. Así, por ejemplo, nos explicó cómo con sus Pie Franco busca el máximo respeto a la historia de la zona y por ello se elabora exclusivamente “pisando” –literalmente- uvas de monastrell de viñas prefiloxéricas, o como con Las Gravas pretende ofrecer una elaboración donde la tradición conjugue con cierto aperturismo, motivo por el que en su en su elaboración se mezclan variedades locales y foráneas. Por cierto, que de las 21 hectáreas que tiene plantadas de monastrell de pie franco, viñas que se extienden desde las laderas de grava, en las faldas de la Sierra del Molar, hasta la zona de tierra caliza en el valle, aproximadamente 8,5 ha. se destinan a su vino Pie Franco y las restantes aportan su producción a Las Gravas.

También tuvimos oportunidad de conocer el más novedoso proyecto de la Bodega, el Valtosca. Se trata de un vino cuyas primeras pruebas datan del 99 y la primera añada que va a salir al mercado es la 2001. Es un vino que seguramente va a sorprender a más de uno porque es…. ¡un monovarietal de shiraz!. De momento, este año solo saldrán al mercado 3.660 botellas, aunque se espera incrementar es cifra en añadas posteriores.

En definitiva, los vinos que catamos en la bodega fueron el Casa Castillo Monastrell 2002 (muestra de barrica), Valtosca 2001, Valtosca 2002 (muestra de barrica), Las Gravas 2000 y Pie Franco 1998…. culminando con un moscatel dulce que Jose María solo elabora ¡qué lástima! para consumo propio o de sus amigos.

Casa de la Ermita.

Esta joven bodega jumillana, que visitamos unos días antes a las dos anteriores, posee unas modernas instalaciones que datan del año 1999, año en el que sacaron al mercado sus primeros vinos jóvenes. Llegamos a la bodega en un caluroso día de finales de abril, en pleno período de efervescencia en las viñas. Su ubicación es ideal, en los alrededores del Parque Regional de El Carche, en una zona enmarcada por una cordillera con vegetación mediterránea. La bodega se integra bien en el paisaje, incluyendo su nave de barricas subterráneas cuyos respiradores forman parte de un jardín que hay detrás de la bodega. En la puerta de la bodega se alza, majestuoso, un viejo olivo que representa el logotipo de la bodega.

Los viñedos se extienden por los alrededores de la bodega, en una extensión bastante amplia, a una altitud media de unos 700 metros sobre el nivel del mar. En dicho viñedos, además de la tradicional monastrell, están plantadas otras variedades foráneas como es el caso de la cabernet-sauvignon, merlot, shiraz, tempranillo, petit verdot y viognier, sin olvidar una parcela experimental de 3 hectáreas con otras variedades procedentes de diferentes partes del mundo. En total, la finca está repartida en 32 parcelas cultivadas.

La monastrell viene a representar cerca de un 50% de las 120 hectáreas plantadas mientras la siguiente variedad en orden de importancia es la cabernet sauvignon, con algo más del 20% de la superficie cultivada.

Las vides se cultivan sobre espaldera en el caso de la cabernet sauvignon, tempranillo, merlot, shiraz, petit verdot y viognier, mientras que están en vaso en el caso de la monastrell. De este último varietal existen varias parcelas con plantas de más de 80 años e incluso alguna con “pie franco”. También hay algunas parcelas cultivadas respetando las normas de cultivo ecológico, de las que se produce un vino que sale con ese marchamo de “ecológico”.

Acompañados por Rafa recorrimos las modernas instalaciones de esta coqueta bodega que, no obstante, posee una capacidad productiva para elaborar 11.340 Hectolitros de vino. Visitamos la recoleta sala de catas, la nave de elaboración y la nave de barricas que cuenta con un parque de unas 2200 barricas de las que un 66% son de roble americano y el resto de roble francés. Aunque ese día no catamos ningún vino en la bodega, ya partíamos del reconocimiento que han tenido una buena parte de sus productos en algunas de las catas a ciegas que venimos realizando los miembros de Verema.com

Selección de vinos de Club.

Parece obvio pensar que esta aproximación a los vinos de una zona que están “creciendo como la espuma” en el panorama enológico español, no podía dar mejores frutos que la selección de un lote de vinos para nuestro Club Verema. Y con ese objetivos estuvimos catando diversos vinos y pensando en la filosofía que podía definir este lote.

No hace falta asegurar que hubo una gran dificultad de elegir entre tantos vinos de la zona, que ya nos habían gustado inicialmente en cata doble ciega y que, posteriormente, habíamos vuelto a catar a botella vista mientras los enólogos nos transmitían aquello que querían hacer llegar a la gente a través de esos vinos.

Al final, los vinos elegidos fueron:

Castaño Colección 2000. Al margen de sus cualidades sensoriales, pensamos que este vino era un digno representante del esfuerzo de las bodegas de la zona (representadas en este caso por Bodegas Castaño) en la defensa de la monastrell. Si hoy en día podemos disfrutar de buenos vinos de este varietal elaborados con cepas muy viejas, se lo debemos en gran medida a estas bodegas pioneras.

Casa de la Ermita Petit Verdot 2001. La selección de este vino (que ya ganó una de las catas ciegas del equipo de redacción de Verema.com), se debió al reconocimiento de las arriesgadas tareas de experimentación de una bodega, novel en la zona, con varietales foráneos poco desarrollados en el territorio español, y que tan buenos resultados ha dado en su primera añada en el mercado.

Valtosca 2001. Fue un vino que nos cautivó nada más poner la copa en la nariz. Auténticamente explosiva. Un monovarietal de syrah que refleja perfectamente la combinación de tradición y modernidad que emana de la bodega Casa Castillo. Las escasas 3600 botellas de esta primera añada lo convierten, además, en un auténtico vino de Club que permite hacerlo accesible, a un precio moderado, a un buen número de buenos aficionados al mundo del vino.

Sólo nos queda la esperanza de haber transmitido adecuadamente las sensaciones que percibimos en las visitas a estas bodegas y, especialmente a los socios del Club Verema, desearos que disfrutéis con esta selección de vinos que hemos realizado pensando exclusivamente en vosotros.


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