Una añada más, me vuelve a cautivar este gran verdejo de Rueda, magistralmente trabajado por las dos Victorias, Pariente y Benavides, en Rueda.

Visual, amarillo pálido, con reflejos verdosos y dorados. Impecable limpieza y brillantez.

Nariz muy intensa y varietal, de frutas tropicales, piña y maracuyá muy maduros, en primer plano, con notas anisadas, de hinojo, y tonos herbáceos, frescos, de hierba cortada. La frescura también se asoma en forma de notas cítricas, de limas recién cogidas del árbol.

En boca tiene muy buena intensidad. Es franco, amplio y fresco. Se muestra con rotunda plenitud, con cuerpo, llenando la boca en amplitud y profundidad, con rebosante frescura e, incluso, ligera chispa en su paso. En el postgusto y la retronasal deja recuerdos cítricos y notas de hinojo, con cierta amargosidad muy característica de la variedad. Muy largo.

Excelente representante de los grandes vinos de Rueda que, año tras año, se muestra impecable. Un vino cuya excelencia es un bien seguro y que esta añada destaca por la franqueza e intensidad de su fragancia y su paso por boca.

Pajizo brillante con destellos verdosos. La nariz es intensa, con carácter, muy bien definida y con notable volumen, hay algún toque herbáceo, suaves recuerdos a fruta tropical, algo de manzana verde y un fondo de hinojo. En boca tiene buen ataque, es untuoso, con ligera amargosidad, buena estructura y notable longitud. Un verdejo con personalidad tanto en nariz como en boca donde presenta una trama muy atractiva.

Presenta un bonito aspecto amarillo limpio y brillante, con destellos verdosos. En nariz y de inicio, muestra su claro carácter varietal, manzana verde, kiwi, alguna nota a albaricoque; para más tarde exhibir frescas notas minerales, flores blancas y una leve nota anisada. En boca se presenta, glicerico, untuoso y mineral. De buen recorrido, con un final amargoso y fresco. Buena evolución este 2007, el cual se presenta con menos carga frutal que su 2006 y muy fácil de beber. Excelente RCP. Corcho un 8.