Nos hemos desplazado 250 Kms para llegar a este magnífico restaurante en Saraguro (Ecuador). Nos permiten descorchar algunas botellas de vino que traíamos con nosotros. Se trata de un menú de 14 pasos, una pasada!. Dejamos los vinos en su vinoteca y éste nos lo sacan el primero a unos 16°C. Corcho compacto y tintado tan solo en su base. Decir que mantiene la misma etiqueta negra que nos encontramos en la botella de 2016, en donde aparece un cuadro abstracto del pintor Rogelio Polesello de título "Arte óptico". También disfrutamos en su día de las añadas 2010 y 2012...

VISUAL: Presenta un bonito color rojo picota de capa media-alta, con el ribete en tonalidades rubí-violáceas. Su lágrima es abundante, fina y transparente (91).

OLFATIVA: Una vez más despuntan los aromas de pimiento verde y rosas rojas a copa parada. Al agitar se muestra frutoso, con notas acompotadas de mermelada de frambuesas y arándanos, acompañadas por unos ricos especiados de pimienta negra y clavo. También mantiene un puntito arcilloso y un final como de guindas en licor. Intensidad media (88).

GUSTATIVA: Con un buen ataque, alta acidez y los taninos a medio pulir, confiriéndole un paso por boca ligeramente seco pero de gran frutosidad y amplitud. En retronasal hay fragancias de rosas rojas y especiados varios. Y el post-gusto es contundente, de cierta carnosidad y denso. Apreciamos notas de fruta acompotada y algunos aportes de su crianza, con un toquecito de chocolate negro y un atisbo final licoroso y amaderado, como a duelas envinadas. Persiste en boca dos minutos y diez segundos. Esta añada nos ha resultado más joven en el momento de su valoración y con más recorrido que las anteriores. Mantiene un gran nivel (88).

La RCP no la puntúo por ser un regalo de nuestro amigo Lucho.

MARIDAJE: Nos dimos un festín en el inigualable restaurante "Shamuico espai gastronomic". Como dije pantagruélico menú degustación de 14 pasos, y éste vino acompañó los siguientes platos: Chicharrón de papa, pulpo y encurtido; Tortilla de camote, zanahoria y cilantro; Empanada de camarón con gelatina de horchata; Sopita de ajo con pan seco de masa madre y ajo en tres texturas; y un Cordero criollo con naranjilla,  menestra y uvillas confitadas. El maridaje con la sopita de ajo y con éste último plato de "borreguito" fueron espectaculares. Sabores intensos en ambos frentes lidiando por su protagonismo, todo un torrente de sabores entrelazados, una delicia y además en compañía de muy buenos amigos y de mi familia, no pedimos más.

Salud-os!!